Rosina
Encarnada
(romance pastoril)
Texto publicado en el libro
Andecha lenense, nº1
A la memoria del profesor
Juan García García
(pp. 114-133)
Ed. Instituto de Bachillerato
"Benedicto Nieto".
Pola de lena (Asturias)
Ascensión Herrero
Julio Concepción Suárez-Al marcharme a la guerra, Rosina,
me decías que no me olvidabas,
y ahora que vuelvo a casarme contigo,
resulta que ya estás casada.Si te acuerdas del pañuelo blanco
que del África yo te mandé;
si te acuerdas del pañuelo blanco,
Rosina, devuélmele.
- Esta culpa tuvieron mis padres:
el haberme olvidado de ti;
que intentaron el darme la muerte,
si volviera a hablar más de ti.
- Si tus padres tuvieron la culpa,
y la muerte te han querido dar,
ahora vas a pagar tú por ello,
con la vida, Rosina encarnada.
- Si es que traes puñal de dos hilos,
y la muerte me vienes a dar,
temerás esta fiel criatura,
que en mi seno gozando ya está.
- Yo no mato esa fiel criatura,
que es un ángel que vive inocente:
cuando nazca y en el mundo ya esté,
a ti sola te daré yo esa muerte.
Ya dio a luz la Rosina encarnada,
una niña más bella que el sol,
y de nombre le han puesto Rosina,
porque su padre así lo ordenó.A los quince días se fue a misa,
y su novio al encuentro salió.- Buenos días, Rosina encarnada,
vengo a cumplir mi intención.
- Si es que traes puñal de dos hilos,
y la muerte me vienes a dar,
temerás de que preso te lleven,
y la guardia civil vaya detrás.
- Yo no temo que preso me lleven,
y la muerte yo te vengo a dar.
Y sacando un enorme puñal
a Rosina la empieza a clavar,
y a los llantos que daba de angustia,
su marido al encuentro salió.
- Dime, dime, Rosina encarnada,
dime, dime, quién fue ese traidor.
- Esta culpa tuvieron mis padres:
el haberme casado contigo,
y el haberme a un hombre juntado,
que jamás en la vida he querido.
Y una carta aquí dejó escrita
para todas las mozas solteras:
que no den palabra a otro hombre,
mientras tengan su novio en la guerra.(Romance recogido por
Nuria Martínez
curso 81-82)
Romance de la loba parda
Volver a Esquisa literaria