publicaciones, números, autore, autoras, Lena
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Vindonnus: Primeras jornadas de la Asociación en Campomanes
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Vindonnus: Vindos, el Mons Vindius: entre Peña Santa y Bendueños
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Vindonnus: 1º Número de la Revista (artículo en PDF).
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Vindonnus: 1º Número de la Revista: todos los artículos (en PDF).
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Vindonnus: La Revista indexada en DIALNET: Fundación de la Universidad de La Rioja.
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Vindonnus: 2º Número de la Revista, Entre la Meseta y el mar, siempre por los caminos de Lena (resumen de la charla)
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Vindonnus: 2º Número de la Revista: contenidos completos (en PDF)
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Vindonnus: 3º Número de la Revista: presentación, entamu
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Vindonnus: 3º Número de la Revista, resumen de Las Plantas lenenses (en PDF)
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Vindonnus: 3º Número de la Revista: todos los artículos para la lectura, contenidos completos
- Vindonnus: 4º Número de la Revista (todos los artículos en PDF).
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"Periodismo local... Creo que los medios "de siempre", y me refiero aquí sobre todo al papel, han de ir a la caza de un lector específico, interesado en cuestiones concretas y puntuales. Difícilmente sobrevivirán, creen muchos de nuestros colegas consultados al respecto, manteniendo un rol tan generalista, tan amplio como hasta ahora. Particular atención deben merecer los periódicos locales, teniendo en cuenta que los sondeos... muestran una inequívoca preferencia de los usuarios por la información local" (Fernando Jáuregui & Sergio Martín).
Asociación VINDONNUS:
grupo de estudio del patromonio
cultural de Lena
Otros textos sobre el culto al Sol, el primero dios universal: el Tronco Sagrado de la Navidad (del blog http://pelendones-mariodiaz.blogspot.com)
“Durante el solsticio de invierno, en la noche previa a la Navidad, era costumbre colocar un gran tronco de madera en el hogar familiar para que ardiese durante varios días. No se dejaba que se consumiera del todo y se le cubría de cenizas hasta el día siguiente que volvía a ser encendido, llegando a estar presente hasta el Año Nuevo o Reyes.
Con este ritual doméstico de fuego se celebraba la fiesta solsticial, que junto con la recolección de plantas mágicas como el muérdago y los festejos bulliciosos con mascaradas, rondas de mozos o aguinaldos, vienen a mostrarnos toda una serie de tradiciones comunes y diseminadas a lo largo y ancho de la vieja Europa.
Estas noches giraban en torno a este pesado tronco previamente seleccionado para la ocasión entre los ejemplares más dignos que se encontraran en el bosque, que aparte de calentar la casa para la reunión de toda la familia en fechas tan señaladas, servía como acto litúrgico, cuyo origen se remontaría a épocas precristianas, donde la concepción mágica del mundo estaba muy presente.
Es así que el Sol sería el primer dios universal, que como tal moría y resucitaba diariamente, siendo ahora el momento en el que nuestros antepasados observaran su posición más baja, necesitando del empuje y la ayuda de ciertos rituales que le ayudaran a que remontase en su recorrido celeste para hacer llegar, meses después, una nueva y próspera primavera.
En estos días tan entrañables seguimos sintiendo la necesidad de realizar la magia del rito, así como el guardar sus cenizas para posteriormente esparcirlas bien en los tejados de las casas, como protección de rayos o granizos, bien en los campos y establos para propiciar la fecundidad. De la misma manera el tizón medio carbonizado sobrante sería empleado como talismán y para encender al año siguiente un nuevo “Nochebueno”.
(del blog
http://pelendones-mariodiaz.blogspot.com/2017/12/el-tronco-sagrado-de-navidad-una.html)
