"Cuando cubra las montañas
de blanca nieve el enero,
tenga yo lleno el brasero
de bellotas y castañas,
y quien las dulces patrañas
del rey que rabió me cuente
y ríase la gente"
(Luis de Góngora)
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La historia
de las castañas
(7)Resumen del texto
"Nel tiempu les castañes",
pregón del
premiu "Castaño de Lena" 2003
a la Banda de Gaites Güestia.
Pola de Lena.
Julio Concepción Suárez
(...continuación)Historia de les castañes: su origen milenario. Y es que tienen larga historia las castañas. Los arqueólogos las documentan ya entre los habitantes del Paleolítico (muchos milenios antes de los romanos), al par de las bellotas y otras bayas más o menos duras y secas, y por tanto, siem-pre más o menos duraderas.
Los botánicos confirman estos supuestos: de hecho la Castanea sativa se clasifica entre las subespecies Fagáceas; es decir, las plantas derivadas del haya, del roble y de la encina. A su vez, según los lingüistas, la palabra faya es de etimología neolítica indoeuropea (muchos milenios antes de los romanos), en la raíz monosílaba *bhag- (que, en principio, sólo significó ‘comer’). Luego, de la misma raíz, surgió el griego phagós (‘comestible’). Y el latín fagus: nuestra faya asturiana.
O, lo que sería lo mismo, en el principio, todos los árboles que sirvieran para dar frutos secos de fácil conservación, y duraderos para superar los largos inviernos bajo la nieve (fayucu, castañas, bellotas, ablanas, ablanos, nueces...), habían de llevar el mismo nombre: *bhagós (‘lo simplemente comestible’), que no era fácil de conseguir cada mañana durante muchos meses al año.
Las citas de las castañas entre los griegos. Así sabemos por el poeta griego Homero que, en la religión celta, los druidas veneraban el árbol de las castañas, por considerarlo ‘fruto donado por los dioses’. Sin duda que, en plena nevá y a mediu invierno, no sería para menos. En griego, kástanon, latín castaneam.
Se dice que las castañas tienen su origen en Asia, de donde pasaron luego a Europa y luego a América. De hecho aquí nos quedan las cas-tañas de la India, no por grandes, más comestibles, ciertamente: porque las castañas, como tantas cosas, cuanto más pequenas, más sabrosas. Se dice que fueron los griegos los primeros en cultivarlas, y quienes transmitieron, por tanto, el castaño de Asia Menor a Europa.
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