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Argimiro: El Arca de Espinedo |
Manuscrito de
Argimiro Octavio Álvarez López
(97 años)
(IV)
Fecha de hoy mes de diciembre del año 2013.
A) Primera parte del Arca de Espinedo
Yo me presento como uno de los treinta vecinos que vivimos en una de las treinta casas que hay actualmente en el Lugar de Espineo. La cosa es que el Ayuntamiento hizo una reparación en la seminueva escuela; y yo voluntariamente fundé una biblioteca y con la ayuda del vecino Raúl, reunimos unos sesenta libros que estimamos de alto merito en calidad. El local escuela es precioso, por lo ameno y la luz que tiene, pero los muebles hubo que ponerlos nuevos. Yo pensé que era indispensable un Arca.
En principio yo soy un hombre sin estudios, sin cultura, me crié muy pobre y muy ignorante de lo que se aprende en las escuelas; y el hecho de pensar en lo indispensable que puede ser el Arca, es porque en el centro cultural de Espineo tiene, además, que ser un Arca grande; varias generaciones van a guardar semilla de cultura, que vayamos cosechando nosotros de los cientos y cientos de periódicos, que con voluntad y esfuerzo vayamos agregando.
Un arca llena de semillas para que germinen el futuro
A este puñado de vecinos que hoy somos en Espineo, les digo que desde que tenemos el uso de razón, llevamos una contabilidad de nuestros pormenores; excursiones, nacimiento de hijos, coches que compramos, de qué partido somos, etc. etc. etc. Si tenemos curiosidad y afán de llegar a ser inmortales: podemos meter nuestro sobre, (uno cada año) en el arca de la escuela.
Esto que acabo de escribir que no os parezca raro o extraño, porque pertenecemos a generaciones del Siglo XX. Va muy lejos en el tiempo, surgió una voz, aunque no sabemos el nombre del pensador – escritor. Pero el símbolo fue EL ARCA DE NOE. Este tema fue expuesto, quizá siglos antes que empezara sus andanzas la Biblia.
En el ordenador electrónico se le puede sacar que el Arca de Noé se saboreó en Continentes, en idiomas, políticas y religiones muy distintas. Al parecer resultó una “leyenda”, para salvar a la humanidad de una catástrofe universal… ¿Y cómo averiguamos nosotros si esa “Trola” era el vacío entre dos culturas? El Arca de Noé contenía una pareja de humanos, niña y niño; para que germinara la semilla.
En la nuestra Arca de la escuela, queremos llenarla de semillas con la dote de la cultura sin igual que emanaron los periódicos. Queridos vecinos de Espineo, ya que nuestras vidas transcurrieron en el siglo XX, hemos de hacernos la cuenta de que ese siglo sea el cambio de dos culturas. Con mi corto ingenio voy a ver si doy alguna pista.
Placa tallada en piedra
a la entrada de la Escuela-Museo,
idea de Arximiro, su promotor,
su Mecenas
(Espineo)El habitante de los libros
"Mamá, yo quiero saber
de dónde son los cantantes,
si son de La Loma,
si son del Llano"
(Miguel Matamoros)Aquí nosotros venimos del monte,
de entre el vigor de los acebos.
El nuestro cantar en El Llano
es el afán del Hambre del Saber.Queremos administrar la Curiosidad,
la Ciencia de la Cultura,
y el ocio en el tiempo libre.
La nuestra Cuicia ye preparavos
El Camín: que lo vayáis amoldiando,
la tanda de las veinte próximas
Generaciones.
(Arximiro Álvarez López)Como tantos ingenios del s. XX
Va aproximadamente cien años mi suegro Máximo Gafo, natural de Espineo, estuvo trabajando como cantero, en el lugar de Santa Rosa, un pueblo grande del concejo de Mieres. La obra eran las cepas para un gran puente. El puente se hizo sobre medio arco y el material, con cemento armado que hoy llamamos hormigón.
Cuando la obra secó, se dispuso la inauguración; iba a pasar un carro de cucho tirado por bueyes. Todos los vecinos de aquel lugar formaron un “piquete”, para obligar al alcalde de Mieres y el encargado de la obra a ue permanecieran, vigilados, debajo del puente hasta que pasaran los bueyes. Acababa de nacer el siglo XX; y acababa de nacer el ingenio de la construcción.
La nota de este escrito es que en el ordenador electrónico sale la fábrica de cemento de Tudela Veguin (si el cemento hormigón tuviera la crisis de ablandar, el valor del arte y el económico sufrirían una baja mundial). Hacia el año de 1850 se inauguró un ferrocarril entre la ciudad de Barcelona y Mataró, (el primero de España). Y el telégrafo es indispensable para el servicio. A mediados del siglo XX, en edificios centrales de las ciudades aún se leían los anuncios: “Servicio de Telégrafos”.
Al otro extremo de la ciencia, apareció una partícula infinitamente pequeña… pero se llama ATOMO. Los pocos vecinos de Espineo si alguna vez ojeamos un periódico, tampoco es lo nuestro buscar cosas de la ciencia; pero a la larga sabemos que hay unos cuantos satélites, que bordean el Planeta Tierra. Qué comen, de qué viven… prestan un servicio de muchos quilates.
Lo que tenemos que hacer los de Espineo ye ser agradecidos, porque somos del Güerna y todas las mañanas nos dicen lo que estudia el satélite, tal como las temperaturas, o el día que va a hacer. Ayer fue domingo y 1º de diciembre; y por Espineo pasaron más de cien coches turismo que vienen de las ciudades; y a lo que vamos: la nieve está con espesor; rayando los mil metros de altitud y todo este turismo se debe a lo que trabaya el satélite. Sigo recordando que el motivo de escribir aquí es por lo que importa el Arca de la escuela.
Pero los tiempos fueron otros: como aquel ferreru y dentista al mismu tiempu
El teléfono en España, en Asturias para prestar servicio, nació en el siglo XX. La electricidad, en Asturias para prestar servicio nació en el siglo XX. (Aquí en Espineo y en el siglo XIX había una joven de una familia “bien”, que el amor la jugó una pasada: pasó bien todo el embarazo, pero su naturaleza tenia estrechez. Entonces no se podia acudir a la medicina porque no la había. En este contorno no había matrona, por lo que decíamos que entonces aún no había anestesia y la matrona no hizo la operación…
En las Monas, al lado de mi casa había una fragua con la clientela de todos los labradores del valle del Güerna, por la fragua pasó un labrador a recoger sus cosas. Él venia de la Pola; bajara al médico, (no sé si dentista) de arreglar la boca a su hijo, que ya era chaval; la cosa era sacar una pieza dental, simplemente. Gaspar el herrero dijo que lo hacia él, buscó una cuerda bramante hizo lazada corrediza al colmillo y del otro extremo a la argolla de atar los caballos al marco de la puerta, del fogón de la fragua sacó un hierro candente y fue deprisa hacia aquella cara que dejó el colmillo colgando del hilo. Para nuestro saber, la anestesia empezó en el curso del siglo XX.
Los animales tienen su ciencia también: la anastesia de la araña con el grillo
Yo Argimiro, cuando era niño, ganaba la comida lindiando el ganado de un vecino. Una vez entre el follaje del monte topé con una tela de araña; estas redes son fuertes y ralas, idóneas para cazar grillos, y me dio por esperar hasta que llegó un cliente que era bastante mayor que la carcelera; salió esta de su gabinete, se subió al grillo y lo mordió donde tenía que ser, porque este bicho estaba estropeando la red, pero ya no se movió más. “Anestesia”. Se lo conté entonces a un amigo que estudiaba y me dijo que la Naturaleza y la ciencia era una misma cosa.
La central eléctrica de Espineo
De las cosas que contamos del siglo XX, es que en Espineo el año 1923 se creó una central eléctrica, un salto de agua, una turbina y el resto de mecánica. Se extendió el servicio a ocho pueblos, Zureda, Sotiello, la parroquia de Piñera y de Jomezana. En este caso no había contadores, solo una luz, una bombilla de veinticinco “bujías”, la tasa de precio, dos pesetas al mes.
La picaresca ponía bombillas de tres veces más bujías. Cuando llegaban las denuncias a la Central el operador de esta máquina, mandaba a aquel lugar toda la fuerza que se producía y quemaba a las bombillas ambiciosas y salvaba las humildes. En toda la gama de usos de la electricidad puede estar la más práctica del uso de la ciencia.
Los libros dicen que los relámpagos que bajan de la atmosfera a veces incendian los bosques: eso no es ciencia, porque en Espineo pasan líneas de alta tensión y debajo de esas líneas el terreno lo limpian con esmero porque al parecer esa potencia suelta enegia que puede incendiar.
El mismo efecto que los relámpagos del cielo y nos dicen que esos cables pueden llevar carga suficiente para un horno de fundición de hierro. Bueno pues, para este hombre del monte, esto que pasa por Espineo es ciencia pura, porque ya en el siglo XXI, con un transformador pueden chupar energía para una depiladora para afeitar los muslos a esas chicas tan rubias.
A) Segunda parte del Arca de Espinedo.
La parte más en firme son estos vecinos que en las treinta dignas casas que hay; son doce las ocupadas de continuo por treinta personas. Como ustedes verán, La Escuela es del Ayuntamiento, que nos dio licencia para nuestra asociación. El mueble más emblemático queremos que sea el Arca; que ya tiene escrita en metal las condiciones para su empleo y el tiempo podemos dejarlo en cosa de Mil años para empezar…
Es seguro que de mil años atrás no había ninguna casa en Espineo (todos los vecinos tenéis un libro con el origen de Espineo y sus causas). Este presente LEMA va a quedar expuesto permanentemente, por si en tantos cientos de años alguien de estos vecinos siente la curiosidad de figurar ser inmortal, simplemente guardando en el Arca sus escritos de puño y letra; o tantas cosas y objetos que serán todos de un valor histórico.
Para este puñado de vecinos que somos hoy en el lugar, El Arca de Noé tuvo un antes y un después. El Arca de Espineo ponemos un antes; señalando cuatro cosinas del siglo XX. Se sabe por la historia que el Imperio Romano tuvo a sus gentes, en la parroquia de Jomezana, diez siglos; diecinueve siglos antes de la era de Jesucristo. Pero los capítulos históricos nunca se ocupan de que se cocina en las cocinas.
Truchas y anguilas: el pescao fresco de Espineo
En el presente de Espineo viene el pescadero una vez por semana con pescado variado y fresco; por el hecho de la ciencia. (Vamos a guardar en el Arca un libro con un mapa y la planificación de los ríos de Asturias para el hecho de matrículas a pescadores). Aquí en Espineo siempre se comió pescado fresco, truchas y anguilas de los dos ríos, se cogían a mano en las cuevas de los morrillos y también con el arte del anzuelo y de las redes y nadie se ocupaba de tener licencia.
Mi cuñada Inés Gafo, natural de Espinedo, era jefa de cocinas y presidia cuando se celebraban banquetes a nivel particular. Una vez en Riospaso, en la boda de una moza rica con un señor forastero y con permiso de la casa, Inés encargó a Castor Álvarez, las truchas que pudiera pescar aquella noche. En la casa de la boda aquella noche estaban trabajando y sobre el amanecer se presentó Castor con más de trece kilos de truchas.
El cura, Cástor y las truchas
Aquella cantidad y aquel precio era muy gordo para aquellos presupuestos, pero por fin aceptaron. La primera vez que Castor pescó truchas en cantidad fue para el señor Cura de Jomezana; aquel señor aceptó la cantidad de género, pero dio de lado el precio. Estábamos en política de posguerra y el Cura llevó a Castor a la Guardia Civil y a los Tribunales y al Ayuntamiento. Castor era ganadero y las vacas estaban en el establo para comer hierba y Castor pasó en la cárcel… La Guardia Civil lo había pillado en el rio y le pegaron un tiro y le agujerearon la palma de la mano derecha.
En esa época tan crítica la influencia la tenían los militares. Fue un militar de alta graduación quien sacó a Castor para que fuese a atender el ganado, que le devolvieran la escopeta y su licencia de cazador; y ese señor militar le sacó una paga – jubilación a nombre de ser mérito militar en la guerra.
Con lazos y armadiyas de fierro, Castor agarró raposos, fuinas y corzos, osos y lobos, eran lotes para el Banco; Castor de lo que más dinero hacia era de la miel. Empleaba la ciencia cuasi científica: salía al campo de flores y cargaba a las abejas de harina y la abeja se sentía cargada de polen y salía urgente y directo hacia su colmena: que esa dirección era el descubrimiento de el filón que el buscaba.
El año 2010, el Ayuntamiento nombró a Castor Alvarez, Personaje Lenense.
El alcornoque y su fauna
Parque de Doñana,
traído por Arximiro
Ver Arximiro (I): nacer el Las Monas
Ver Arximiro (II): la faragua de Tanislao
Ver Arximiro (III): otras anécdotas de Argimiro
Ver Argimiro (IV): El Arca de Espineo
Ver Arximiro (VI): Museo - Escuela d'Espineo
Ver Argimiro (VII): Las muyeres de la Fábrica del Quempu
Ver Arximiro (VIII): Cuando aprendí a escribir en fueyas de panoyas aplastás
Ver Arximiro (IX): El Arca d'Espineo
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