El ocio en las horas libres de la braña
En pocas brañas lenenses falta ese topónimo en homenaje a aquel juego casi olvidado, que tantas tardes amenizó las horas muertas del vecindario tan sólo unas décadas atrás: el xuegu los bolos.
EL xuegu los bolos era la diversión del domingo entre mozos y menos mozos: unos xugaban; otros y otras miraban; pero todos se reunían y charlaban las tardes de domingos y festivos, con ocasión de la bolera y de los bolos. De ahí los topónimos: El Xugu la Bola, El Xuigu la Bola, La Bolera, El Mayéu la Bolera...
Podía completar la diversión vespertina un baile improvisado sin más orquesta que la gaita bien templada por el habilidoso de turno. Recuerdan muchos lenenses de hoy que podían juntarse entre las cabanas de cualquier braña, una tarde de domingo, hasta cuarenta mozos y mozas, dispuestos a compensar bajo la luna los trabajos obligados bajo el sol de la semana.
Y no faltaba el ixuxú: aquel grito folclórico, tan arraigado entre los mozos de muchos pueblos para animar las fiestas en sana competencia. De cuando en cuando, también resonaba l'ixuxú en los valles de una braña, largado por algún mozo con ánimos para romper la monotonía de la tarde. Y contestaba, otro mozo desde la ladera vecina, no menos animoso.
Hasta se creó La Fuente'l Beso
Algunos escarceos debían tener lugar con el crepúsculo, y aún con la ruciada, habida cuenta de topónimos como La Fuente'l Beso: La Fuente'l Visu, El Verso, El Vaso..., según los casos.
Ciertamente se trata de una interpretación popular: la fuente, que sólo estaría para refrescarse a su tiempo. Pero la imaginación creó nombres como La Fuente el Beso: en realidad y en principio, lat. versum ('vuelto'), respecto al sol, sombrío, es decir, aveseo, orientado al norte, por lo que no da el sol la mayor parte del año.
La imaginación popular hizo lo demás, y en algún caso (como en Allande) hasta creó La Fuente de los Enamorados, cambiando de palabra y todo.
Volver a Costumbres vaqueras
Volver a Información