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La leyenda del oso y el buey.
Ecos irlandeses de la Europa altomedieval.
Real Colegiata de Santa María de Arbas.
VIllamanín (León. España).

María Belén Santos Cañón.
Letrame. Grupo Editorial.

Presentación:
Centro Municipal de Lectura "La Casona".
Campumanes.
30 de setiembre. 2022.
18:30 horas.

La autora: María Belén Santos Cañón

Nació en Sankt Gallen (Suiza) en 1970. Licenciada en Derecho y en Historia del Arte por la Universidad de León, vive actualmente en Pendilla, Villamanín (León). Propietaria del Castellum-Bar, dedica su tiempo libre a la montaña, la lectura, el dibujo y la investigación histórica.

De ésta última, de su interés por la promoción del Patrimonio Histórico y del respeto para con su propia historia y la de sus antepasados ha surgido su ensayo La Leyenda del oso y el buey. Ecos irlandeses de la Europa .Alsomedieval: Real Colegiata de Santa María de Arbas. Vi//amanín (León, España)'

Contraportada del libro:

"La Real Colegiata de Santa María de Arbas, localizada en Villamanín (León, España), requiere, y merece, de una mayor atención. Construida a finales del s. XlI principios del s. XIll y restaurada en varias fases sucesivas por Luis Menéndez-Pidal y Álvarez (1896-1975), se ve acompañada, en su actual soledad, por la leyenda fundacional del oso y el buey.  

El significado, y origen, de esta leyenda hunde sus raíces en el gusto celto-irlandés por los cuentos paganos de tradición oral.

Sincretizada y traspuesta por los monjes scotti, venidos de Irlanda, en las  hagiografías de sus monjes santos se convirtió en un topos literario, en una parte integrante de las mismas y, a caballo entre las aún entonces vi gentes tradiciones paganas y el cristianismo, se difundió, y expandió, por toda la Europa medieval especialmente a lo largo de los siglos altornedie vales (s. VIl-X).  

Concatenada, en su más profunda razón de ser, con los carnauales tradicio nales, las antiguas fratrías de jóvenes guerreros, los männerbunde indoeuropeos y un calendario ursino muy peculiar, dignificó la fundación de una Colegiata, que disfrutó de poder, abundantes bienes y gran prestigio durante siglos, hoy acompañada, en su actual soledad, por la leyenda fundacional del oso y el buey"

1) Presentación del libro en La Casona de Campomanes:

por Xulio Concepción Suárez
xuliocs.com

Resulta evidente que hay muchas formas de ver, de caminar sobre un paisaje cualquiera, rural o urbano: vistas panorámicas, colores, ríos, rocas de las montañas, edificios, rústicas ermitas o adornadas catedrales...; o sonidos, sensaciones, sentimientos..., que resuenan o van fluyendo en la andadura, pero que no hacemos conscientes. A veces, nos pasan desapercibidos hablando o pensando en otras cosas. Pero todo lo podemos encontrar por cualquier lugar que pasemos, según nuestras atenciones y objetivos de paso.

No obstante, a menudo, nos hacen falta las miradas, los objetivos, las perspectivas ajenas, para detenernos un poco en detalles que no habíamos observado. Por ejemplo, en toda esa serie de paisajes que podríamos llamar "invisibles", pues a la vista no están, si alguien no les quita el velo, o nos los desarrolla un poco. Son esos detalles menores, que están ahí, pero que se diluyen detrás de las palabras, a veces, más insignificantes; o sólo tallados en cualquier rincón de unas piedras, que sólo habíamos visto de resbalón.

Con ocasión, y la oportunidad, del precioso libro de Belén Santos sobre el patrimonio leonés y -en parte, asturiano-, se me ocurren algunas resonancias producidas sobre todo ese paisaje literario, legendario, mágico, que se abre en las páginas tan precisas que narra. Un paisaje milenario que está ahí, al alcance de cualquiera, pero en el que, tal vez, no nos habíamos parado a contemplar lo suficiente. El paisaje que siempre nos trasmite una simple leyenda. Sirvan algunos ejemplos:

Voz Leyenda. La voz procede del lat. legere (coger, recoger), que ya dio otras romances como coyer, collecta, cosecha..., siempre con el sentido de 'reunir, cosechar, recolectar, colegir'. La forma legenda (las cosas que deben ser leídas) es ya del latín medieval (s. XIII). En todo caso, el romance leyenda lleva esa idea de 'conjunto de cosas para leer, referidas a libros imprescindibles para la lectura, entre los pocos que había en esas época remotas'. Sobre todo, contaban vidas de santos, vidas ejemplares...

Pero, como este tipo de lecturas religiosas se fue convirtiendo en textos más bien laudatorios, fantásticos, la voz leyenda fue tomando una acepción ya más alejada de la realidad: un texto oral tradicional, ya más maravilloso que histórico o verdadero. En todo caso, en algo imprescindible para leer. Hoy mismo se aplica la palabra leyenda a algo que debe ser leído: un pequeño texto en un grabado, un cuadro, un relieve, una escultura... Algo que no debe pasar desapercibido.

En resumen, la voz leyenda viene a ser una narración, oral o escrita, que trasmite unos hechos posibles en el contexto en el que se sitúan del pasado; y en la geografía donde nacen, pero que nunca se van a poder demostrar como reales en su conjunto.

De ahí el interés didáctico, ilustrativo, divulgativo, investigador, sugestivo de las leyendas: siempre hay un remoto núcleo de verdad, algo que justifica el hecho al que se refieren; una motivación inicial en el comienzo de una actividad que, de hecho, llegó a nuestros días.

El Monasterio de Arbas. La palabra leyenda resulta, así, muy adecuada a una voz oral, y escrita en parte, que recoge un núcleo de verdad histórica como fue la construcción de un edificio hospitalario (mediaval, s. X) al paso de un camino imprescindible por lo mejor de lo menos malo entre las vertientes leonesa y lenense de estas montañas. De hecho, ese edificio a la vista está después de otros tantos siglos: El Monasterio, la Abadía, la Colegiata de Arbas..., con toda una larga historia documentada detrás.

En palabras de Rafael Mª de Labra (ilustrado, a mediados del s. XIX), en Asturias. De Madrid a Oviedo (Notas de viaje). Madrid. Aurelio J. Alária, Impresor. 1881 (pp. 88 ss).

•  "Del siglo XII es el monasterio y la hospedería de Arbas, destinado á recoger á los extraviados del puerto; lo cual prueba que ya el camino era frecuentado".

"Era en la época de D. Alfonso el Emperador, es decir, hácia 1140, y ya existían canónigos de la regla de San Agustín, instalados en un verdadero páramo, y apercibidos á prestar ayuda al pobre y auxilio al caminante extraviado ó con grave peligro de muerte en medio del ventisquero ó á través de la senda borrada por abundante nieve".

El Quentu los Probes, La Casa los Probes, El Puente los Probes. Y nada mejor para atestiguar la importancia hospitalaria, caminera, solidaria del Monasterio de Arbas, que este conjunto de topónimos justo frente al edificio actual, al otro lado del río Bernesga, el que baja de los altos del puerto. El lugar en el que se colocaban los pobres, los peregrinos más necesitados de paso, a las horas de las comidas, y la espera de que los monjes les trajeran lo que les sobraba de la institución. Una voz oral muy arraigada entre los nativos y los vaqueros del puerto Arbas.

Incluso con otros detalles muy respetados casi hasta nuestros días: frente a Casa Luis (el restaurante hoy cerrado) se recuerda el edificio de esa Casa los Probes (margen izquierda del río), donde el mismo dueño del restaurante tenía obligación de dar cena y posada a los pobres de paso que se lo pidieran. Según la misma voz oral el dueño cumplía con su obligación mientras fue necesario.

2. La leyenda que recoge Belén Santos: todo un paisaje milenario detrás de un par de cabezas animales

Por esto, resulta muy oportuna la investigación de una leyenda que justifica la necesidad de levantar un edificio al par de un camino ineludible en el paso de las montañas, siglos atrás. Nada mejor para entender la situación de los caminos y los caminantes por los montes, siglos atrás, que fijarnos en ese par de detalles que nos pueden pasar desapercibidos al entrar en la iglesia del monasterio: la cabeza de un toro y la cabeza de un oso, en sendos capiteles de las columnas.

Un simbolismo universal, tal vez, en aquel proceso ininterrumpido de domestización del paisaje y consecuente cristianización, tan frecuente en otros casos, desde remotos tiempos altomedievales: la fuerza natural más brava del contorno, sometida, por supuesta intervención divina, al servicio de la cultura cristiana. En este caso, el trazado de nuevos caminos que sirvieran a una comunidad religiosa y al beneficio hospitalario de los transeúntes de paso.

Un par de detalles que deben ser explicados (que deben ser legenda, leídos...) si queremos leer, contemplar, reconstruir adecuadamente el paisaje que se abre detrás de esas dos cabezas más de mil años atrás. Pues contemplar, entender, disfrutar de un paisaje, no es sólo -ni mucho menos- contemplar lo que vemos alrededor: praos, montes, colores, edificios, crestas de las montañas, un río, unos animales pastando...

Ni mucho menos: leer al completo, reunir, cosechar..., un paisaje es, también, descubrir el escenario complejo que se puede abrir detrás de cada palabra, si se nos dan algunas pistas para ello: referencias históricas, tradiciones, opiniones de viajeros de paso, creaciones literarias, pinturas, grabados..., que se fueron sucediendo sobre un mismo valle, un poblamiento, unos caminos..., por mucho que no estén reunidos en un libro concreto y completo hasta la fecha.

En fin, la leyenda que ahora recoge y estudia Belén Santos no puede ser más oportuna para leer hoy mismo, pues no sólo nos abre unos amplios ventanales a los paisajes más bucólicos del Puerto Arbas, sino que nos abre otra ventana universal mucho más allá de estas montañas: los ecos irlandeses de una misma estructura literaria con animales (el oso, los bueyes...), que llegaron al norte peninsular y se extienden por Cantabria y otras regiones o países.

El valor universal de la creación literaria, siempre con esa función didáctica, educativa, social, solidaria..., tan necesaria siempre, y, especialmente, en nuestra era, ya tan virtual, del milenium: el mundo no comenzó ayer, ni anteayer..., sino que ya se explica con estructuras universales desde muchos milenios atrás, que no se debieran olvidar. Que debieran ser leídas -que debieran ser legenda, leyenda...-, si queremos seguir sobreviviendo en cada tiempo.

3. El paisaje toponímico en torno al Monasterio de Arbas

Otros cuantos topónimos en torno al monasterio, abadía..., de Arbas irían completando toda una larga historia caminera al paso por estos altos del Puerto: Busdongo, Camplongo, Pendilla, La Cotsá Propinde... O sobre los mismos caminos de paso desde remotos tiempos prerromanos a nuestros mismos días: vías pecuarias, calzá romana, camín real viiyu, camín real nuivu, vía de la Plata, camín francés, camín de peregrinos, camín de los carreteros, camín del estraperlo...

Nos llevarían fuera del objetivo aquí sobre el libro, pero supondrían un aliciente más a la hora de contemplar paisajes, que podríamos decir "invisibles", pues se esconden a través de las palabras, de los grabados en unas piedras, de las leyendas... Sólo abriendo esas ventanas, al otro lado de las palabras, podremos contemplar la magia de los senderos, de los edificios, de las voces de los nativos..., al caminar por cualquier paraje.

4. Ver información detallada del Monasterio de Arbas.

5. Artículo publicado en El diario de León:
https://ileon.eldiario.es/

La leyenda del oso y el buey hecha monumento en la Colegiata de Santa María de Arbas
María Belén Santos, autora libro 'La leyenda del oso y el buey'.
/ Campillo / ICAL Campillo / ICAL

Elena F. Gordón / Agencia ICAL
15 de mayo de 2022 11:15h

https://ileon.eldiario.es/cultura/leyenda-oso-buey-hecha-monumento-colegiata-santa-maria-arbas_1_9540294.html#:~:text=Dicha%20leyenda%20cuenta%20
que%20Pedro,a%20uno%20de%20sus%20bueyes.

"María Belén Santos analiza la simbología de la iglesia montañesa de León, su origen y relación con otros templos europeos 'La leyenda del oso y el buey. Ecos irlandeses en la Europa altomedieval. Real Colegiata de Santa María de Arbas (Villamanín. León)' es el título del libro que recoge la investigación histórica llevada a cabo por María Belén Santos Cañón sobre su origen y los vínculos con otras similares localizadas en varios países europeos.

Un viaje al monasterio cántabro de Santo Toribio de Liébana, donde existe la misma leyenda, animó a la autora a indagar sobre un tema que también tiene relación con la ciudad suiza en la que nació en 1970, Sankt Gallen, y con su abadía de San Galo.

Así, esta licenciada en Derecho e Historia del Arte por la Universidad de León ha localizado narraciones similares en España, Alemania, Suiza, Francia y Bélgica. Todas las versiones incluyen al oso como protagonista y tienen como base la interpretación y adaptación que los monjes irlandeses ('scottish') -que cristianizaron Europa desde el siglo VII- hicieron de cuentos celtas de tradición oral.

“La influencia irlandesa y sus ecos, la extensa y extendida tradición hagiográfica y la preocupación teológica, religiosa y monasterial que se expandió por toda la Europa altomedieval, su empeño en dominar al oso y a erradicar el paganismo, reverbera en nuestros días o mejor se mantiene viva en la leyenda del oso y el buey”, detalla la obra.

Dicha leyenda cuenta que Pedro, carretero y monje, transportaba piedras para la construcción de la nueva iglesia de Arbas desde la cantera de Pendilla y, por el viejo camino, un oso atacó y mató a uno de sus bueyes. Entonces él unció al oso con su otro buey y ambos portearon la carga hasta el nuevo templo en ciernes “y es de suponer que no concluiría tal tarea sin antes finalizar el trabajo constructivo al completo”, señala.

Esa historia es uno de los datos “más ciertos y certeros” que se conocen de la actual Colegiata, donde aparece en la portada situada a poniente, flanqueada por dos modillones. En uno de ellos está representado el oso y en el otro aparece un buey.

La abadía de la ciudad donde nació en Suiza, que sus padres recibieran el sacramento del matrimonio en la Colegiata de Arbas y su intención de promocionar el patrimonio cultural e histórico de la zona en la que reside son algunas de las motivaciones que han impulsado el primer libro de la autora.

“La leyenda del oso y el buey, destello y eco de la cristianización del viejo continente a lo largo de los siglos altomedievales dignificó en su día la fundación de la Real Colegiata de Santa María de Arbas, que disfrutó de extraordinario poder, abundantes bienes y gran prestigio durante los siglos subsiguientes. Hoy, magnífica y solitaria, bien merece que tratemos, al menos, de hacerle justicia contando parte de su historia y dando a conocer, y a entender su muy peculiar, y muy sustanciosa leyenda”, señala.

La obra se presenta el viernes 20 de mayo, a las 18 horas, en el salón de actos del Ayuntamiento de Villamanín y se puede adquirir en librerías -a través de plataformas de Internet-, por encargo mediante Whatssap en el número de teléfono 663 08 43 40 y en el Castellum Bar de la localidad de Pendilla, que regenta María Belén Santos".

por Elena F. Gordón / Agencia ICAL