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A MIS MANOS DE ARTESANO

Mis manos fueron la fuente, de todas mis aventuras,
realizadoras de ideas, creadoras de artesanías.
Con ellas modelé el barro, hice tallas en madera.
con ellas fragüé el acero, trabajé el cuero y la piedra.
Con ellas labré la tierra y regué la grava seca,
esparcieron las semillas y levanté la cosecha.
Con ellas hice un jardín, encima de mi vivienda,
y lo sembré con mil flores, fundidas con las estrellas.

Mis manos hicieron barcos, barcos que nunca navegan,
muñecos también hicieron, que ni hablan, ni pelean.
Pulsaron una guitarra, y sobre un piano intentaron,
al caminar por sus teclas, algún acorde lograron. 
¡Jamás!!, mis manos hicieron, alguna obra maestra,
más no fue culpa de ellas, culpemos,
mi incompetencia. 

Mis manos realizadoras, hoy lucen mustias, resecas,
quizás un tanto cansadas, por muchas labores hechas.
Alguna vez se cerraron, previniendo una reyerta,
otras veces fueron puños, defendiendo alguna ofensa.
Pero ¡ jamás !, se ensuciaron por recojer prenda ajena,
tal vez si, se arrepintieron, de haber sido mano abierta.

Muchas veces se enlazaron, recitando una oración,
pidiendo a Dios un favor, rogando a Dios un perdón.
Debieron cargar el féretro de mis dos viejos queridos,
con mucho dolor y pena, cuando se nos fué un amigo. 
Si alguna noche de juerga, por las copas aturdido,
tanteando algunas paredes, a mi casa me trajeron.

Mis manos me protegieron cuando tuve una caida,
y feo se lastimaron, por protegerme de heridas.
También cubrieron mi rostro, cuando lloré lo llorado
y si, enjugaron mis lágrimas, al sentirme desahogado.
Disculpas pido a mis manos, si algun error cometieron,
no habrá sido culpa de ellas, culpa fue de mi inconsciencia.

Mis manos ya no manejan, ni picos, palas, macetas,
no tienen la fuerza joven, de lidiar con herramientas. 
Pero si, mucho me ayudan, cuando tengo alguna idéa,
al jugar sobre el teclado, desarrollando un poema.
Allí se sienten felices, cual si fueran quinceañeras,
danzando con las palabras, herrando a veces las letras.
Mis manos dieron caricias, a hijos, propios y ajenos,
y tambien se entrelazaron, recorriendo algún sendero.

¡Cuánto quiero yo a mis manos! cuanto amor tengo hacia ellas,
rendir homenaje quiero, a dos grandes compañeras,
en intento literario, de pretendido poeta,
¿Tal vez no lo dije?, tenemos la misma edad,
y si Dios me lo concede, con ellas me han de enterrar.
Nicolás Ferreira

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Mientras exista la artesanía

Mientras exista la artesanía,
la magia seguirá viva,
porque en ti vivirá,
y a través tuyo fluirá como una ría.

Cuando un trabajo se convierte en arte,
lo superfluo deja de existir,
dando paso a la obra,
en todo su esplendor y majestuosidad.
Nadie puede anular tu creatividad
cuando esta nace de lo más hondo de tu ser.

Te despiertas de madrugada,
sientes la necesidad de crear y sigues tu instinto.
Darás todo de ti, conoceré todo de ti,
ahí estaré para recibir lo que me des,
tengo la virtud de la paciencia y
tú el don de iluminar la existencia.
(KANET)

El poeta y el artesano

Mientras la idea se arrincona en el cerebro
de un poeta triste y solitario,
juega con la forma original del barro,
un artífice de vocación:
alfarero/artesano.
El uno cree que la imagen,
del mundo y de la vida
sólo se resume intacta,
en unos versos, de rima amiga.
El otro con sus dedos trata,
resumir fragmentos de la vida,
moldeando el rojo barro
creando imagen de colores viva.
(Artesanías Xochiquetzal)