Costumbres, tradición, gastronomía, trabajos rurales, vida vaqueira, saber popular
 

Palabras clave, tags: Aller, La Brañuela, Fiesta, Vegarada, vaqueros, Fonfría

"Mañana voy pal puertu
con cinco vaques y un perru,
con la montera picona
y un pelu pintéu d'acebu".

(copla popular allerana,
escuchada a Juaquín Fernández)

La Fiesta La Brañuela:
los vaqueros y vaqueras de La Fonfría
y La Vega Baxo.
El puerto allerano, antes de trascombar
los altos de Vegará.

 
 

Con gaitiru y tamboretiru a la antigua usanza brañera:
Jose y Diego
 
 
Las vacas, al miriu,
entre la abundancia de pastos
en la braña.
De ahí el dicho de que
los de Felechosa querían meter
el mes de marzo (con yerba ya escasa)
ente xulio y agosto.
Nun taba mal pensao, claro...
 
 
Camín de la cabana:
los buenos pareones y tsábanas
que nos dexaron los güelos
en su arte de canteros
 
 
Un día engurrionéu:
el frescor de las cabañas,
aún en pleno estío.
Pero ya casi paez otono o inverná,
que diz el dichu:
"primer día d'agosto,
primer día d'invierno
"
 
 
El mayaín
delante la cabana,
con la madre esperando
la hora de la cría
 
 

Entre el paraje boscoso que rodea la braña:
el vaqueru pe la senda

Y La Capilla La Brañuela:
Nuestra Señora de las Nieves,
con fiesta el 1 de agosto

Larga tradición oral de una ermita con ermitaño (o santiru) dedicado a cuidar de la Santa y rezar por los peregrinos de paso -diría luego el cura en la homilía-. Incluso había caballeros que, en sus idas y venidas por el camino antiguo hacia León por Redipuertas, dejaban encargados rosarios: a la vuelta, tantos rosarios, tantos denarios... De ahí lo de 'rezar por los caminantes de paso' que hacía el ermitaño. El albergue completaba la función de una ermita en los altos de una braña, en días de niebla espesa sobre todo; para ello estaba la campa.

 
 
El camino a Vegarada,
Las Vegas de la Reina,
con larga tradición oral
sobre el topónimo:
Doña Urraca...
 
 
El Puerto La Fonfría:
la fuente fresca
que mana del nombre
 
 

La hora misa:
romeros y romeras,
vaqueros y vaqueras puntuales,
esperando al cura

La devoción a La Virgen de las Nieves está muy arraigada en los puertos de montaña: por ejemplo, bajo Payares y Floracebos, sobre La Romía, está La Capilla las Nieves. Se da la circunstancia de que en ambos casos existe la leyenda de una nevada allá por un 15 de agosto, que sólo dejó libre el espacio en el que luego levantaron la ermita.

Tal vez, la justificación de una fiesta en la que se hicieran rogativas y donativos a la Virgen para que no nevara muy pronto, obligando a los vaqueros a baxar el ganao del puerto con tantas pérdidas de pastos y de alimento por la seronda arriba. Con el culto anual ya quedaban las ilusiones más tranquilas.

Tal vez, un ejemplo más del culto a divinidades como Vindios (divinidad celta), el culto al Sol, invocada lo mismo para que protegiera a los nativos en las montañas, haciendo que la nieve dejara paso a los pastos primaverales y a la caza; que para pedirle que los neveros sirvieran de abrevaderos a humanos y ganados, manteniendo los neveros y el agua entre las calizas, cuando más falta hace en pleno estío. El culto al Sol, al Agua, a la Tierra..., en definitiva.

 
 
La posición misma
de la antigua edificación
(albergue, cobertizo...)
ya estaba calculada desde antiguo:
fuera del alcance del pedreru,
libre de balanchas de nieve,
protegida de los rayos,
al calor de la peña
en los deshielos...
Un lugar propicio
para el poblamiento
humano y animal.
 
 
Los propios ganados
parecen confirmarlo:
de hecho allí se les encuentra
a diversas horas del día
y en distintas épocas del año.
Lugar topaeru,
en definitiva, para todos y todas
 
 
Las buenas vacas
de Fito,
en plena braña
 
 
O las yeguas castañas
de Lolo Caleyín
en los tupidos yerbazales
del Puerto Vegará
 
 
A la vista están
las yerbas:
bien lo asoleyan
las yeguas.
 
 

Las vacas roxas alleranas

con el cencirru de la capitana nel puerto

 
 
Así, un verano más,
resuenan por todo el valle
las notas musicales
de los dos artistas
con las manos y los deos.
Con la campana nueva al fondo:
la otra, la antigua,
la habían fundido pa facer metralla
nalguna guerra,
dicen los vaqueros
 
 
Como en misa, vamos
en sin apestañar siquiera,
taban mozos y mozas,
atavíaos con pañuelos,
y deseos de renovar
las buenas costumbres
que heredaron de güelos y güelas
 
 
Homes y muyeres
de procesión con la santa
pe la campa,
en sergo (casi en llano)
 
 

Los cantares de la misa:

... en tonos de mozacos y mayores

A mi patrona

"Cuando de mi Patrona
voy a la ermita,
se me hace cuesta abajo
la cuesta arriba;
y cuando subo, y cuando bajo,
se me hace cuesta abajo
la cuesta arriba (bis).

No sé, no sé que tiene
mi Virgencita,
no sé no sé que tiene
cuando me mira;
que son sus ojos como luceros,
ay, quien pudiera siempre
mirarse en ellos (bis)"


 
 
Con partitura y todo,
en armonía con las otras notas
musicales de la vaguada alta:
páxaros pe los matorrales,
los sonidos animales al sesteo,
el murmullo de las aguas de La Fonfría,
la vida que butse al paso
por los senderos y el matorral...
 
 
Las manos del artista:
el tamboretiru:
el ritmo y los repiques
acompasados
con los tonos
que va marcando el compañeru
 
 
Y los deos hábiles
del gaitiru:
tacto y tiento,
oído,
gusto,
el arte del punteru
y del fuelle de la gaita;
primero, na capilla;
luego na campera
 
 
Los paisanos
intercambiando noticias
de la braña,
con el paso de los años:
coincidieron de más mozacos,
ahora recuerdan tiempos,
cambios, peripecias,
algunas nostalgias
de costumbres, brañeros y brañeras...;
aquella vida diaria en los días del verano.
Hoy, el día la fiesta, una vez al año.
Todo un libro oral para redactar con calma.
 
 
Las cabanas remozás:
con la perrina a la puerta,
pero en si pasar la raya del umbral;
ta bien educá,
nun cabe duda
 
 
Con el güerto de siempre
al par de la cabana:
cebotsas, repotsos,
patatas...,
pal pote diariu de la cabana
 
 
Ya con el pletu delante...,
hoy, día la fiesta:
cordiru, pegarata,
casadietsas, bartolos ...
Nun van ser toos los días
berzas con patatas,
arroz colorao...
 
 
La braña renovada
 
 
La familia al completu:
si hubiera que dir a yerba
(segar, agarabatar, palanquiar,
aforconiar al payar, sotrabiar...)
nun había tantos nin tantas
alreor de una mesa...
Pero hay nun hay yerba, claro...
 
 
La palabra
entre buquéu y buquéu:
los informantes de la braña;
todo un privilegio
poder escuchar la sabiduría oral
de Fito y compañía.
Todo un placer
entre el silencio bullicioso todavía
de las brañas asturianas
 
 
Los perrinos nacíos
pel veranu,
y tan mimaos
en las horas más soleyeras
de las cabanas.
 
 
"¡Por fin...,!
-tarán diciéndose los perrinos
ún al utru -
unos minutos de descanso...,
menos mal,
que podemos dormir un poco "
 
 
La más trabayaora
toa la mañana:
trai platos,
tseva tazas,
fay recaos ...
Una nieta que aprendió bien
el trabayu de la casa,
ya desde pequena.
 
 
... con las delicias
que fixieron madre y güela
 
 
 
 

Ya esperando la partía'l tute,
el café de pote, las pingaratas...

 
 

Más información sobre costumbres alleranas:

  • Fernández García, Joaquín (2004) Del.les costumes asturianes relacionaes cola primavera y el verano (notes de quempu recoyíes en conciyu d'Ayer). En Asturies, memoria encesa d'un país. Númberu 18 (pp. 58-65).

  • Fernández García, Joaquín (2006) El verano: l'erba, la coyía del pan y otres cuestiones etnográfiques nel conceyu d'Ayer. En Asturies, memoria encesa d'un país. Númberu 21 (pp. 48-62).

  • Nicolás Aparicio, Santos (2005) Los vaqueros de Felechosa, en Asturies. Memoria encesa d'un país. Númberu 19 (pp. 70-79). Fundación Belenos. Uviéu

  • NICOLÁS APARICIO, Santos (2014). "El Gumial y Fuentes", Rev. Estaferia ayerana , nº 12 (páx. 5-19).

  • ORDÓÑEZ BIGOTES, José R. & ORDÓÑEZ IGLESIAS, José A. (2018): "Los pueblos del Alto Aller a mediados del siglo XIX. Datos de los diccionarios geográficos y estadísticos de Sebastián Miñano y Pascual Madoz". Revista Estaferia Ayerana, nº 20, mayo.

Más sobre la vida de las mayadas

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