Historia de una escalera
Antonio Buero Vallejo.

Representación por los alumnos/as
de 2º Bachillerato, A.
Dirección de Andrea García Pola
IES Benedicto Nieto. Lena.

(página en construcción y modificaciones posibles...)

Crítica a la actuación, por
Rubén Fernández Redondo
y Patricia Álvarez González
(ése era su papel de grupo
en la representación)

A) Crítica de Rubén Fernández

Aspectos generales:

• Comienzo la crítica comentando el decorado. El trabajo del decorador brillaba por su ausencia no había ningún tipo de dibujo u objeto simulando las puertas que actúan de fondo en esta obra teatral.

• También aparece citado en la obra un ‘casinillo', pero no hubo tal lugar durante la actuación.

Presentación:

• El comienzo de la actuación dio su primer tropiezo, incluso antes de que se pudiese escuchar una palabra. Una de las presentadoras no asistió, por lo que otra actora tuvo que improvisar a última hora.

• Tamara y Paula G. empezaron la presentación: su tono de voz parecía el correcto, pero sus palabras quedarían más bonitas si no tuviesen un papel delante por el que la iban leyendo.

• Otro fallo fue el de todo el grupo de actores: cuando las presentadoras iban leyendo sus nombres, ellos deberían haber salido para conocer sus caras porque el público al final podría jugar al famoso ¿Quién es quién?

 

Personajes y actores:

• Generosa (Tamara): su actuación fue más o menos pasable. Se reía en ocasiones.

• Pepe (Carlos): sus gestos para actuar eran buenos, aunque desentonaban playeros, pues el público los miraba con frecuencia. En general bien.

• Carmina (Carmen): no sentía mucho su personaje, sus muecas no se correspondían con lo que estaba diciendo en esos momentos. Daba la espalda al público en ocasiones; y no memorizó su papel, lo estaba leyendo.

• Paca (Raquel): en mi opinión era la persona más metida en su papel. Se entregaba al 100% al público y a su actuación.

• Urbano (Aitor): actuación no muy buena. No se sabía el papel y perdió en varias ocasiones el hilo de la historia.

• Rosa (Paula G): su actuación fue buena, pero tuvo el fallo de leer el guión y no sabérselo.

• Trini (Olivia): también tiene el fallo de no saberse el guión de memoria. En una ocasión se quedó escondida en una escena en la que le tocaba salir; hablaba pero el público no la veía.

• Doña Asunción y Carmina Hija (Paula Núñez): como doña Asunción actuación buena, sus gestos eran correctos, aunque en ocasiones se reía cuando en algunas escenas debería estar disgustada. Como Carmina Hija, actuación y formas totalmente correctas.

• Fernando (Daniel): su voz y entonación correctas aunque sus gestos en ocasiones no eran adecuados, se movía mucho con los pies cuando debería estar quieto. En alguna ocasión dio la espalda al público.

• Don Manuel y Fernando hijo (Javier): En el personaje de Don Manuel su actuación fue buena, formas y vocablo correctos. Como Fernando hijo, también es pasable su actuación, aunque se ríe bastante cuando se mete en este personaje.

• Elvira (Elena): actuación buena tirando a regular. La expresión de su cara nunca cambiaba estando enfadada o contenta, y en ocasiones se le escapaba la risa. En una ocasión perdió el hilo de la obra.

B) Crítica de Patricia Álvarez

En la representación de esta obra, interpretada por los alumnos de segundo de bachiller del instituto Benedicto Nieto de Pola de Lena, vamos a criticar cuatro cosas: el escenario, la dirección, la presentación, los personajes y el apuntador.

1. En principio, vamos a hablar del escenario: el lugar donde se representó la obra no tenia ningún tipo de decoración para imitar la estructura interna de un portal; el escenario constaba de unas escaleras con un descansillo y un amplio ventanal al fondo pero nada más, lo cual deja mucho que desear de la decoración.

2. A continuación hablaremos de la dirección: la directora Andrea García: realizó un gran trabajo, ya que puso en manos de todos los actores un guión con las características de la vestimenta, modo de actuar y demás, de cada personaje de la obra.

3. Ahora le llega el turno a la presentación: en esta parte de la obra surgió un imprevisto, ya que una de las presentadoras no se dignó en aparecer, y tuvieron que sacarlo adelante entre Tamara Álvarez y Paula Núñez, las cuales afrontaron muy bien la situación, y la obra pudo realizarse como estaba previsto.

4. Seguidamente les toca el turno a los personajes, a los que, en primer lugar, les criticaremos su vestimenta; y en segundo lugar, su manera de actuar sobre el escenario:

   • Comenzaremos por Generosa, personaje interpretado por Tamara Álvarez: la actriz no llevaba la vestimenta recomendada por la presentadora; en lugar de falda vieja, camiseta, mandil y zapatos, llevaba unos vaqueros, una camiseta y unos playeros.

   • Le sigue Pepe, interpretado por Carlos Eduardo. Su vestimenta era la adecuada; todo bien, como el papel ordenaba: camisa con pantalón y zapatos, pero creo que para ser ese personaje, la vestimenta era un poco anticuada; era como de señor mayor, y él no representaba a un personaje tan mayor.

   • A continuación, Carmen Prieto, representando a Carmina: sus vestimentas fueron muy adecuadas, como debe de ser para una buena interpretación; en las primeras escenas salió con mandil, falda por encima de las rodillas, y la camisa como la directora citó en el guión; en las siguientes escenas salió bien vestida representando su estado de luto.

   • Otra actora que siguió las órdenes de la directora al pie de la letra fue Raquel Romera, quien daba vida a Paca: llevaba puesto un mandil con una pañoleta en la cabeza; en lo único que falló es en que calzaba playeros en vez de zapatillas.

   • Otro de los que no siguieron el guió marcado por la directora fue el actor Aitor González, quien daba vida a Urbano. Llevaba unos pantalones cortos, playeros y una camiseta y la ropa que debería llevar sería una camiseta sucia, unos bombachos, y una boina o algo parecido en la cabeza.

   • A continuación, Paula Gutiérrez, representando a Rosa. Su vestimenta no estaba mal, sólo le faltaban unos detalles, como no llevar puesto un pantalón debajo del vestido, un poco de escote y unos zapatos en vez de playeros, ya que claramente el papel dice "vestido escotado y zapatos".

   • Le llega el turno a Trini, representada por Olivia Díaz. Su vestimenta no estaba nada trabajada, ya que vestía con unos vaqueros y una camisa moderna, y debería llevar vestido o falda, camiseta y un mandil.

   • Continuamos con Doña Asunción, personaje interpretado por Paula Núñez. Su vestimenta estuvo bien, ya que seguía el patrón marcado en el guión, vestimenta negra, mandil y zapatillas.

   • Quedando ya pocos actores, le llega el turno Daniel Menéndez, quien estaba en el papel de Fernando. La vestimenta de Daniel era más o menos la adecuada, y digo más o menos porque la directora dijo claramente "pantalones negros y camisa blanca", y no pantalón vaquero oscuro y camisa blanca con rayas; pero su vestimenta estuvo muy bien, ya que se nota que se molestó en buscarla, pero no encontró exactamente lo que pedían; encontró algo muy parecido. Así que, bien.

   • Otro de los últimos es Javier Díaz, quien representa a Don Manuel. Su vestimenta es la adecuada, ya que pega muy bien con el personaje; consta de una gabardina negra y un bastón; el único detalle que le falta es el sombrero.

   • Más adelante, le llega el turno a la actriz Elena González, quien tuvo una vestimenta impecable, tal cual como redacta el guión: un vestido conjuntado con unos zapatos, todo muy cuidado.

   • De nuevo, tenemos a Javier Díaz quien ahora representa a Fernando hijo. En este caso no le falta ningún detalle en la vestimenta todo perfecto tal como la directora ordena.

   • Y por último le toca el turno de nuevo a Paula Núñez, quien da vida ahora al personaje de Carmina hija. Su vestimenta, en este caso, no es tan perfecta como la vez anterior, ya que lo lleva todo muy bien, muy acicalada, como dice el gión, pero sale a escena en zapatillas, lo cual viéndola tan arreglada llama algo la atención y estropea un poco la estética del personaje

En conclusión:

1. La directora. Según los propios críticos para la ocasión, el trabajo de Andrea no se vio del todo correspondido por algunos actores que no le hicieron mucho caso: algunos, ni vestimenta, ni maquillaje..., a pesar de que todo estaba muy detallado en la redacción inicial de los papeles de cada uno y cada una (texto en PDF). Como la misma directora dice, “¿qué quieres, que les ponga una amonestación? Tiene razones: lo tenían todo muy definido, pero algunos/as no dieron el tono adecuado. No tiene ella la culpa, claro.

2. La presentación previa. Tras la ausencia de una presentadora prevista (Lara, que no dio explicaciones) ya se trastocaron bastante los momentos iniciales: se prestó voluntaria Paula Gutiérrez que, con su carácter siempre dispuesto a improvisar, solucionó el problema. Como era poco texto, podían haberlo memorizado más o menos, y la presentación hubiera quedado más graciosa, menos escolar. Ciertamente, como dice el crítico Rubén, bien nos podían haber presentado las caras de los actores al tiempo que los iban nombrando. Nos hubieran sacado de intrigas. Aunque como varios no iban disfrazados, no se perdió gran cosa...

3. El escenario. Habíamos quedado en que habría unos decorados, sobre todo para tapar los cristales. Como dice Patricia, el escenario, deja mucho que desear: no hubo más decoración que la escalera real. Ello fue decisivo a la hora de sacar las fotos: al brillar el sol, no hubo forma de evitar el contraluz, por lo que ni desde ángulos distintos se pudieron sortear sombras y brillos excesivos. Como la escalera fue real, parte de las fotos quedaron aceptables por debajo del rellano iluminado.

Los personajes en concreto: vestimenta, atuendos, lenguaje, gestos...

Personajes y actores. Bastante puntillosa la valoración: sin duda Raquel Romera fue quien mejor se metió en su papel, moviendo las reacciones del público, con su sartén en la mano a punto de estrellarla sobre la cabeza que amenazaba; siguió las instrucciones de la directora al pie de la letra; muy bien, aunque en esa época no había playeros, claro... (tal vez los hubiera adelantados en Palaciós, no sé...). Con su arremango y sus tonos impulsivos, nos imaginamos la decisión de Paca en la obra.

Algo parecido se dice de Paula Núñez en los dos papeles: Doña Asunción y Carmina hija. Muy bien en los dos, aunque su carácter tan jovial la obliga a reírse hasta cuando debería estar un poco más seria por el contexto escénico. Muy bien la escena final, con Fernando hijo, cuando éste le suplica que sin su apoyo nunca podría realizar sus sueños. Nos imaginamos los ojos de Carmina que brillan optimistas en Paula, pues parece dispuesta a mejorar el futuro de Fernando. Tal vez, la intención solapada del autor teatral.

Se sabía Daniel las palabras de Fernando, no usaba papel para guiarse, lo tenía estudiado y memorizado bastante bien. En cambio, como acostumbra en el aula cuando habla en público, movía continuamente los pies, desdibujando el personaje más serio de Fernando; vestimenta bastante adecuada. Buena, igualmente, la actuación de Javier en los dos papeles de Don Manuel y Fernando hijo: su dicción fue un poco atropellada a veces, pero muy metido en su personaje de la escena final con Carmina. Con el sombrero para Don Manuel, hubiera subido un ápice actuación. Elena, como tampoco puede contener su vitalidad jovial, estuvo muy bien en las zalamerías de Elvira a su padre, pero no se le podía haber escapado tanto la risa en los momentos de apuros y más serios; muy bien, la vestimenta, impecable –valora Patricia.

Otros personajes ya estuvieron mucho más colgados del texto escrito o del apuntador, Adrián que, sin duda tuvo mucho, demasiado trabajo, apuntando en ocasiones a diestro y a siniestro. Carmen, muy bien disfrazada, con arremango, nos hubiera hecho imaginar mejor a Carmina, si se hubiera reído menos y los gestos fueran más pausados. Paula, muy bien disfrazada, bien los tonos, bien su adecuación a los problemas de Paca, pero demasiado pendiente del texto que llevaba delante y del apuntador. Generosa, Tamara, bastante seria, salvo excepciones; no llevaba la vestimenta recomendada por la directora.

En fin, Olivia tuvo que improvisar mucho también. Carlos, bastante serio, con espontaneidad fuera del texto escrito; bastante bien, la vestimenta. El papel de Urbano, sin atuendo adecuada y leyendo constantemente el texto, quedó del todo desdibujado; para nada siguió las instrucciones de la directora, y así salió la cosa (dice Patricia). Pero la obra se entendió y los actores por una hora de clase parece que lo pasaron bomba. No cabe duda: algunas se seguirán riendo por mucho tiempo. Eso también es bueno..., pero sólo en su contexto, claro.

A modo de síntesis, también

En definitiva, la cosa está muy clara: la representación fue la que fue, bastante aceptable, y sobre todo entusiasmada (no todos los cursos y grupos leen una obra teatral y la representan). Muy de agradecer la colaboración de unos cuantos y unas cuantas, como se acaba de especificar, y como dejan con sinceridad los dos críticos muy responsables y lejos de partidismos: Patricia y Rubén. Son de agradecer esas buenas actitudes individuales y de equipo, cuando tienen lugar a lo largo de un curso y en unas clases prácticas, de otros rollos más teóricos. No siempre ocurre así.

Los que no quisieron seguir las instrucciones de la directora, tienen el saborín de no haber querido hacerlo del todo adecuado (hay que aprender a trabajar en grupo y colaborar con los compañeros y compañeras, aunque se trate de una simple actividad virtual, un ensayo teatral). Se hizo lo que se pudo. La sintaxis, las otras lecturas, los temas..., no permitieron más lujos. Hubo una representación organizada por el propio grupo (todos y todas más o menos implicados), y eso no es poco en estos tiempos. Gracias por vuestra colaboración, hasta en esta escalera del edificio.

Pasar al texto en PDF de la dirección,
por Andrea García Pola

Ver representación de 2º B

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