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ESPINEO
ESPINEDO
Publicado en el libro
Por los pueblos de Lena
(pp. 498 ss).
Xulio Concepción Suárez.
HiFer., Oviedo, 2014.Aldea de la parroquia de Xomezana y de Piñera (Lena), entre Sotiello y Los Pontones, en la confluencia de los caminos (hoy carreteras) a Xomezana, Carraluz y Piñera. Pasa el camín real del Güerna por el fondo del valle: el que venía de los altos del Palo (La Cubilla actual). Dista 11 kms. de La Pola, con una altitud de 400 ms. Tiene 67 habitantes censados.
Levantadas las casas de Espineo (por muchos años castellanizado en Espinedo) a ambos lados de las aguas del río Güerna, se da la circunstancia administrativa de que una parte del pueblo (izquierda subiendo) pertenece a la parroquia de San Juan de Piñera; la otra, cruzado el puente del río, a San Pedro de Xomezana.
El pueblo queda, así, dividido en varias zonas alusivas a sus respectivas funciones de antaño: El Quentu, L'Ablanosa, Vega Reonda, La Corrá, El Quentu la Sierra...
El pueblo de Espineo conserva varios tramos y vestigios del camín francés: empedriáu onde había barrizal -en el decir de los lugareños. Etimología: lat. spinam, -etum (lugar abundante en espinos, espineras)
Era el camín que procedía de las tierras leonesas por La Puenti la Cal (hubo caleru), La Veiga, Los Ocheros, Vega Cabachos...; cruzaba el Río Piquinu de Xomezana, y seguía hacia Sotiello por El Suitu, El Barrosín, El Alcacer, San Bras...
Hoy se anda holgadamente en su mayor parte. El nombre del poblado sigue floreciendo cada primavera entre las abundantes espineras y espineros por las distintas vertientes sobre las casas.
Este árbol se usaba para muchas funciones: madera fina y resistente, utensilios de la casa (cuyares, cayaos, escudiechas...); flores en infusión (calmantes, hipertensión, insomnio...); y, sobre todo, para el fuego del suelo (el char), porque arde muy bien, de donde el dicho:
"Si quies facer foguera
echa cheña d'espinera"Y muchos otros lugares por toda la geografía asturiana que llevan la misma referencia a la cultura del espino, árbol del que se aprovechaba todo: madera, flores, bayas...
Es el caso de Espinaredo, Espinaréu, Espinareo, L'Espín, La Espina, Espines, L'Aspina, La Espinera, Espiniella, Espinietsa, Los Espinos, Valdelaspina... Y por otras toponimias regionales: A Espía, El Espinar, Espiñal, Espiñareiro, Espiñaredo, Espiñas, Espiñedo, Espiñeiral, Espiñeirido, Espiño, Espiñeiro, Espiñeiros, Espiñoso, Espiñuda, Espino, Espinavell, Espinavessa, Espinelves, Espinosa...
O en otras toponimias europeas. En la toponimia francesa: Epineu, Epineusse, Epineux, Epenousse, L'Epin, Lépine, L'Epinette, L'Epinettes, Espinasse, Épinal, Epenède, Epinay, Epineuil... O en la toponimia italiana: Spino, Spinoso, Spinarello, Spinicci, Spinoglio, Spinàre, Spinà, Spineta, Spineti, Collespina, Spinùccia...
Siempre, en todas las regiones, el recurso material del espino como materia prima de madera (utensilios del campo, leña para la lumbre, muletas, cazuelas, cucharas, tenedores, jarras...); como recurso medicinal de las flores (calmante, tonificante...); como alimento de las bayas en el otoño y en invierno (las pequeñas bolas rojas con pepita).
Se comían las bayas de las espineras a falta de mejor manjar: bien lo recuerdan muchos vaqueros y vaqueras mayores hoy.
O como bosques que alimentan a los animales del monte en el invierno, con las más duras nevadas. Se observa el cualquier alto que los caballos, los corzos..., aislados por la nevada en una zona de espineras, roen hasta la corteza del árbol, comen sus hojas hasta lo que alcanzan, y así pueden pasar los peores días de un invierno.
Para más información,
ver
Diccionario Geográfico de Asturias,
Ciudades, villas y pueblos.
Editorial Prensa Asturiana.
Colaboración de Julio Concepción Suárez.
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