Costumbres, tradición, gastronomía, trabajos rurales, vida vaqueira, saber popular

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Bares - Tienda en Asturias
David Fernández Moro
Arnaud Späni
Ediciones NOBEL
Oviedo, 2004

(Libro I)
(Libro II)

Prólogo de la obra

"Superado ya el siglo XX, en un momento de la evolución de la sociedad española, en que cada vez se ve con mayor inquietud por los ciudadanos la pérdida progresiva de valores tradicionales que acompañan al modo vida actual, las políticas de conservación del medio rural alcanzan una importancia cada vez mayor. En Asturias, el progreso general de la sociedad también ha ido arrinconando la actividad rural a un lugar cada vez más secundario y, por ello, cada vez es menor el porcentaje de población que vive en contacto diario con la naturaleza.

Frente a esta dura realidad, evidenciada sin ningún lugar a dudas en el hecho de que los pueblos asturianos están en clara regresión, existe el deseo por parte de la población urbana de tener lugares de escapada que les permitan liberarse de la contaminación, el estrés, las relaciones impersonales, el paisaje antrópico y los demás inconvenientes que tiene la vida en las ciudades. Esta necesidad de evasión de un gran número de personas ha llevado al desarrollo de un tipo de turismo, el llamado rural, que propone la visita y la estancia en localidades que conserven formas de vida agrícola y, a ser posible, en su faceta más tradicional.

Se ha llegado con ello a un desarrollo hostelero en muchas comarcas asturianas que contrasta fuertemente con la decadencia en la que ha entrado el objeto de este libro, el bar-tienda, negocio destinado fundamentalmente al ocio y servicio de los residentes en los pueblos. Con el cierre masivo que se ha producido en los últimos años de esta clase peculiar de establecimientos se produce una pérdida de atractivo para la estancia en los pueblos de sus moradores habituales y se acelera una emigración que poco a poco deja a muchos núcleos rurales vacíos (.)

En definitiva, la forma en que se ha planteado hasta ahora la existencia de la hostelería en el medio rural se ha hecho sólo en f u nción de los requerimientos de aquella población que va a visitarlo pasajera mente y no teniendo en cuenta los problemas de la gente que lo habita permanentemente Como consecuencia, se corre el peligro de que llegue un momento en que los pueblos asturianos seconvierta en lugares muertos, incapaces de ofrecer un mínimo aliciente a aquel que los visite, y se haya conseguido con ello el efecto contrario al que se deseaba.

De la importantía del bar-tienda para conservar vivo el medio rural se va a tratar en las páginas de este libro y, a través de su lectura, se pretende sensibilizar a las personas ajenas a esta clase de cuestiones de la necesidad de abogar por su preservación. De la crisis por la que está pasando en el momento actual es buena muestra el hecho de que el número aproximado de bares-tienda supervivientes ronda los trescientos diez mientras que el número de parroquias existentes en Asturias es de ochocientas cincuenta y seis, la mayoría de ellas situadas en la zona rural.

Si se tiene en cuenta que son habituales los testimonios, cuando se interroga a los habitantes del área rural, de que prácticamente en todos los pueblos había un bar-tienda hasta no hace mucho tiempo, se puede calibrar la magnitud del problema, valorando que en los pueblos que se quedaron sin bar es muy añorado su recuerdo, por la posibilidad de distracción y los múltiples servicios que ofrecía.

Es, por tanto, deseable poner freno al cierre continuo de esta clase de negocios arbitrando alguna dase de solución que haga viable su continuidad. La actitud de los propietarios actuales indica que prácticamente ninguno cree que en su posible futuro a medio plazo al tener en contra varias importantes dificultades, entre las que destaca el envejecimiento y la despoblación del medio rural que resta año tras ño clientes.

Sin entrar ahora a analizar todos estos factores negativos, a través del relato de las experiencias de estas personas queda claro que el tratamiento que se debe dar al bar-tienda en los años venideros no se debe abordar sólo desde el punto de vista del mercado , ya que la mayoría de los estableci mientos abiertos son de rentabilidad escasa o nula.

La importancia de tener clara la dimensión concreta de los problemas en los que se ve envuelto el bar-tienda se revela fundamental porque cualquier equivocación en estos momentos sobre las actuaciones a emprender para retrasar o invertir la tendencia que está llevando a su fin puede ser definitiva, al estar ya el futuro de la mayoría de estos negocios muy comprometido. Aunque posiblemente el interés por conservar estos establecimientos haya empezado tarde, todavía se está a tiempo de salvar un número suficiente que permita evitar que figuren sólo como un recuerdo del pasado de Asturias.

A lo largo de este libro se analizará la situación en la que se encuentra el bar-tienda observándola desde la mayor cantidad de perspectivas posibles, al ser un mundo muy rico en matices, en el que muchos pequeños detalles son importantes para comprender la complejidad de la red de relaciones que se articulan en torno del bar-tienda, convirtiéndolo en el centro de la vida de muchos pueblos. Este es un libro fruto de un trabajo sobre el terreno, basado en recopilar las experiencias de dueños y clientes, y que por encima de cualquier otro valor -etnográfico, artístico, turístico- ha tratado de reflejar su lado humano en todos sus aspectos, positivos y negativos".

ÍNDICE
(por páginas del libro)

Página 11. Introducción

Singularidad y características
13. Definición de bar-tienda
19. Situación actual del bar-tienda
25. Conveniencia de su preservación

Distribución territorial
31. Áreas de mayor y menor densidad
35. Condicionantes de su emplazamiento
43. Localizaciones de mayor interés

Evolución histórica
47. Origen
53. Pujanza
63. Crisis

Morfología
73 Exteriores
81. Modelos arquitectónicos
85. Condicionantes en la organización del espacio interior
93. Elementos principales del interior

Función social
105. Características de los dueños y la clientela
115. Horarios
121. Utilidad social
129. Lugar de reunión
135. Carácter popular

Consumos
143. La tienda
153. El bar
163. El restaurante
167. Precios y otras actividades

Aspectos legales
173 Impuestos actuales
I79 Consecuencias del sistema impositivo
183 Otras cuestiones problemáticas del marco legislativo
191 Situación legal
197 Propuestas para mejorar la situación

Cultura
205 Aspectos etnográficos
217 Referencias artísticas y literarias
223 Humor y canciones
227 Relación de bares-tienda d e Asturias
231 Situación geográfica de los bares-tienda de Asturias
241 Bibliografía
243 Agradecimientos

Definición de bar-tienda (pp. 13 ss)

Cualquier persona conoce lo que es un bar y lo que es una tienda, por lo que, de un negocio que es una suma de estas dos actividades, puede parecer sencillo hacer una definición. Sin embargo, también todo el mundo sabe que existen muchos tipos de bar y muchas clases de tiendas, por lo que la combinación de ambas funciones da una serie de variadas posibilidades que sólo queda algo limitada por la característica común de ser negocios insertos en el medio rural (.)

Situación actual del bar-tienda (pp. 19 ss)

Mientras que es difícil englobar al bar-tienda dentro de una tipología común a todos ellos, resulta más sencillo llegar a una conclusión sobre el estado de declive en el que se encuentra esta clase de negocio. Como ya se ha anticipado en el prólogo de este libro, el bar-tienda está en una fase de desaparición progresiva que terminará con la mayoría de los que aún sobreviven en un plazo no superior a seis años (.)

Conveniencia de su preservación (pp. 25 ss)

Esta referencia al turismo sirve para introducir el siguiente punto, la importancia de que permanezcan abiertos la mayor cantidad de bares-tienda posibles, por su utilidad para todo tipo de gente. Un bar es un espacio público donde se puede conseguir cualquier información -de playas, de carreteras, de rutas de montaña, de alojamientos por las cercanías, de sitios donde comer-, por lo que, son de importancia vital para cualquier viajero, que, sin ellos, carecería de una buena orientación en zonas de escasa población, como son muchas de las rurales (.)

Aparte de contar con la cantidad más importante, en el occidente de Asturias se localizan la mayoría de los representantes más genuinos del bar-tienda. Especialmente en los concejos de Tineo y Cangas de Narcea hay numerosos ejemplos de establecimientos donde la impresión primera al entrar es una sensación de agobio, tal es el abigarramiento de objetos que existe en su interior. Esta estampa, que es la que la gente común se imagina cuando piensa en el bar-tienda, es cada vez menos habitual por la dificultad de vender determinados tipos de género que afecta a estos negocios. Sin embargo, en estos concejos, muchos locales aún disponen de productos de muy variada clase: calzado, piensos, abonos, ferretería, útiles de labranza, ropa, prensa, aparte de, por supuesto, comestibles (.)

El asentamiento definitivo de los bares-tienda vino marcado durante años por un sistema de pagos por parte de sus clientes basado en el ya mencionado uso de las libretas de deudas. Ello era debido a que, si bien había más dinero en las familias asturianas, los ingresos no tenían un carácter regular y, en muchas ocasiones, el campesino no tenía efectivo con el que pagar al contado. En consecuencia, iba al bar-tienda, compraba lo que necesitaba y, cuando tenía una entrada de dinero (procedente generalmente de la venta de un animal o de la actividad lechera), saldaba sus deudas, volviendo a recomenzar el proceso (.)

Exteriores (pp. 73 ss)

También indica, de modo indirecto, que cuando se habla del bar-tienda hay que entenderlo fundamentalmente como un establecimiento popular, surgido en el interior de un mundo en el que toda la gente se conoce. En efecto, el bar-tienda no encuentra ninguna necesidad de anunciarse porque para sus clientes es de sobra conocida su presencia allí. Solamente en el momento actual, con la despoblación que están sufriendo los pueblos y la necesidad de captar nuevos clientes, esta falta de señalización empieza a manifestarse como una carencia (.)

Elementos principales del interior (pp. 95 ss)

La falta de mostrador indica indirectamente un dato. Antes la gente acudía a los bares de los pueblos sin prisa, a estar sentados, sin sentir en ningún momento la urgencia de tomar algo rápido de píe para acudir a otro sitio. Así, era común la presencia de taburetes y banquetas (muy útiles porque se pueden mover a voluntad al ser ligeros), o de bancos apoyados contra la pared, para que los clientes puedan apoyar la espalda en ésta (.)

Características de los dueños y la clientela (pp. 109 ss)

En un pueblo, el dueño de un bar-tienda tiene que tener mucho tacto en el trato con los clientes. Es bastante habitual que entre algunos de ellos se lleven mal, por lo que el propietario del bar-tienda debe andar con ojo de lo que habla o a quien da la razón si no se quiere enemistar con alguno de sus vecinos. Esta cuestión tiene mucha relevancia en la vida diaria de estos negocios porque es allí donde se ventilan o salen a la luz los motivos de las malas relaciones entre determinadas personas (.)

Horarios (pp. 115 ss)

Todo lo anterior es aplicable a los bares-tienda que funcionan con regularidad y que, después de todo, todavía son la mayoría. Sin embargo, hay muchos casos en que el establecimiento se pasa muchas horas cerrado porque, a causa de los bajos ingresos que genera, es necesario compatibilizar su mantenimiento con otras actividades económicas. En verano especialmente, cuando la gente de los pueblos más atareada está con las faenas del campo, es cuando más a menudo permanecen estos bares-tienda cerrados, sobre todo si hace buen tiempo (.)

Utilidad social (pp. 121 ss)

El veterinario es otra de las personas imprescindibles para el medio rural que, si faltara el bar-tienda, lo echaría mucho en falta. Desde él se le llama cuando hace falta su presencia, dejando después en el comercio las medicinas que ha recetado para los animales, que los dueños de éstos ya pasarán a recoger. También, si necesita dejar recado para algún habitante del pueblo, advierte de ello al propietario del bar-tienda (.)

Aproximadamente, es la tercera parte de los bares-tienda los que no sirven café mientras, del resto, un gran número lo tienen sólo de pota o lo hacen con cafetera doméstica (.)

En varios de estos restaurantes se come de manera exagerada, por emplear una expresión coloquial "a reventar". Que ofrezcan tres platos en su menú habitual y cada uno de ellos tan abundante que sólo con él ya se saciaría el apetito, entra dentro de lo normal. Pero, incluso, cuando teóricamente proponen menos comida, las raciones que pueden llegar a servir son muy copiosas (.)

Extracto del libro completo (244 páginas)

David Fernández Moro
Arnaud Späni
Ediciones NOBEL
Oviedo, 2004