Agradecimientos
de la autora en el libro (pp. 8-9)

"Si bien muchas de las canciones son tan populares en Asturias como en el resto del país -es lógico, ya el Padre Villalba dejó escrito algo al respecto hace muchos años-, otras, por el contrario, son perfectos modelos de exclusividad. Pero este trabajo de in­vestigación musical no fue una búsqueda obsesiva de señas de identidad o exclusividad, antes bien es reflejo de una sociedad que nos va dejando sus formas: hábitos, lenguaje, costumbres, memoria compartida, fiestas y celebraciones que refuerzan lazos de amistad -saberse parte de una comunidad-.

Como si de un gigantesco rompecabezas se tratase, este libro fue creciendo hasta lle­gar al millar de canciones aportadas por un centenar de lenenses, que rememoraron sus vivencias a través de los temas que interpretaban en sus juegos infantiles, en los momentos de ocio, de entretenimiento, de cortejo y de baile -no exentos de fina ironía y humor socarrón o llenos de recuerdos trágicos y dolorosos-, y en sus actos religiosos.

En las letras de sus canciones y comentarios añadidos, van recomponiendo trozos de su propia historia y, en general, manifiestan aspectos que conforman la cultura de nuestro pueblo, de ahí que se abran muy a menudo dos niveles de lenguaje: el coloquial y el academico. El trabajo lo requiere así por el tema y por el habla de la zona, cargada de anécdotas y de frescura, que intenta ser siempre lo más fiel a la relación música-texto.

A través de este estudio de investigación y análisis, se han querido dar a conocer las manifestaciones líricas lenenses, ajustándose lo más posible a la realidad, por conside­rarlas positivas no sólo para el mismo concejo de Lena sino para el folklore de la región. Un folklore en el que puede apreciarse el grado de divulgación y de aculturación e inculturación de sus tradiciones.

Hasta hace poco, la sociedad había mostrado poco interés por estas formas del pasado. Hoy día crece el acercamiento a un patrimonio cultural cuyo contenido puede ser utilizado en la educación básica del individuo, despertando en él tanto el aprecio como el respeto por sus manifestaciones musicales tradicionales.

Por todo ello, en este libro-cancionero hay un índice en el que se hace mención espe­cial a todos y cada uno de los informantes que, generosamente, han colaborado con el fin de aportar sus valores y cultura, sus sentimientos propios, su donaire y gracia particulares. Y se habla en tiempo presente. Se plasmó esa realidad, esa impresión, aunque tristemente muchos ya han fallecido. A todos ellos, en primer lugar, mi gratitud y admiración por la lucha, sacrificio y sabiduría con la que afrontaron su vida, un ejemplo para nuestra generación y las venideras.

También quiero manifestar un especial agradecimiento a mi familia, quienes colaboraron de muchas maneras en esta empresa: interpretaron, hicieron de contacto con algunos entrevistados, me acompañaron,... pero sobre todo, me apoyaron de un modo entu­siasta en los momentos más bajos y áridos del trabajo.

A D. José Antonio Gómez Rodríguez, Profesor Titular de Musicología de la Universidad de Oviedo, -director de mi tesis doctoral y punto de partida de este cancionero, por su asesoramiento. Así como, en su día, al Archivo de Música de Asturias.

Al Ministerio de Educación y Cultura, quien a través de la Dirección General de Be­llas Artes y Bienes Culturales, tuvo a bien otorgarme uno de sus premios de investiga­ción cultural "Marqués de Lozoya" 2000.

A D. Ángel Montes del Castillo, Profesor Titular de Antropología Social de la Universidad de Murcia, quien impulsó y alentó la publicación de este trabajo.

Al Museo del Pueblo de Asturias, por ser quienes hicieron posible que la música de tradición oral lenense no se difuminara en el espacio y tiempo, sino que se plasmara en una realidad, que perviva para siempre, no olvidada en las memorias de nuestros mayores, de personas anónimas, que lentamente van desapareciendo y de una sociedad que los nuevos modos de vida van transformando"