Costumbres, tradición, gastronomía, trabajos rurales, vida vaqueira, saber popular
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Porque...

"Y también es posible que una tarde de hastío,
como florece un surco, te renazca un afán,
y aprenderás entonces que hay cosas como el río
que se están yendo siempre, pero que no se van..."

(José Ángel Buesa)

Foto de vaqueros nel puerto, prestada por Juaninacio el de Zurea..

Fotos de la páxina Web: unas cuantas, entre cientos y cientos...

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(pie de foto). A sus anchas, sensaciones y sentidos flotando sobre las espumas del río Valgrande: el aroma de las fayas, el murmullo de las aguas, el tacto de la brisa tras el bocata.


Foto casi al filo de la cumbre mediana: los tonos de las rocas, que dan los musgos, los líquenes, las flores nacidas por los altos al sabor de las calizas y en la pureza cristalina de los aires tan puros, sin rispiu de contaminación alguna, nin migaya, vamos...


El tacto del paisaje, pero con cuidado: acariciar, siempre por la cabeza -bien nos advertían güelos y güelas-, nunca por detrás del caballo o de la yegua, del potrín...; pudiera asustarse y producir la desgracia; y con niños..., pa qué cuntar nin alvertir más...


El paisaje compartido, tan lexos de pizarras y ventanas: cuatro güeyos siempre vieron más que dos... Y, nesti casu, bastante más gayasperos y gayasperas, por supuestu... (encaramaos nel canturrial, nun se aburre naide: pocas gracias...).

El infinito al atardecer...


Foto ya en la cumbre, recuperando oxígeno y vistas sobre los abismos del Cares.

Foto del pastor en los altos de las cabañas: la seguridad que da el saber de quien sigues los pasos entre la nublina, si acaso, más ciega de la xornada: impagable privilexiu..


Con la perspectiva que siemnpre dan los altos, más allá de valles, minudencias, intrigas palaciegas, distancias...


Y con la placentera perspectiva tan multióptica que se columbra desde la cumbre


Foto de la seronda en el cordal, ya a la vuelta de las brañas y las mayadas