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"El conjunto de nombres geográficos de un término municipal, su micro-toponimia total, puede leerse como un texto que representa una teoría del lugar, contada desde la vida
y el trabajo de sus pobladores"
(Pascual Riesco Chueca)
El saber de las cabañas: las costumbres que traducen los nombres del paisaje en la memoria milenaria de los vaquerosEl lenguaje onomástico:
toponimia y antroponimia
- Lugares: los topónimos (significados, etimologías)
Primera parte: (A-N) (unos cuantos ejemplos)
- Segunda parte: (O-Z) (otros cuantos ejemplos)
- Nombres personales: los antropónimos (significados, etimologías)
Los nombres asturianos (o allegados con el tiempu)
- Los apellidos asturianos (o incorporados también en el uso rexional)
- Otras etimologías léxicas y toponímicas:
- Tesis doctoral: toponimia (lectura del texto completo en PDF)
Contemplando las peñas, las mayadas, las cabanas del puerto abajo..., cada una con su nombre, desde los altos cimeros"Aquel tajo cerril de la montaña,
el campesino y yo
tenemos por reloj:
la una es el barranco,
otro las dos;
las tres, las cuatro, otros;
la aguja es la gran sombra
de un peñasco que brota con pasión;
la esfera, todo el monte;
el tic-tac, la canción
de las cigarras bárbaras,
y la cuerda la luz... ¡Espléndido reloj!
¡Pero sólo señala puntualmente
las horas, en los días que hace sol!"
(Miguel Hernández)
La perspectiva que siempre dan los altos sobre unos valles, tantas veces entre la nublina reposadaAlgunos textos toponímicos
1. Pascual Riesco Chueca: la toponimia como texto descrito por los pobladores del paisaje
“La terca y minuciosa labor de campesinos y pastores, durante siglos, se resume en un corpus de prácticas y conocimientos, en gran parte borrado por la irrupción de saberes deslocalizados que se originan en las mallas de la ciencia y tecnología trasnacional.
Una fracción de aquel corpus la componen los restos de la tradición, el legado etnográfico. Otra parte, no menos ruinosa, es el mapa de nombres que, sobrepuesto al territorio, espiritualiza los terrones y asperezas del suelo con sus fonemas heredados.
El conjunto de nombres geográficos de un término municipal, su micro-toponimia total, puede leerse como un texto que representa una teoría del lugar, contada desde la vida y el trabajo de sus pobladores.
Como resulta del estudio de culturas muy diversas, los nombres de lugar componen una enciclopedia selectiva y una cartografía mental, de elaboración local, donde se plasma el modo en que los nativos perciben el entorno, se comunican entre ellos acerca de él y extraen utilidades.
A través de la toponimia se hace visible qué rasgos del territorio eran o son considerados significativos para la población local, y de qué modo es organizado como un todo perceptivo el conjunto de caminos, el hábitat, los aprovechamientos y aguadas de su alrededor (AFABLE y BEELER, 1996).
Si se trata de adquirir lazos de afecto hacia una tierra, y de poner de manifiesto el carácter histórico-natural de todas las formas sensibles con que el mundo nos envuelve, no es posible dar la espalda a los nombres. Y para la plena recepción del legado que otorgan los nombres al paisaje es preciso que no se rompa la conexión entre lugar y topónimo.
Si los nombres pasan a ser meros términos de una lista archivada, o si se olvida el exacto paraje al que pertenecen, pierden gran parte de su valor como índices geográficos y como inspiradores culturales.” (Pascual Riesco Chueca, 2010: 8)
Los colores del terreno, los tonos de las piedras..., origen de tantos nombres2. Carl Sauer: toponimia y habla local, popular, vulgar...
"La geografía como descripción explicativa de la Tierra fija su atención sobre una variedad de rasgos de la Tierra y los compara por lo que respecta a su distribución. De algún modo es siempre una lectura de la faz de la Tierra.
Los profesionales no existimos porque hayamos descubierto una línea de investigación o siquiera poseído una técnica especial, sino porque los hombres siempre han necesitado el saber geográfico, lo han acumulado y clasificado.
Los nombres que aplicamos profesionalmente a los elementos o formas que identificamos e incluso quizás a los procesos que perseguimos proceden común y lógicamente de términos vulgares.
Nosotros los organizamos en un vocabulario de clara y más amplia inteligibilidad. A menudo, los lenguajes de pueblos primitivos y los dialectos de nuestras propias culturas nos suministran términos más significativos que la lengua literaria.
Una ilustración familiar de ello se encuentra en el significado de configuraciones del terreno, de la vegetación, y de formas culturales, para las que hemos adoptado términos del habla local y generalizado su aplicación a otras zonas. Además de denominar categorías geográficas, tanto físicas como culturales, a partir del habla popular, obtenemos conocimiento retrospectivo de situaciones del pasado a partir del estudio de nombres propios geográficos.
En particular, el vocabulario geográfico local y la toponimia de cada idioma constituyen un sustrato de saber que todavía tiene que ser explotado, tanto para la identificación de variedades de los fenómenos que estudiamos como para visiones culturales comparativas" (Carl Sauer)
3. José C. Vales, Sobre el origen del lenguaje..., p. 143 y 190:
“Las lenguas no tienen prisa. Son capaces de viajar miles de kilómetros, recorrer ciudades, regiones, países, hacerse viejas y rejuvenecer, disfrazarse, cambiar de aspecto, de religión e incluso de significado, y transportar siglos y siglos de sabiduría y conocimientos humanos...
Por emplear la terminología de Coseriu: ni los significados ni los significantes se mantienen estables, ni mil años, ni quinientos ni siquiera doscientos. Una sola década basta para hacerlos inestables. Prácticamente podría decirse que la inestabilidad es connatural a las lenguas y que lo normal, lo habitual y lo esperable es que tanto el significante como el significado cambien con el trascurso del tiempo. (Es la mutación continua y la permanencia esencial de las que hablaba Menéndez Pidal)".
La vida silenciosa, tras muchas peripecias por caleyas y sendas
La vida comunicativa entre los pastores de las mayadas casinas: Campigüeños, La Becerrera, Piagüé, Entelgüé...Foto: la seguridad que da el saber de quien sigues los pasos entre la nublina más ciega de la xornada; impagable privilexiu..
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