"A mis doce años de edad estuve a punto de ser atropellado por una bicicleta. Un señor cura que pasaba me salvó con un grito: ¡Cuidado! El ciclista cayó a tierra. El señor cura, sin detenerse, me dijo: Ya vio lo que es el poder de la palabra? Ese día lo supe.

Ahora sabemos, además, que los mayas lo sabían desde los tiempos de Cristo, y con tanto rigor, que tenían un dios especial para las palabras. Nunca como hoy ha sido tan grande ese poder. La humanidad entrará en el tercer milenio bajo el imperio de las palabras".
(Gabriel García Márquez)

Algunas técnicas para
hablar mejor en público

0. La expresión / exposición oral: planteamiento útil.

Parte del supuesto real (o virtual, si prefieres) que en tu vida estudiantil y profesional muchas veces te vas a encontrar en la necesidad inevitable de tener que hablar en publico con ocasiones diveresas, y más o menos serias o lúdicas: exponer un tema en clase, presentar las fiestas de tu barrio o de tu pueblo, responder en una enrtrevista de trabajo, vender a un público específico, hacer un examen final... En la era de la comunicación y de los recursos digitales, una buena parte del trabajo o de las aficiones personales están marcadas por los medios audiovisuales.

Por esto, es conveniente realizar simulaciones virtuales (posibles, irreales) como ejercicio previo para cuando las exposiciones sean reales y decisivas para la vida personal (individualmente o en equipo). Para todo hay unas técnicas y cientos de libros que facilitan estas técnicas. En internet puedes localizar cientos de páginas y foros en los que te dan muchas pistas y te facilitan la labor inicial: romper el hielo, el miedo escénico que se dice hasta entre los propios actores de teatro, locutores de radio, televisión... Para todo hay técnicas, el caso es dar con las propias: las únicas quee nos servirán en definitiva. Hay varios tipos de exposición oral.

a) Exposición individual.

•  Formas adecuadas para saber estar. Comunicar nuestras ideas, sentimientos, lecturas, escritos. en público también requiere su tiempo de aprendizaje: saber estar, controlar gestos y nervios. Una simple exposición en el grupo de la clase en los primeros niveles, una pequeña charla. una conferencia más larga y preparada más tarde, no se improvisa, hacen falta muchos ensayos antes. Tenemos que empezar a valorar el tipo de público que tendremos delante, el espacio de actuación, los medios audiovisuales si me hacen falta.

Con el paso del tiempo, la prueba es evidente: dentro del aula son muchos y muchas los que levantan la mano cuando hay que leer en público, exponer las actividades. Pero ya se ven menos manos y más caras cabizbajas sobre el cuaderno, cuando se pide que alguien salga con sus esquemas al encerado. Y el silencio (o el revuelo) puede ser casi absoluto si esa misma actividad tan trabajada se va a exponer en la biblioteca antes todo el instituto, con motivo de cualquier jornada cultual, una celebración del Día del libro. La cosa cambia.

•  Habilidades orales desarrolladas. Abundan los recursos para aprender desde bien pequeños (y cuanto antes mejor) a expresarse en público. Pequeños truquillos nos van dando seguridad para enfrentarnos al vacío del escenario (el miedo escénico que bautizaron también algunos). A modo de ejemplo: elaborar un pequeño esquema a modo de chuleta; ensayar en voz alta en casa cuando uno está solo, y ante el espejo.; acostumbrarse a hacer pausas para la respiración y relajación de tensiones; controlar los gestos y movimientos nerviosos.

Resultan especialmente tranquilizadores desde el principio, formas de captar favorablemente la atención del público desde el principio: contar una anécdota, poner un ejemplo impactante, novedoso, como justificación de lo que se va a decir; contar alguna experiencia personal o ajena; implicar al público con alguna pregunta intrigante de vez en cuando; valorar una respuesta ingeniosa de algún participante.

Se puede terminar con una exposición sugerente, con una proyección del tema en el futuro: citar una bibliografía específica más o menos divulgativa; recordar algunas páginas web prácticas; dejar el correo electrónico personal por si alguien quiere hacer alguna consulta en el futuro. Y cerrar la intervención con un coloquio final, para las dudas y aclaraciones que hubieran podido quedar pendientes o poco desarrolladas.

•  Estilos de cada uno y cada una. La expresión oral resultará tan motivadora como la escrita (o más, incluso), cuando se vuelve igualmente comunicativa: pronunciación cuidada, velocidad de dicción moderada, sobre todo en los contenidos más abstractos o complejos; volumen de voz que nunca sea monótono; léxico muy adaptado al nivel del público; frases más bien cortas; una sintaxis sencilla, sin largas oraciones subordinadas, sin pronombres que se presten a posibles ambigüedades en el contexto. (mejor repetir el sujeto, especificarlo).

b)  Exposición compartida.

•  Contexto comunicativo. En otras ocasiones, nuestra expresión oral se va a desarrollar en interacción con otros y otras en la tertulia o en el escenario: la misma conversación espontánea de cada día; un diálogo telefónico, una entrevista preparada o imprevista; una tertulia de café o por la radio; una mesa redonda en la Casa Cultural del pueblo; un foro tras la película de cine; una teleconferencia por interné. La expresión aquí va a ser dividida y, en consecuencia, tendrá que ser dosificada: no podemos hablar todos a la vez, habrá que escuchar y alternar las voces.

•  Turnos de intervención. El control de la expresión oral implica unos turnos de la palabra, que conviertan a los contertulios en emisores / receptores alternativamente y de forma equitativa. En principio, se supone una escucha activa, que ya evitará repeticiones, insistencia en aspectos ya tratados, que alarguen los tiempos y aburran a los oyentes. El respeto a la palabra resultará así menos interrumpido. Saber hablar implica saber escuchar primero: decir algo nuevo, contestar al interlocutor, no repetir lo ya dicho.

"El acto de tomar la palabra no es en realidad ... ni un acto libre ni un acto gratuito. No es libre, en el sentido en que se deben respetar ciertas condiciones para tener el derecho a hablar, y a hablar de tal o cual manera. No es gratuito, en el sentido en que cada acto de habla debe presentarse como motivado, respondiendo a ciertas necesidades o persiguiendo determinados fines... En la medida en que hablar a alguien signfica reclamar su atención, no se puede hablar razonablemente al otro más que de lo que se supone le interesa. De lo contrario, uno se expone a réplicas como ¿Si crees que esto me interesa?, que ponen en duda la legitimidad misma del acto de enunciación realizado, y el derecho del locutor a hablar como lo ha hecho" (Oswald Ducrot).

A. Antes de hablar: planteamiento de lo que vas a decir

1. Sitúate en una realidad inicial: una cierta tensión, típicos nervios al principio es algo, incluso, positiva:; la tensión despierta, tonifica, pone en vigilancia todos los recursos del cuerpo y de la mente. El peligro está en pasarse de revoluciones�: hay que controlarse.

2. Preocúpate por conocer previamente (un poco, al menos) el tipo de público que te va a escuchar: lugar geográfico y social, nivel cultural, actividad profesional, intereses... Según quien te escuche, hablarás de forma distinta.

3. Plantéate con claridad tu actitud en el discurso: decir algo nuevo, interesar a los receptores desde el principio, mantener su atención en adelante, satisfacer su expectativa. La comunicación implica siempre hablentes y oyentes.

4. Lleva el tema estructurado de la manera adecuada a cada tipo de receptores: notas, apuntes, equema, tabla, cuadro sinóptico, diagrama, fotos...

5. Repasa, en casa, el tema asociado: primero, ayudándote del esquema; después, sólo de la memoria asociativa.

6. Ensaya el tema en voz alta: famosa técnica ante el espejo (nadie te va a ver...), o ante compañeros, amigos... O tienes a tu madre, a tu padre... como únicos espectadores.

7. Graba la exposición (o una parte) en el magnetófono, en video...y escúchate luego despacio: observa las incorrecciones, lagunas, nervios... Corrígete poco a poco

8. Finalmente, es muy útil el powerpoint, es un recurso generaliado: unas cuantas diapositivas, con su texto al lado correspondiente, con unas transiciones amenas, colores, fondos... Todo lo que pueda centrar la atención y motivar el diálogo después.

Como dice Ángel Lafuente:

"El dominio de la expresión en público
comfiere una gran seguridad personal,
ayuda a vencer la timidez,
que cierra tantas posibilidades en la vida;
actúa como una verdadera psicoterapia
superadora de complejos y limitaciones;
mejora el carácter; aumenta la vitalidad;
produce una gratificante sensación
de libertad personal".

B. Mientras hablas: cuando ya estás en el acto público

1. Practica la relajación inicial en los minutos previos (nadie la notará): concéntrate sólo en la respiración (4 -- 8 -- 20...): inspirar, retener, expirar, inspirar, retener... Pronto se calman los nervios, a los que van sustituyendo las palabras que empiezan a fluir solas.

2. Deja el cuerpo relajado: las manos, los brazos, las piernas (estés sentado o en pie), los labios, los músculos del cuello...

3. Controla tus signos no verbales: gestos con las manos, miradas al público, sonrisas, movimientos con la cabeza y el cuerpo... Si te mueves mucho, pones nervioso al público que se fijará más en tus movimientos que en lo que dices.

4. Mira en todo momento al conjunto de receptores (a todos y a todas, sin fijar demasiado la vista en uno/s, o una/s en concreto): la vista se dirige en las personas, no se pone en el suelo, ni en el techo, ni se lanza perdida al vacío...

5. Comunícate con los oyentes: si tú los miras a ellos y a ellas, a su vez, ellos y ellas seguirán en relación contigo, te escucharán tus palabras, disculparán tus errores... Habrá comunicación.

6. Evita, en lo que puedas, los tics nerviosos : toser a la fuerza, rascarse la nariz, la oreja... poner la mano en la boca, las manos en el bolsillo...

7. Construye oraciones cortas, concretas, claras y sencillas: que abunden más las simples que las compuestas y las complejas; que predominen las coordinadas sobre las subordinadas; que haya más sustantivos y adjetivos que pronombres y relativos... Los adverbios también fijan las precisiones en el espacio y en el tiempo.

8. Pronuncia tus frases con claridad articulatoria: voz segura, con intensidad suficiente (ni a voces, ni pal cuello la camisa ), cambiando de tono cuando los contenidos lo vayan exigiendo...

9. Habla despacio, sin ansiedades ( más vale poco y bien que mucho y mal ): que las palabras no se atropellen entre sí, dándote tiempo a ti mismo para decir una idea detrás de otra; y dando tiempo a los que escuchan para que puedan asimilar, paralelamente, una idea, también, encadenada a la siguiente.

10. "Vete al grano, dejarse de rodeos... Los oradores tendríamos que pagar por palabra que decimos, eso nos ayudaría a ser más concisos, ir al grano y señalar lo realmente importante" (Agustín Rosa).

11. Respira de forma relajada: entre mensaje y mensaje (cada grupo de oraciones) vete formando pausas breves que te dejen inspirar y expirar aire por la nariz hasta llenar completamente los pulmones (hazlo suave, de forma natural, nadie lo notará demasiado).

12. Intenta la fluidez verbal sin rollos: sintaxis sencilla (una palabra, mejor que dos...; una idea, detrás de otra...).

13. Busca la claridad de ideas (para ti mismo y para los que te escuchan): palabra adecuada, sin ambigüedades, pocos deícticos (éste, aquél...), pocos relativos (el cual, la cual...), pocas conjunciones y subjunciones...

14. No aburras a los que te escuchan: atiende a sus reacciones (miradas, movimientos, gestos...), y procura modificar tu discurso en lo posible (más ejemplos, alguna anécdota, casos prácticos...).

15. Placer escénico para trasformar el miedo escénico... "Nunca la palabra hablada antes que el pensamiento... No interrumpir la frase o idea... Frase breve... Silencios oportunos..., para respirar, para la escucha del auditorio, para marcar las pausas, las partes del discurso, las afirmaciones principales, para marcar relevancias, ideas...; antes de la conclusión... Control de la voz, velocidad adecuada... Control del lenguaje corporal" (Pedro José Villanueva).

C. Después de hablar: Revisión y autocrítica de lo que dijiste

1. Abre un coloquio al terminar tus palabras (controla el turno de intervenciones): preguntas y respuestas espontáneas.

2. Vete tomando buena cuenta (o encárgalo a un amigo/a) de las intervenciones del grupo: aspectos que echen en falta, imprecisiones que hayas tenido, soluciones que ellos te aporten, ideas que ellos hubieran desarrollado más, afirmaciones que rechaza una mayoría...

3. Observa los aspectos negativos que vayan surgiendo en las intervenciones: haber hablado muy deprisa, con voz demasiado baja, con ejemplos poco clarificadores...

4. Al llegar a casa, anota esas aportaciones en el cuaderno, ordenador... Con ello, tendrás al trabajo actualizado y un poco más completo.

5. Guarda el trabajo como oro en paño para una próxima ocasión (otra asignatura, otro nivel de estudio, una situación profesional...): reutilízalo cuando te haga falta, corregido, actualizado y aumentado (es un material almacenado que puede ser el primer grano de un campo mucho más extenso, si lo sabes explotar).

Aplicación práctica:

A. Esposición de un tema oral en tu grupo-clase

• Selecciona un tema de tu entorno comunicativo más o menos inmediato: juvenil, medioambiental, social, folclórico, patrimonial... en el que tengas algo que decir.

• Procura que el contenido pertenezca a tu experiencia personal: gustos, aficiones, conocimientos, entorno local, perspectivas profesionales..

• Si el tema es de clase (del temario), sólo tienes que seguir los apuntes, los autores seleccionados, la bibliografía que te dieron, otras informaciones que saques de interné....

• No leas los apuntes en clase, los alumnos ya saben leer... aplícalos, fomenta la discusión sobre ellos en grupo, las dudas...

• Plantéate desde el principio el enfoque que le vas a dar a la exposición (depende del entorno comunicativo): serio, lúdico, espontáneo, protocolario, irónico... Si es del temario, como si fueras el profesor/a...

• Piensa en el público que te va a oír: a quiénes vas a hablar?, ¿qué les gustaría escuchar?, ¿qué es más oportuno decir allí y entonces? Si es el grupo de clase, ya lo conoces bien...

• Redacta el tema por escrito de forma completa, como si lo fueras a leer: te dará seguridad observar de vez en cuando todo el material reunido. Luego elabora un guión para no perder el hilo del discurso.

• Reúne un material que complemente tus palabras: fotos, diapositivas, tablas, un video, otros materiales.. según el tema.

B. Usa recursos audiovisuales

• A ser posible, prepara un powerpoint (o un video) que vas a proyectar como ayuda en la exposición oral: un tema de clase; una excursión realizada; o tu barrio, tu pueblo en sus distintos aspectos (natural, urbanístico, rural, deportivo...), tu concejo en un solo aspecto (el paisaje, la contaminación...).

• Selecciona sólo los aspectos que te resulten coherentes con el tema a tratar: no visualices (o grabes) lo que no venga a cuento, sino lo que quieras comentar con el enfoque dado al trabajo (que no sobre nada, aunque pudieran faltarte algunas cosas).

• Procura que el powerpoint (o el video) sea informativo: que aporte novedades, cosas interesantes desconocidas, o casas conocidas en las que la gente no se fija normalmente.

• A veces conviene selecciona una grabación del mercado que te venga bien al tema que vas a exponer: un tema de clase, una exposición de arte, una fábrica, una imprenta, una mina, un pueblo rural, la contaminación urbana... (ya grabarás tú uno cuando puedas).

• Prepara en casa varias veces el powerpoint (o el video), para determinar las imágenes en las que vas a detener el comentario (visionar selectivamente).

• Haz un breve sondeo oral para observar el nivel de conocimientos, especialización, y experiencias que ya poseen los asistentes sobre el tema.

• Pide un colaborador voluntario que te ayude en el manejo el ordenador o el video, o lleva uno previamente acordado (paso de diapositives, de rebobinado, voz, altavoces, cables...).

• Habla mirando alternativamente a la pantalla y al público: con voz segura, sin prisa, articulando bien, elevando y adecuando el tono y la intensidad según contenidos, intenciones, puntos de interés....

• Alarga el tiempo de la diapositiva, o para el video (fija la imagen) en los detalles que mejor representen el objetivo de la exposición: personas, gestos, signos, movimientos, objetos...

• Si distribuyes algún otro material de observación entre el público (objetos, fotos, gráficos...), hazlo en orden alterno y recíproco: que todos se beneficien de algo (los de adelante, los del medio, los de atrás...).

• No canses al público con redundancias que ellos puedan observar por sí mismos: busca detalles que les puedan pasar desapercibidos.

• Al final, promueve tú mismo un coloquio (10-15 minutos) en el que puedas desarrollar y dar respuesta a cuestiones tratadas por encima, aclarar dudas...

• Una vez terminada la exposición, anota inmediatamente las sugerencias hechas por el público: completarás tus conclusiones para la próxima ocasión.

C. Más frases sobre el arte de la palabra, la retórica oral en estos tiempo...

• "A cada público, a cada interlocutor..., con su lenguaje... La misma noticia, en diferentes formatos periodísticos, implica un lenguaje periodístico distinto. Puede ser la estructura a la hora de escribir o la manera de pronunciar cada palabra. Si nos fijamos en cómo y con quién hablamos a diario, seguramente utilizamos diferentes palabras dependiendo del contexto. También empleamos un vocabulario distinto si este es para escribir o para comunicarnos de forma oral" (Marta Gómez-Rodulfo).

• "Acepta el miedo como algo normal, acude muy bien preparado y busca disfrutar con la presentación que vas a hacer. Todos sentimos algo de nerviosismo ante una situación desconocida, un nuevo auditorio... con la práctica y la experiencia, pasados unos minutos o unos segundos, va disminuyendo ese miedo. Sólo hay un tipo de personas que no sienten nervios antes de comenzar y son aquellas que están muertas" (Agustín Rosa)

• “Arte de hablar… La oratoria es el arte de hablar…, la puesta en escena de un texto oral, atendiendo a la respiración, el manejo de la voz, la dicción, el relieve elocutivo (modulación del volumen, tono y ritmo), utilización de los silencios y uso de las reiteraciones. En la antigüedad se daba mucha importancia a esta disciplina” (Antonio Coque)

• "Cambios positivos por medio de la palabra... La oratoria, y en especial hablar en público, se ha convertido en uno de los pilares más importantes de mi vida... Es increíble la sensación de ver cómo tus palabras pueden crear emociones positivas, inspirar y ayudar a millones de personas... El poder de la oratoria me ha enseñado que es posible crear un cambio global positivo" (Roland Kwemain)

• "Comenzar impactando, despertar interés, curiosidad... Yo utilizo nada más empezar un gancho o un titular que despierte la curiosidad de quien me escucha, algo que le interese o que le rompa los esquemas... algo que me permita captar su atención al principio de la conferencia" (Iván Mañero Vázquez).

• "Confianza en uno mismo... Entrenar la mente y desarrollar todo nuestro potencial es fundamental... desprenderse del freno de mano que impide actuar... tener confianza en uno mismo al cien por cien y no preocuparse por lo que pueda pasar. Si se conoce este pequeño secreto, los resultados serán extraordinarios" (Ramón Campayo).

• “Considera las contrariedades como un ejercicio” (Lucio Anneo Séneca).

• “Dad al hombre salud y metas a alcanzar y no se detendrá a pensar sobre si es feliz o no” (George Bernard Shaw)

• "Disfruta hablando en público. Da vida a las palabras... Gesticula, mantén contacto visual, escucha al auditorio y piensa antes de hablar... Acaba de hablar antes que el auditorio deje de escucharte" (Agustín Rosa).

• “El lenguaje es el vestido de los pensamientos” (Samuel Hohnson).

• “Es una enorme desgracia no tener talento para hablar bien, ni la sabiduría necesaria para cerrar la boca” (Jean de la Bruyere).

• “Escucha activa…, es el más importante de todos los aspectos de la comunicación… Para escuchar activamente es necesario tener disposición a hacerlo con una mente abierta y flexible, haciendo del mundo una tabla rasa mientras estamos escuchando. Lo único que existe es la persona con la que estamos comunicando” (Antonio Coque)

• "Expresión sencilla, natural... Tener claro antes de empezar a hablar qué quiero contar y en cuánto tiempo...Utilizar frases cortas y sencillas. A ser posible, sujeto, verbo y predicado. Eso ayuda tremendamente a hacer un mensaje más eficaz. No usar frases subordinadas y mejor la voz activa que pasiva" (Carlos García - Hirschelf).

• “Gestos y comunicación… Cada gesto es como una palabra aislada que puede tener diferentes significados. Solamente cuando la palabra es parte de una frase es posible saber su significado. Los gestos son mostrados en frases, es decir, un conjunto de gestos con distintas partes corporales que indican los sentimientos del interlocutor” (Antonio Coque)

• Hablar en público ayuda a fortalecer la personalidad y a conseguir mayor seguridad personal... Permite enfrentarte a nuevos retos...Permite improvisar más rápido... Sabemos vender mejor y destacar los puntos fuertes de nuestro producto... Genera reflexión y entendimiento mutuo... Ayuda a desarrollar la escucha activa.... (Agustín Rosa)

• "Hablar en público es una habilidad que se forja con la práctica. Cuantas más oportunidades tengas para practicar, mayor crecimiento apreciarás... Sal de tu zona de confort, enfréntate a nuevos escenarios, proyectos, retos... y acabrás experimentando el verdadero dulzor de la vida" (Agustín Rosa).

• “Lenguaje no-violento, más persuasivo que agresivo… Adquirir habilidades para manejar tonos de voz y expresiones armónicas, y eliminar todo tipo de expresiones no verbales, auditivas y corporales que den señales de agresividad en la comunicación. Aprender a utilizar un lenguaje persuasivo, un lenguaje que no imponga o agreda” (Antonio Coque).

• “Lenguaje positivo… De la utilización de las palabras adecuadas, con la entonación, modulación y el tono adecuado, depende que construyan imágenes y conceptos con claridad, consistencia y de forma positiva. La clave es proyectar una imagen positiva del mensaje en la mente de la audiencia mediante el uso de la palabra” (Antonio Coque).

• “Los ojos son el espejo del alma. Proyectan lo que está en el interior” (Antonio Coque)

• "¿Miedo escénico...?, también está olvidado... Yo no nací para hablar en público, era una persona a la que le gustaba hablar sólo para una persona a la vez, prefería escuchar y observar a ser una persona extrovertida... Me armé de valor y me dije: 'Ya no quiero ser la chica tímida nunca más... si otros pueden, yo también voy a poder'... Entonces me obligué a hablar en público y a encontrar situaciones que me permitieran superar ese pánico... Diez años más tarde, disfruto hablando en público, sobre todo ante grupos grandes... Quizás en alguna ocasión me pongo un poco nervisa, aun así los nervios son parte del ser humano. Gracias a superar mi miedo escénico y a mi forma de hablar en público actualmente estoy trabajando en un puesto que me apasiona" (Linh Ta Ca)

• "Miles de oradores que al principio han tenido miedo escénico, incluido yo, acabamos disfrutando del escenario y del acto de hablar en público" (Agustín Rosa).

• “Nada es tan fácil ni tan útil como escuchar mucho” (Juan Luis Vives).

• "Necesidad de hablar en público hoy... Tras treinta y cinco años como profesor y gestor de intereses universitarios (decano, rector...) compruebo diariamente la importancia del 'saber hablar' y del 'saber escuchar'. En la era de la comunicación precisamos dominar las técnicas básicas de oratoria, que deben ir guiadas por el sentido común. Debemos saber qué queremos decir, cómo disponer nuestro discurso, ante quién y la forma o recursos que utilizaremos... En mi caso, siempre he unido a la palabra el corazón y el convencido deseo de ayudar; sólo entonces la palabra ha conseguido el efecto deseado de dejar este mundo algo mejor que como lo encontré" (José Antonio Cobacho Gómez).

• “Palabras y público… El zapato que va bien a una persona es estrecho para otra: no hay receta de la vida que vaya bien para todos” (Carl Gustav Jung).

• “Palabras y ego… Las palabras deben ser un modo de mostrar intenciones, pero no el ego: separar siempre palabras (significados e intenciones) de ego (tú mismo)” (Antonio Coque)

• "Postura grata, asertiva... Hemos de sonreir con el cuerpo... hombros hacia atrás, sin excederse ni llegar a sacar pecho. Postura firme, sin estar rígido ni tenso, y cabeza levemente inclinada hacia arriba, sin producir sensación de prepotencia..." (Carmen García Ribas).

• “Te reciben según te presentas. Te despiden según te comportas” (Quevedo)

• "Práctica más que teoría de lo que se dice... Todo aquello que no se pone en práctica se lo lleva el viento... Todo aquello que no se practica, se acaba olvidando; todo aquello que no escribes, se acaba olvidando; todo aquello que no se fotografía, se acaba olvidando" (Agustín Rosa).

• “Presentación y palabras… El 93% del éxito en la comunicación tiene que ver con la presentación. Sólo el resto tiene que ver con el contenido” (Antonio Coque).

• “Público y comunicación… Es fundamental distinguir y conocer el público objeto de la información o mensaje a transmitir, y adecuarse en consecuencia a su nivel de interlocución y a los objetivos que pretendemos alcanzar” (Antonio Coque).

• “Respiración abdominal, diafragmática, pectoral… El método es inhalar el aire empezando por el tercio inferior de los pulmones (respiración abdominal o diafragmática) y luego ir llenando los tercios central y superior (respiración pectoral). Debemos notar que primero se hincha el abdomen y acto seguido el pecho. No debemos hacerlo de forma brusca, sino tranquila” (Antonio Coque).

• “Retórica es el arte de bien decir, de dar al lenguaje escrito o hablado eficacia bastante para deleitar, persuadir o conmover” (Antonio Coque).

• “Retórica sin manipulación… El método Defensa verbal & Persuasión está estructurado con el propósito de la consecución de objetivos profesionales honestos y virtuosos, no para manipular o engañar” (Antonio Coque)

• “Si quieres ser sabio, aprende a preguntar razonablemente, a escuchar con atención, a responder serenamente y a callar cuando no tengas nada que decir” (Johann Kaspar Lavater).

• "Silencio, silencios... El silencio es una herramienta muy poderosa, no solo en la vida ordinaria, sino también en la radio. El silencio es el preámbulo de un mensaje potente, es la puerta que abre la expectativa del interlocutor y, por tanto, se abre la sorpresa. El silencio puede ser esa herramienta estratégica que despierte la atención del oyente" (Marta Gómez-Rodulfo).

• “Toda la ciencia del hombre consiste en saber lo que conviene decir, y callar lo que es necesario callar” (Plutarco).

• “Trabajo cooperativo… Entre las nuevas formas de organización eficaz en el trabajo… se encuentra el trabajo en equipos de forma cooperativa y no competitiva… Las nuevas estructuras de las organizaciones, más planas y con menos niveles jerárquicos, requieren una interacción mayor entre las personas, que solo puede lograrse con una actitud cooperativa y no individualista. Pero formar equipos eficaces y que funcionen de forma efectiva no es tarea fácil si al frente no hay un líder” (Antonio Coque).

• “Trabajo cooperativo sin protagonismos… En la nueva actualidad no tiene cabida el afán egoista que forma parte de las razones que nos han llevado a esta situación de crisis. En el cambio que se está produciendo en las relaciones laborales el camino se abre en torno a organizaciones participativas y de colaboración. Organizaciones de éxito serán aquellas que sepan armonizar la suma de las partes y el trabajo en equipo donde todos los componentes se sientan parte fundamental de la visión” (Antonio Coque).