Etiquetas, palabras clave, tags: Venancio Martínez, médico, pediatra, RIDEA, Humanismo médico, publicaciones
"Hemos de considerar tres categorías de autores que ahora convergen en nuestro interés. Los médicos pertenecientes al mismo, que han dejado constancia de su actividad en forma escrita y mediante conferencias. Aquellos compañeros que sin ser miembros del Instituto han dado a conocer sus estudios a través de él. Y, por último, las personas ajenas a la profesión que desde este centro han tratado asuntos médico-sanitarios, en algunos casos añadiendo obras fundamentales a la historiografía de nuestro colectivo. Todos han sido incluidos en este estudio" (Venancio Martínez)
El humanismo médico en el Real Instituto
Venancio Martínez.
Real Instituto de Estudios Asturianos
Oviedo, 2021( borrador de la páxina en construcción...)
A) El autor
Venancio Martínez Suárez (Navia, Asturias) es licenciado en Ciencias Biológicas, doctor en medicina y profesor de la Universidad de Oviedo. Ejerce como pediatra en el Centro de Salud "El Llano" de Gijón. Ha tenido diferentes puestos de responsabilidad en sociedades profesionales, organismos técnicos y fundaciones de ámbito regional y nacional.
Hasta la fecha ha participado en doce proyectos de investigación con financiación oficial. Es Miembro de Número Permanente electo del Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA) y pertenece, como Investigador Titular, al Instituto Feijoo de Estudios del Siglo XVIII. Además, forma parte de la Asociación Española de Médicos Escritores y Artistas.
B) El libro del RIDEA
Un trabajo imprescindible, el del doctor Venancio Martínez, a la hora de conocer, valorar, entender..., la importancia de la investigación humanística por parte de los médicos asturianos en la historia de la medicina regional. Un estudio pormenorizado de todos aquellos médicos que pertenecieron, o siguen perteneciendo al RIDEA.
Toda una nómina de médicos, que colaboraron, o siguen colaborando, expusieron sus ideas, técnicas de trabajo, perspectiva humana en el desarrollo doble de su profesión: la historia de toda una práctica de la ciencia médica, del saber más técnico en sus distintas especialidades, pero a la par de atención más humanitaria, etnográfica, etnomédica, también en el tratamiento del paciente.
Un libro, el de Venancio, con muchas perspectivas y cualidades combinadas: lectura amena, documentación biográfica y bibliográfica, recopilación científica, discurso fluido, estilo divulgativo a un tiempu... En su conjunto, un libro muy organizado, que bien podría tratarse de una tesis doctoral recopilativa de la labor médica asturiana para presentes y futuras investigaciones.
C) El estilo discursivo del trabajo
A través de las páginas del libro, se puede ir reconstruyendo todo un paisaje humanista, en ocasiones poco asoleyáu, que fueron construyendo, como pioneros en muchos casos, tantos médicos estudiados a lo largo de las doscientas y pico páginas de la investigación.
Porque, de la lectura de esas páxinas fluye un discurso sintáctico, semántico, muy organizado: frases más bien cortas en lo posible, puntuación abundante, párrafos coordinados y progresivos, contenidos intensos, resumidos, léxico trasparente...; imágenes ilustrativas, exhaustividad de médicos con sus publicaciones en la historia del RIDEA.
Bien merece el libro una presentación y distribución adecuadas, tanto por el trabajo personal del autor, como por la propia labor específica profesional del gremio; o por esa cualidad que siempre admiré en los médicos: esa precisión, que se diría casi quirúrgica, con intención didáctica, en ese estilo divulgativo que caracteriza a esos escritores más allá de su especialidad profesional.
Por algo, se creó su específica Academia para recordarlo, recordarlos, y para que sigan creando y divulgando: la Asociación Española de Médicos Escritores y Artistas (ASEMEYA).
D) Una lectura personal del trabajo: la perspectiva etnográfica de los médicos en el RIDEA. Unos cuantos criterios de clasificación, a modo de ejemplo:
- humanismo altruista, como Álvarez Builla, Eduardo González, Joaquín Fernández, o Rafael Sarandeses, de quien dice Venancio, por ejemplo:
"Puso de relieve enseguida, y durante toda su vida médica una vocación decidida fundida en una inmensa cordialidad, y en un sentido humano de la vida, lo que unido a sus inquietudes científicas, literarias y sociales, y la virtud de caridad de continuo ejercitada entre sus pacientes cualquiera que fuese su condición, sobre todo con los más humildes, le granjearon el cariño y la admiración de cuantos le conocieron”. En palabras de Melquiades Cabal, “la medicina fue la gran vocación de su vida; después su inclinación literaria y su gran formación humana”. Entre sus méritos y adornos profesionales está el de haber sido el primer médico titular de la Beneficencia municipal de la ciudad. En 1926 era decano de la Beneficencia Provincial y en 1928, “por propia voluntad” se jubila con setenta años. Según el doctor Cabal, “tanto en la Beneficencia como en sus cargos en las empresas industrial asturiana santa Bárbara
y la sociedad española de explosivos se muestra como médico competente y desinteresado”. (p. 41). - preocupación por la infancia: como Jesús Martínez, Manuel Crespo, García Oliveros, por ejemplo:
"Su amigo Jesús Martínez recuerda que [García Oliveros] “dedicó toda su atención a las enfermedades infantiles cuando todavía no se había preconizado una titulación específica para ejercer la pediatría” […] “inaugurando aquí una nueva etapa brillante y difícil entregado a resolver los problemas de la patología de los niños”. (p. 48).
- preocupados por la vida de las madres de leche, de aquellos tiempos, como Junceda Avello:
"Aborda el estudio qué cualidades habían de reunir las “madres de leche” para la crianza de los infantes, cómo influían la gestación temprana y la endogamia en la mortalidad de los niños, por qué se aconsejaba el uso de amuletos para los lactantes, cómo transcurrían las horas previas al parto,…" (165 ).
- muy conscientes de la situación sanitaria, entonces, de los niños y las madres, como Avelino González:
"Interpretando lo que sería el sentir de don Avelino afirma que este “se horrorizaría ante las escandalosas cifras de abortos”, ya que […] “era un enamorado de los niños y de las madres. la Gota de Leche la creó para acoger a las madres desamparadas. Y las guarderías, para cuidar a los pequeños mientras ellas iban a trabajar” (Cuca Alonso: 79).
- la ginecología y el trabajo, con su investigación en equipo, como Enrique Martínez:
"“La vastedad de conocimientos obliga al ginecólogo, como también a otros especialistas, a que tenga que estar en continua formación, como un estudiante, hasta la muerte. Sus propias limitaciones personales deben completarse con la eficiencia del equipo. uno vale lo que valen sus colaboradores. la época del divismo ha pasado”
28" (p. 167). - investigando una alimentación sana, la gastronomía equilibrada, como Grande Covián, por ejemplo:
"Desde su regreso a España, tras su prolongada permanencia en EEUU, creció su popularidad fuera de los ambientes científicos como divulgador de los temas de nutrición, sensibilizando a la población a favor de una dieta moderada y equilibrada. “Le gustaba hablar a la gente y hacerse entender”, recordaba su amigo y médico personal Pedro Mata, su colega y también compañero en el Ridea severo ochoa se expresaba respecto al doctor Grande Covián, “figura señera de la intelectualidad española y cuyo renombre y prestigio en el campo de la nutrición son de envergadura internacional” (p. 63)."
- un trato más directo con el enfermo, la atención esmerada del médico de cabecera, como Melquíades Cabal:
"En un gran retrato del sujeto, el doctor cabal dice que “la conducta del Profesor D. Joaquín García Morán, ya como cirujano o bien como persona, se puede considerar como la de un hombre pleno de humanismo. siente y ama a los demás, en especial al humilde; por eso ha logrado en la vida lo que solo algunos han conseguido tener, el reconocimiento grato de cuantos hemos tenido la suerte inmensa de tratarle y conocerle”. […] “No solo enseñaba a sus numerosos discípulos cirugía, con ser lo esencial, les aleccionaba sobre cómo debería actuar el médico ante el enfermo, con palabras que abrían al diálogo, ocasión propicia para una conversación fluida, franca y modesta, a la vez que sincera” (136).
- una perspectiva etnográfica, etnomédica: como Fernando Landeira, Juaquín Fernández; en palabras de Jesús Menéndez Peláez:
"Los que compartieron con él [con Juaquín] su dedicación asistencial saben que cumplía sus obligaciones al modo de los viejos médicos de cabecera, conociendo a todos sus pacientes -a los miles que ha atendido-, sus hechos y sus problemas; que los acompañaba en sus preocupaciones de modo diligente y responsable, con un medido sentido del humor que delataba su personalidad y comunicaba una entrega de afecto que ellos siempre le supieron agradecer." (p. 191 s)
Y en palabras del propio Juaquín:
"Un paciente es un señor que padece algo. La base del ejercicio médico es la palabra. hablar con el paciente y conocer así qué tiene. lo exploras, y eso lleva una hora, y todo lo diriges a esa hipótesis de trabajo”. el médico de familia, remata su exposición, “será la figura médica más importante. Será el filósofo del sistema. el médico del futuro se dedicará sobre todo a hablar y a tocar al paciente” (p. 195).
- bablistas, como García Oliveros, por ejemplo:
"En sus apetencias librescas, la especial atención que prestó al bable hace que sea considerado como uno de sus conservadores más fieles entre los de su generación. él mismo fue escritor en esta lengua e intensificó cuanto pudo la búsqueda de sus testimonios escritos, y gracias a él han perdurado una serie de impresos y manuscritos que de otro modo tampoco existirían hoy... cultivó en especial la poesía festiva, habiendo sido asignado a la llamada Xeneración de la posguerra; y colaboró en periódicos y revistas con el seudónimo AGO.." (p. 51 s).
- costumbristas, compromiso social, como Carlos Rico:
"Como definición de lo que ha sido una de sus principales actividades profesionales había escrito: “[…] el médico que se precia de sentir la medicina en sus relaciones y proyección sobre la colectividad debe ser costumbrista, humanista y he aquí, como sin darse cuenta, trata temas y cuestiones directamente relacionados con el ejercicio de una profesión social y con la sanidad, que es la medicina de la colectividad sana” (144)."
- naturalistas, como Argumosa y Valdés:
"Del doctor argumosa debe destacarse su dedicación al estudio de la naturaleza, con reconocidas publicaciones en el campo de la botánica y la ornitología, de la que es considerado un pionero en Asturias. Su afición le llevó a escribir un par de obras sobre plantas medicinales y otro par sobre pájaros de nuestra región.... Una primera de perspectiva histórica y justificativa de la relevancia de su afición (Investigaciones botánicas en Asturias), dos siguientes descriptivas y a modo de índice o registro de especies (Flora criptogámica y Flora fanerogámica), y una cuarta, para nosotros más interesante, sobre la Recolección de plantas medicinales, en la que delimita la relación entre farmacognosia (“que establece la base científica del empleo de fármacos”) y la farmacoergasia (“cultivo y recolección de plantas medicinales”), señalando para el origen de esta actividad el empirismo popular de “muchos conocimientos sobre las virtudes medicamentosas de los simples, como claramente nos enseña la farmacohistoria” (p. 87 ss)."
- el amor por la tierra, como Tolivar Faes, Grande Covián, César Fernández, del que leemos:
"El propio autor [César Fernández] justifica su trabajo en las siguientes palabras: “Una curiosidad impulsada por el cariño a la tierra en que nací me llevó en épocas de descanso estival a recorrer mi provincia en busca de datos, y en compañía de cordiales amigos, hacer nuevos contactos amistosos, a recopilar noticias dispersas en múltiples publicaciones, a escribir infinidad de cartas, y a tratar, en suma, de reunir material de trabajo que me permitiera elaborar, más lentamente de lo que yo hubiera querido, una historia médica del Principado de Asturias, labor de conjunto que no se había realizado, sobre todo en el aspecto biográfico, y por eso mismo me resultaba sugestivo” (127)"
- historiadores locales, como Guillermo Lorenzo, Tolivar Faes...:
"Puede decirse que [Tolivar Faes] llegó a alternar magistralmente el oficio de la medicina y su pasión por la historia de Asturias, por la historia concreta y particular, “esa historia que hace comprensible y dota de componente humano las decisiones que después analizan los historiadores [...]. Resultado igualmente de una ingente labor como investigador y divulgador de la cultura asturianista son las numerosas entradas aportadas a la Gran enciclopedia asturiana, obra grande por extensa y por su contribución como referencia principal a nuestro acervo bibliográfico. Entre otros de sus trabajos destacan sus Hospitales de leprosos en Asturias durante las edades media y moderna (1966, reeditado en 2008), que fue su tesis doctoral, José Robles, pintor de Asturías (1984) o El reverendo José Towsend y su viaje por Asturias en 1780 (1986). Tolivar hace una contribución importantísima a la recuperación y divulgación de la Historia Natural y Médica de Gaspar casal” (106 ss)”.
- localistas y universalistas al tiempo, como Francisco García Díaz, Severo Ochoa, de quien leemos en el libro:
"Asomarse a la obra de Ochoa es constatar la fuerza creadora de una vocación capaz de superar obstáculos hacia el “triunfo de descubrir”. […] “La pasión por lo sencillo, la afición al arte, su gusto por la música y la pintura, complementan su vida con un fondo humanístico y entrañable. era un hombre de pocas palabras y mucho corazón, preciso en sus juicios y conciso en sus definiciones”. […] “El entusiasmo por la ciencia y el concepto de la patria eran vibrantes en Ochoa, empapados de un silencio elocuente”. “Severo Ochoa es otro ejemplo eminente de asturiano cabal que conciliaba el universalismo con el localismo” (Eduardo González: 151)."
En fin, un libro el de Venancio Martínez que va desarrollando en sus doscientas y pico páginas aquellos objetivos planteados al principio, para llenar una laguna, en esa imprescindible aportación de los escritores médicos a otras investigaciones del RIDEA: la historia médico-sanitaria asturiana; y ello, desde la óptica más humanística, humanitaria, divulgativa, a través de las numerosas publicaciones por esta treintena de médicos, en las distintas modalidades y estilos propios y de la institución asturiana. Un libro, en definitiva, que abre muchas ventanas a la investigación multidisciplinar, tan necesaria en estos tiempos.
E) En palabras del autor
"El procedimiento que hemos seguido consistió en la extracción del total de miembros vinculados al Instituto la relación de profesionales de la medicina, teniendo en cuenta el año de su incorporación, su posición dentro de la institución (como correspondientes, de número, de representación o de honor) y la especialidad, realizando un análisis cuantitativo de la contribución a sus actividades, el índice de sus publicaciones, leyendo o releyendo muchas de ellas, y considerando su participación en los programas de conferencias.
Revisamos los expedientes de ingreso, la amplia colección de Boletines y sus suplementos, los libros y cualquier otro tipo de obras, y las Memorias Anuales depositadas en los archivos. Hicimos una cala con el ordenador para rescatar su bibliografía básica, utilizando índices temáticos y buscadores de uso común, identificado artículos profesionales, trabajos de recapitulación, comentarios en revistas indexadas y notas periodísticas.
Aparte hemos hecho un esfuerzo para obtener y consultar referencias indirectas; es decir, citas utilizadas por algunos comentaristas pero de escasa difusión y que no están disponibles en las bases de datos de acceso abierto" (p. 10)
(páxina en construcción...)
Volver a Índice alfabético de contenidos de la páxina