Costumbres, tradición, gastronomía, trabajos rurales, vida vaqueira, saber popular

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LA VEGA'L REY

Publicado en el libro
Por los pueblos de Lena
(pp. 142 ss).
Julio Concepción Suárez.
HiFer, Oviedo, 2014.

A) El pueblu

Lugar de la parroquia de Castiecho (Lena), situado entre La Vega'l Ciegu y Campomanes. Algunos barrios del poblado son también en parte significativos: Los Nozalinos, El Farón, La Fría, Suviña, La Malata (desaparecida institución hospitalaria entre La Pasarela actual y la Estación de Renfe). Dista 4 kms. de la capital municipal, y se sitúa a unos 380 ms. de altitud. Tiene una población de 88 habitantes. Castellanizado en La Vega del Rey, pero no en el uso diario de los nativos.

Carlos y colegas, unos años antes...

Una vez más un nombre discutido con el tiempo. Puede que en el origen del topónimo el nombre Rey nada tuviera que ver con rey de corona alguna, sino con el riegu, el río, el valle del Lena a su paso entre aquellas vegas espaciosas entre las pendientes y los altos de los cordales a ambos lados: un derivado de la voz prerromana *recu, 'curso de agua', aplicada a tantos lugares con arroyos o simples canales del terreno (Sen de Rey, El Preu'l Rey, La Reina..., en el mismo concejo lenense sin ir más lejos). Hay Vega de Rey en Tineo.


La Fuente la Rasa Baxo:
destino de la leyenda
del Puzu Chago
(foto prestada por Manolín)

La vega del río, en definitiva, con la interpretación popular después, siempre en busca de orígenes más o menos reales, nobiliarios, fantástciso.... La Vega'l Rey celebra La Fiesta Santa Cristina entre el 25-30 de julio.

Parte ya publicada en el libro
Por los pueblos de Lena
(pp. 127).
Julio Concepción Suárez.
HiFer, Oviedo, 2014.

B) La Malata

La Malata se recuerda como el desaparecido poblado entre el antiguo puente de madera y la Estación de La Cobertoria, pasado el río Lena. Hasta los años setenta, hubo dos viviendas, aunque ya eran construcción de Renfe. Más arriba, estaba el puente de piedra que conducía a Palacio y a Felgueras. Vecinos de media edad en La Vega’l Rey recuerdan los restos de edificación de La Malata: una amplia planta rectangular con suelo de chábanas, empedrados, algunos tabiques..., a última hora, ya cubiertos de zarzas.

En realidad, se llamó La Malata a toda la zona que se extendía entre el Puente metálico actual y la Estación, hoy bajo la Autopista a Campomanes. Entre el río y la carretera estaban las güertas de la institución: uno de tantos lugares, al lado de las vías de comunicación principales, destinado a la curación de enfermos.

El antiguo edificio de La Malata se situaba justo frente al pequeño conjunto de casas vieyas junto al nuevo cauce del río. Sobre los restos antiguos se construyeron las citadas viviendas de RENFE. Se recuerdan algunos vecinos, como Josefa la Malata; o José Montero, Carmen Esteban... Las fincas de La Malata (tierras de semar, güertas, irías...) se prolongaban por todo lo que ahora ocupa Renfe: vías, almacenes, materiales, central eléctrica...

La Malata de La Vega’l Rey se confirma en parte con la documentación oral: se dice que era ‘hospital’, que atendía a los caminantes, que sus posesiones se extendían hasta La Vegal’Ciegu, por ambas riberas del río Lena..., y que el edificio terminó cuando comenzaron las obras de la Renfe. Todo hace pensar que se trate del supuesto hospital (documentado por escrito) que, en algunas guías jacobeas, se supone en La Vegal’l Ciegu.

La confusión del lugar, tal vez se deba al hecho de que sólo se cita la cabecera parroquial (Castiecho). En La Vega’l Ciegu no se recuerdan datos orales sobre hospital alguno allí supuesto. Más bien sería en La Malata, de La Vega’l Rey, por tanto (lat. male; it. malata, ‘enferma’). Un rústico hospedaje donde se curaría a la antigua usanza, y con los escasos recursos que permitían los tiempos.

C) La documentación escrita sobre las malatas, los malatos, los lazaretos

Una malata es un lugar, ya medieval, que se continuó hasta finales del s. XVIII como albergue dedicado al hospedaje, atención, mantenimiento..., cura de las personas con enfermedades contagiosas, y en especial con lepra; el malatu, los malatos..., con unos cuantos topónimos para recordarlos: La Malata, La Malatería, El Picu'l Malatu, Los Malatos....

Tolivar Faes hace un estudio muy documentado de este tipo de hospitales en Asturias (1966), donde precisa, por ejemplo, su situación y distribución geográfica:

"Con una gran frecuencia, que sobrepasa la tercera parte de las malaterías, vemos que éstas se hallan enclavadas en el límite de dos concejos [...]. La cosa puede explicarse por el simple hecho de que los límites de los concejos suelen apoyarse en accidentes geográficos que a su vez son especialmente aptos para el establecimiento de leproserías, como los collados, los valles angostos, los desfiladeros y los ríos, por ser estos sitios paso obligado y comunicación única o principal entre dos concejos " (p. 258). No obstante, queda otra ubicación más apartada, en aislamiento relativo:

"[...] la tercera parte de esos lugares corresponden a pasos de montaña, sitios altos y apartados, en los cuales se buscaría no sólo el aislamiento de las poblaciones y la proximidad a los caminos importantes, sino también un aire más sano, con el que los malatos se hallasen aliviados de su enfermedad... (p. 299). Para concluir:

[...] Llegamos también a la conclusión de que el aislamiento fue, en los siglos que duraron las malaterías, la única medida utilizada en la lucha contra la lepra, aunque ese aislamiento entre nosotros fuera my relativo a pesar de las ideas de infecciosidad y contagio" (p. 336)'

D) Las palabras: male, malatu, malatería, maladía...

En la etimología,  la voz malata procede del lat. male ('enfermedad'), tal vez, a través del italiano malata (enferma); sufijo -ata (acción, cualidad); sufijo -ería (relacional). El Diccionario de Autoridades del s. XVIII recoge ya la voz MALATO, como “Hospital de San Lázaro, fundado por el Rey Don Alfonso, para curar gafos, llagados y malátos de todo el Arzobispado” (ibid.).

De ahí, el término malatería que recoge Corominas como asturiano, y sinónimo de ‘lazareto’; y malatía, ‘enfermedad en general’ (v. III, p. 748); precisa el autor que se trata de “italianismos tempranos, explicables por la abundancia de leprosos en el Levante”; de la etimología latina male habitus, ‘el que se encuentra mal’ (ibid.).

Y otros términos para designar a los enfermos de lepra o similares tiempo atrás, muchas veces ya sólo presentes en los nombres de lugar que recuerden los vecinos de la zona: lazaretos, corros (tal vez porque los aislaban en corros, cabañas separadas de los poblamientos), malatos, lacrados, lazrados, lázaros, lazrades, sarnosos, gafos, gafuras...; de los nombres de la enfermedad correspondientes: gafura, malata, llaceria..., y parecidos. Ver lazareto.

En varias ermitas en relación con las malatas llevan por patrono a San Roque, que se dice amparaba a los enfermos del camino, que le tenían por ello gran devoción .


La Virgen de la O:
aquella forma tan discreta
como didáctica de enseñar algo también
(la maternidá de la Virxen)

Para más información, ver
Diccionario Geográfico de Asturias.
Ciudades, villas y pueblos.

Editorial Prensa Asturiana.
Colaboración de Julio Concepción Suárez.

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