Costumbres, tradición, gastronomía, trabajos rurales, vida vaqueira, saber popular

 

Etiquetas, tags: Marta Pérez Toral, toponimia, Universidad, Oviedo / Uviéu

.

Anotaciones toponímicas (3)

Diccionario etimológico de toponimia asturiana (2007).
Editorial KRK. Oviedo.
Julio Concepción Suárez.

Extracto de las palabras de Marta Pérez Toral
(Universidad de Oviedo) ,
pronunciadas en la presentación del
Diccionario etimológico de toponimia asturiana.
Julio Concepción Suárez.
Ed. KRK. 2007.
Club de Prensa de La Nueva España.

"Julio Concepción es Licenciado y Doctor en Filología Española por la Universidad de Oviedo y Catedrático de Enseñanza Secundaria de Lengua Castellana y Literatura. En él docencia e investigación están unidas: buen maestro y gran investigador que no descansa; por eso se entiende que haga suyas unas palabras de Benito Buylla, con las que cierra las “Palabras previas” de este Diccionario :

"Se dice que partir
es morir un poco;
pero llegar es morir del todo.
Sólo caminar es vivir".

Julio es caminante a buen paso por senderos, desfiladeros, picos, mayadas, puertos y brañas. Y de ese camino o vida son ejemplo sus numerosas publicaciones, baste citar aquí algunos de sus trabajos sobre toponimia : “Por los pueblos de Aller” (1991), Toponimia lenense (Origen de algunos nombres en torno al Valle del Huerna) (1992), Por las montañas de Lena. Una lectura del paisaje a ritmo de silencio y de mochila (1998), Diccionario toponímico de la montaña asturiana (2001). Además de un buen número de investigaciones sobre lingüística y pragmática .

Hoy estamos aquí para hablar de su última obra: el Diccionario Etimológico de Toponimia Asturiana (2007). Creo que nos hallamos ante una obra de madurez, no porque las anteriores carecieran de ella, sino porque esta última aúna muchos estudios previos que le han servido para agrandar y perfeccionar este último resultado. En este Diccionario , el autor reúne unos 35.000 topónimos, aunque no están todos, pues son miles los existentes y es tarea imposible inventariarlos al completo.

Escribir un diccionario no es labor fácil y, si además se trata de un diccionario etimológico, resulta tarea ardua y arriesgada, pues el lingüista ha de enfrentarse con problemas y dificultades a veces casi insalvables. Un diccionario etimológico es el que estudia el origen de las palabras y, en este caso, de topónimos asturianos. Dar la etimología de una palabra es, pues, explicar con qué elementos se ha constituido y cómo ha llegado a tener la forma o significante actual. Para un etimólogo , no es posible fundamentar un étimo sin conocer a fondo el espacio geográfico abarcado y la vida de ese vocablo a través de los siglos; pero el autor demuestra conocer con precisión el “terreno” que pisa, tanto geográfico como lingüístico.

Julio Concepción ha sabido aquí abordar algunos enigmas etimológicos y, por ello, resulta una guía bien segura para estudiar el origen de estos nombres de lugar. Él se ha enfrentado con suma prudencia con las cuestiones más problemáticas de los topónimos, sin embargo, su formación lingüística le ha permitido dar alguna orientación sobre esos términos de etimología más inaccesible. Él no desiste, arriesga y con sentido común acude al “lenguaje del suelo”, que nos “dice” cómo ciertos topónimos sirvieron a los lugareños para precisar dónde abunda un determinado fruto ( La Sierra la Castañal ) o hay un ‘paso malo' en un alto, expuesto a los vientos y el frío ( Paxumal ) o bien un lugar cuyo nombre se relaciona con la quinta parte del fruto anual pagado al dueño ( Las Quintas ) o un cordal que recuerda al dios Júpiter ( El Sueve ).

No es menos cierto que la valía de este Diccionario se deriva también del esfuerzo, tesón y trabajo que ha realizado su autor por aportar datos, explicaciones y conclusiones; sin duda esta obra revela haber sido escrita y supervisada hasta los más mínimos detalles.

La base documental de este Diccionario ha sido posible gracias a las charlas con unos cuantos centenares de informantes de los Concejos más altos de la Cordillera Cantábrica (Ibias, Degaña, Somiedo, Lena, Aller, Ponga, Cabrales, etc.), de las tierras intermedias y de la rasa costera y acantilados; incluso el autor va más allá al reconocer la existencia de topónimos de mar adentro (la talasonimia , muy desconocida hasta la fecha). Otra novedad de este Diccionario es que incluye no solo lugares de poblados sino también nombres de caseríos, caserías, pueblos menores, pueblas, villas.

El objetivo de este Diccionario es la recogida de “una muestra toponímica práctica” (p. 25), pues, como afirma el autor, “con el análisis de unos cientos de lugares más representativos (de unas cuantas raíces léxicas), cada uno y cada una pueda descubrir por su cuenta otros nombres de lugar, reutilizando los componentes observados en el muestrario” (p. 25).

Advierte Julio Concepción, desde el principio, que no considera necesario explicar todos los nombres de montes, laderas o valles, porque las raíces de los mismos se reducen a unas centenas. Así, con un mismo lexema y distintos morfemas se consiguen un buen número de nombres de lugar; es decir, a partir de una base común se habrían originado numerosísimos topónimos extendidos por amplias zonas geográficas.

El método utilizado, que el autor califica de “creativo, constructivo y con cierta imaginación” (p. 25), es doble: por un lado, acude al registro de lo oral, que implica el escuchar a los lugareños cómo pronuncian y confirman ese topónimo que ellos oyeron a sus abuelos y, por otro, también ha tenido en cuenta los documentos escritos, de gran utilidad para la correcta interpretación de cada vocablo.

Cada uno de los topónimos que recoge en este Diccionario es un trabajo de investigación en sí mismo que se estructura en cuatro partes bien diferenciadas, en las que estudia la palabra , el entorno , el campo toponímico y, finalmente, la etimología .

Julio Concepción aborda la palabra e investiga su uso común y significado en el asturiano de las distintas zonas y su uso toponímico (dónde se aplica, qué tipo de zonas describe, cuál es su sentido o, en los casos más difíciles, con qué otras palabras pudiera estar en relación).

Con el entorno geográfico del topónimo, nos explica la ubicación, los límites, las características pasadas y presentes de la zona (que él describe como un valle, un pico afilado, una cadena de calizas aserradas, una profunda depresión, una braña, un estrechamiento, una peña en el valle, un puerto de verano, una cumbre saliente y alomada, una zona empozada de pastos, un crestón calizo, un conjunto de pastizales en un alto, etc.).

Bajo el título de campo toponímico , aglutina el autor todos aquellos topónimos con la misma raíz; por ejemplo, con Las Regueras (en Oviedo, Grado, Candamo, Illas y Llanera) relaciona El Regueral, El Reguerín, La Reguerita, Reguerines, El Regueru, El Reguerón, La Reguerota,, Sorriegu o Valdarregorios , entre otros ,

Por último, aborda el estudio etimológico del topónimo: en unos casos la palabra procede del latín, otras veces parte de una raíz celta o de una palabra griega, en ocasiones considera que se trata de una voz de origen germánico o prerromano o bien deriva de una raíz preindoeuropea.

El Diccionario recoge, al final, más de 300 referencias bibliográficas, que son, en su mayor parte, estudios sobre toponimia europea (asturiana, gallega, castellana, catalana, aragonesa, riojana, andaluza, vasca, portuguesa, francesa, bretona, italiana, irlandesa o rusa), además de diccionarios etimológicos, toponímicos, antroponímicos, etc.

Este novedoso Diccionario Etimológico de Toponimia Asturiana es un libro imprescindible para todos los que aspiran a conocer o sienten curiosidad ante el porqué de tantos nombres de lugar; y es aún más imprescindible para los que caminan por la senda de la investigación toponímica. Además conociendo y analizando el topónimo, conoceremos algo de la vida, las costumbres, el entorno o las gentes, y así estaremos más cerca de su historia.

Si algo más cabe decir de Julio es que ha creado escuela, pues ha abierto un camino muy importante que otros investigadores siguen.

Enhorabuena, Julio, por tu excelente obra y muchas gracias a todos ustedes por su presencia y atención".

Marta Pérez Toral
Profesora Titular de Filología Española
Universidad de Oviedo

Volver a índice alfabético de contenidos