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"¿Qué penas tan ilustres son las penas
que se padecen en la serranía!:
¡Qué luminosas penas en la fría
culminación de piedra, y qué serenas!"
(Miguel Hernández)
.
Diccionario etimológico de toponimia asturiana (2007).
Ediciones KRK. Oviedo.
Julio Concepción Suárez.
Presentación de este nuevo libro
sobre la toponimia de Asturias:
Club de Prensa de la Nueva España.
Día: 11 de diciembre, 2007
Hora: 8 de la tarde.Intervendrán en la presentación:
Adolfo García Martínez,
Juaquín Fernández García,
Marta Pérez Toral,
Juan Luis Rodríguez Vigil,
César Inclán (Editorial KRK),
Xulio Concepción Suárez.A modo de ejemplo, unos cuantos topónimos resumidos, en esquema:
El presente trabajo, Diccionario etimológico de toponimia asturiana, pretende una vez más ofrecer una herramienta para esa “lectura” sosegada de cada paraje asturiano a partir de los nombres del terreno: descubrir caminos, interpretar lo desconocido a partir de lo que ya sabemos; aprender de los lugareños aquello que desconocemos acerca de las plantas, de los frutos silvestres, de los ríos, de las brañas y mayadas, de los productos rurales, de las costumbres animales, de los cultos, los mitos, las creencias..., de la vida que late en los poblados.
Ahora se pretende una "lectura", por tanto, a través del origen de la palabra toponímica: la etimología, el sentido original que el nativo, el lugareño, dio a ese trozo de paisaje por la función que para él tenía siglos o milenios atrás. El significado de las palabras del suelo regional entre el mar y las montañas: un diccionariu etimolóxicu asturianu, en su contextu de culturas milenarias de pasu per la rexión asturiana.
Se trata en definitiva de reflexionar sobre esa mezcla de pasado, presente y perspectiva, en este devenir asturiano que tampoco se detiene en los pueblos de montaña, en las villas y ciudades, o junto a las mismas olas del mar. En fin, aprender a “leer” un poco mejor el paisaje con los 5 sentidos. El precioso y preciso lenguaje toponímico.
En resumen, el nuevo diccionario añade unos cuantos datos más a los trabajos precedentes:
Son ahora 1.310 páginas, precedidas de una amplia lista de informantes (unos 900 y pico paisanos y paisanas de los pueblos), que aportaron los datos para esta larga investigación efectuada de pueblo en pueblo y de braña en braña durante unos cuantos años.
Se incluyen ahora unos 35.000 topónimos, distribuidos en unas 6.500 entradas de diccionario: nombres de pueblos (poblados o despoblados), caseríos, puertos, mayadas, brañas, hayedos, parajes protegidos, vestigios históricos, calzadas romanas, camín francés, ríos, regueros, playas, acantilados...
Asimismo, se analizan (se intentan analizar) las etimologías de todos los pueblos mayores y menores de la región asturiana: villas, ciudades, barrios, algunas calles en relación con el entorno natural o social, caleyas...
Por esto, se recogen etimologías anteriores más o menos aceptadas hasta la fecha, al tiempo que, en su caso, se proponen otras para Oviedo (Ovieo, Uviéu), Xixón, Avilés, Nava, Vegadeo, Las Polas asturianas....
Se discuten también las etimologías de los nombres de los 78 conceyos asturianos: Cabrales, Quirós, Aller, Ozcos (Oscos), Pezós (Pesoz), Taramundi, Ibias...
Habida cuenta del interés creciente por la montaña, el mediambiente, el turismo rural, etc., se analizan las etimologías de parajes tan sugestivos como L'Angliru, El río Espasa, Tinamayor, Brañagallones..., y toda una serie de topónimos descriptivos de la ecología asturiana siglos, o milenios atrás.
Cada entrada del diccionario se estructura en cuatro apartados para su mejor comprensión didáctica: la palabra, el entorno, el campo etimológico y la etimología , siguiendo al estructura del diccionario de montaña anterior.
Se incluye una bibliografía final con todas aquellas referencias de lingüistas que documentan en sus diversas lenguas, países y regiones, las etimologías aquí propuestas (unas 400 obras manejadas para las etimologías). Fueron el imprescindible complemento documental escrito a las investigaciones orales escuchadas a tantos lugareños y lugareñas en pueblos, brañas y mayadas. Algunas seguirán siendo discutibles, por supuesto.
"Aquel tajo cerril de la montaña,
el campesino y yo
tenemos por reloj:
la una es el barranco,
otro las dos;
las tres, las cuatro, otros;
la aguja es la gran sombra
de un peñasco que brota con pasión;
la esfera, todo el monte;
el tic-tac, la canción
de las cigarras bárbaras,
y la cuerda la luz... ¡Espléndido reloj!
¡Pero sólo señala puntualmente
las horas, en los días que hace sol!"
(Miguel Hernández)Didáctica toponímica del paisaje
En fin, especial atención intenté en este Diccionario etimológico hacia los aspectos didácticos de la toponimia y del paisaje asturiano de la montaña o junto al mar: los collacios menores, o los ya mayorinos y adultos, podrán descubrir poco a poco que existe todo un diccionario del suelo esparcido por nuestros preciosos parajes asturianos entre las olas del mar y los riscos más encrespados de las montañas.
Todo un grueso diccionario de palabras lugareñas paralelo al otro de la Academia y de las aulas. El gran diccionario universal del paisaje: el de los nombres geográficos, tan parecio a veces entre una región y su vecina, o entre un país y el que está al lado, o a varios miles de kilómetros más allá (Valencia, Lena, Arnón, Burdeos, Cuba, Brasil, Aller..., hay en varios países).
Más aún, las aguas de mar adentro están salpicadas de topónimos que bien conocen loos marineros, en ocasiones ahora arrimados a los muros de los puertos, con sus pequeñas barcas de pescadores ya resecas para siempre en cualquier sótano o garaje. La talasonimia en el lenguaje toponímico. Queda este aspecto para otra ocasión, cientemente.
"Dicen que los pastores
huelen a sebo:
pastorcillo es el mío,
y huele a romero"
(copla popular)Y todo ello, gracias a los paisanos y paisanas de los pueblos.
De ninguna manera podían faltar en en este trabajo tampoco los agradecimientos: varios cientos de personas informantes se citan en la introducción del libro, a quienes debo la mayoría de los datos de campo. Sin ellos y sin ellas, el trabajo habría sido imposible.
Quedan en estas páginas como homenaje a todos esos lugareños que, a pesar de tantas dificultades y trabas para casi todo, siguen creyendo en el pueblo y en los pueblos.
Otras múltiples gratitudes debo también a muchas personas con las que tantas andaduras compartí por las montañas, pueblos y costas asturianas entre Tinamayor y el río Eo; o entre Sotres, Ibias y Abres: amigos, compañeros y compañeras de la enseñanza, montañeros y montañeras, alumnos y exalumnos, excursionistas ocasionales... Sus ideas y sugerencias recogidas quedan en su lugar.
A los pastores y pastoras, vaqueros y vaqueras, de tantas brañas y mayadas. O a los marineros y marineras de unos cuantos pueblos y costas bastante más fonderos.
Especial dedicatoria a los pastores de Los Picos, Cuera, Ventaniella, Portudera... O a los vaqueros y vaqueiros de Somiedo, Teverga, Quirós, Lena, Aller...
A ellos debo no sólo incontables informaciones y amabilidades, sino el platu de arroz con arveyos en la cabana pa comer; pan del tsar al mor de las faízas nel suilu; el güevu fritu con chorizu y patatas fritas pa cenar; sabrosos quesos atsugaos con las yerbas de las penascas...
O el café de pote o de tizón tras las moyaúras y las nublinas más engurrionás; sabrosos tragos de agua en las otseras al crepúsculo, en tantos días agostiegos del verano tras la andadura larga. Y, las inolvidables sobremesas sentados sobre las peñas de las mayadas, al ritmo tan sonoro como sabroso de sus palabras asturianas.
Y, como remate completu del día, la camera en la cabana pa dormir al murmullo de las ranas y las xaroncas cantando en lagunas, tsagos y tsagonatsos. Ni en el meyor hotel enmoquetáu. Así se atsugó el presente dicionariu etimolóxicu en estos diez años de trabayu.
Lexemas y morfemas al mor de sendas, aromas, sonidos, el sabor de las palabras lugareñas, la memoria milenaria que pervive en brañas y mayadas.
Porque las etimoloxías (las raíces de las palabras, los lexemas y morfemas) sólo tienen para mí sabor lingüístico completo, si llevan por compango el paisaje dibujado en la retina y en las chirucas: lugareños informantes, colores, aromas, sonidos del ganado, los bistechos monocordes de la lluvia en la medianoche per xunio arriba con luna llena...
O la rugosidad en los troncos de hayedos y robledales, el café de tizón en la sobremesa de las mayadas, el fumo de los nieblos y los ganzos en las cabanas. El latir milenario de vaqueros y pastores en la memoria de cualquier braña. Los lexemas y morfemas con los cinco sentidos también.
Salud a todos y a todas,
y gracias asgaya.***
"Si se huvieran conservado los nombres
que Adán puso a las cosas,
supiéramos sus esencias, cualidades y propiedades;
ya que esto no nos consta,
es cierto que los nombres que ponemos a las cosas
les vienen a quadrar por alguna razón."
(Sebastián de Covarrubias
Tesoro de la Lengua Castellana, 1611)***
Otras opiniones...
Jovellanos,
la toponimia y las etimologías:
Cartas a Ponz (X).Sobre la toponimia:
"Reflexione usted un momento si no sería posible descubrir por su medio [por medio de las etimologías] el origen de los pueblos, de las artes, de los usos y costumbres primitivos, de cuanto merece más aprecio en las investigaciones históricas. Si no podría fijar la edad de muchas épocas, determinar la posición de muchos pueblos e ilustrar así los ojos de la historia:. la cronología y la geografía. Reflexione usted, en fin, si por ese medio no se podría atinar con el principio de muchas opiniones y dar mucha luz a los anales de la filosofía y de la literatura".
Sobre las etimologías en general:
En Cartas del Viaje de Asturias
(Cartas a Ponz, X)."La etimología sería un arte de grande y muy extendida utilidad. Muévome, principalmente, a creerlo: 1º, porque es muy probable la opinión de que los primitivos pobladores de la tierra tuvieron una sola lengua, o por lo menos dialectos derivados de una sola... 2º, que la analogía de muchas antiguas lenguas entre sí..., parece indicar la comunidad de origen... 3º, porque si esto es así, el conocimiento de las lenguas existentes, ora vivas o muertas, bastaría para dar una increíble extensión al arte etimológico; 4º, y en fin, porque aunque es casi imposible que un hombre reúna el conocimiento de tantas lenguas, no lo es que una colección de hombres dedicados a este estudio... lo reuniese..."
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José Saramago
“Historia de viajero y viaje reunidos en una intencionada fusión de aquel que ve y de aquello que es visto, encuentro no siempre pacífico de subjetividades y objetividades. En consecuencia: choque y adecuación, reconocimiento y descubierta, confirmación y sorpresa. El viajero viajó por su país. Esto significa que viajó por dentro de sí mismo, por la cultura que lo formó y está formando, significa que fue, durante muchas semanas, un espejo que refleja imágenes exteriores, una vidriera transparente que luces y sombras atravesaron, una placa sensible que registró, en tránsito y proceso, las impresiones, las voces, el murmullo infinito del pueblo”.
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Josep Mª Albaigès
!988 (Enciclopedia...)"Hay quien va por el mundo cazando perdices o conejos; otros cazamos topónimos. El placer de descubrirlos, examinarlos y desentrañarlos es algo de lo que no se puede prescindir en cuanto se ha catado. No por habitual es intelectualmente menos pasmoso que algo tan nuestro, cotidiano e inmutable como los nombres de los lugares que nos rodean pasen inadvertidos a nuestra misma interpretación. Ser consciente de esta paradoja y aplicarse en eliminarla es todo uno".
Unos cuantos topónimos resumidos, en esquema:
- Primera parte: letras A - N
- Segunda parte: letras O - Z
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Editorial KRK