Costumbres, tradición, gastronomía, trabajos rurales, vida vaqueira, saber popular
Etiquetas, palabras clave, tags: Álvaro Fernández Maseda, profesor, matemáticas, Coruña, Asociación Párkinson, premios, escritura terapéutica

 

Álvaro Fernández Maseda:
amigo siempre presente,
entrañable toda esta familia
tan acogedora en Nois

Premio concedido por la
Asociación Párkinson Galicia-Coruña

Carta autobiográfica
de Álvaro Fernández Maseda, PDF
 

A) El admirado profesor, que ben dicen os seus alumnos.

"Me molestaba irme -leemos en la carta de Álvaro- en el próximo enero sin dar una explicación a mis alumnos/as. Todos sabían de mi enfermedad, pues no se lo oculté a nadie (y creo que hice bien) pero, cuando les hablé de mis intenciones, la noticia les sorprendió y creo que les produjo cierto desasosiego.

Con la confianza en el trato que teníamos después de varios cursos “soportándonos” (no es esta la palabra correcta) uno de los mayores me dijo:

“Profe, si non aguanta hasta final de curso, vannos mandar outro moito peor que vostede, así que, profe, si pode... ¡por favor!”.

Las carcajadas fueron unánimes y también (o eso me pareció a mi) las caras de alivio al ver que accedía a su “ruego”....

Seguir leyendo
el texto completo de la carta
(en PDF)

B) Palabras de la Asociación Parkinson Galicia-Coruña, en la entrega de Premios del Concurso de relatos durante el confinamiento
28 de abril a las 12:35 

"¡Enhorabuena a Álvaro, que ganó el segundo premio del concurso de relatos que hicimos durante el confinamiento!

El parkinson llegó a su vida mientras era profesor en un instituto, pero él le plantó cara y superó ese proceso con gran constancia y la energía que sus alumnos le aportaban.

Podéis leerlo en el siguiente enlace: cutt.ly/0vFtnIL

Debido a la covid y para sentirnos todos más cerca, en una época donde los abrazos brillan por su ausencia y viven en el recuerdo, convocamos durante el confinamiento a todas las personas usuarias a un concurso de relatos, para que nos contasen su experiencia con el Parkinson

Historias llenas de superación y constancia llegaron a nuestra bandeja de correo, con sus logros y también contando cómo llevaban el confinamiento domiciliario. Fue una actividad que tuvo muy buena acogida y con la que compartimos muchas experiencias.

Escribir es un acto que nos hace reflexionar y divertirnos al mismo tiempo, profundizar en nosotros mismos y hablar de todo lo que nos inquieta, de las vivencias que hemos tenido".

C) Todas las historias de los relatos premiedos

D) Una carta ejemplar: sentimientos, pensamientos compartidos..., un discurso que fluye muy ágil al ritmo de palabras y sintagmas tan sentidos, como valorados por necesarios en estos mismos tiempos.

Me parece más que ejemplar la iniciativa de la Asociación galega a la hora de colaborar en la mejora de personas con esta enfermedad, ya demasiado frecuente en tantos casos; escribir es, ciertamente, un ejercicio reflexivo, lúdico y creativo al tiempo para cualquiera: la escritura terapéutica, la terapia de la escritura..., que tanto se lleva ahora.

Como me parece más que ejemplar el valor de nuestro entrañable Álvaro de ponerse a escribir esa preciosa historia de superación. Y de hacerlo con esa claridad de discurso literario en el que no falta detalle, pues cumple todas las reglas del manual de estilo más exigente de un periódico de miles de tiradas.

“Así que, ¡profe, si pode... ¡por favor!”.

A la vista y al flujo de la lectura destaca el discurso de Álvaro: por algo fue premiado (y aunque no lo bubiera sido, por supuesto). Por ejemplo, la carta tiene una estructura muy calculada de principio a final: comienza con la primera persona, sigue con su entrañable familia (Loly, Faty, Lola), pasa a su trabajo, o asoman sus alumnos tan solidarios y agradecidos como se deduce de sus espontáneas reacciones con el profesor. Seguro que bien merecidas por el buen profe de Matemáticas.

Y sigue la estructura discursiva -digna del más cuidado ensayo autobiográfico-, con el hilo más valiente, discreto y sincero de sus dificultades de movimientos. Resulta impresionante el léxico de Álvaro: si se leen en su contexto, no se deduce una palabra negativa, ni una expresión derrotista. Por algo Álvaro se mereció el premio.

La inteligencia imprescindible en los cambios de los tiempos: esa resiliencia emocional, que se dice ahora

Ejemplar la traducción de sentimientos, pensamientos, sufrimientos... (sin duda también) a palabras que traducen esa actitud más inteligente que se lleva ahora: la llamada resiliencia emocional; la capacidad personal de adaptarse a los cambios. La inteligencia emocional que califican los más técnicos como necesaria a cualquiera, con problemas físicos, síquicos..., o sin ninguno de ellos. La resiliencia es la mejor terapia, incluso para curarse en salud... Por si acaso....

Continúa Álvaro con otros detalles personales, como la jubilación, y con el mismo prisma positivo en la memoria y en la retina: hasta es capaz de convertir las cenas-baile con Loly, o las entrañables comidas con los amigos, en la nueva actividad -física y mental necesaria- con los papeles. Pues, no es poca la capacidad y concentración necesaria para clasificar papeles y carpetas.

E) Hasta que chegou o neto pra ó avó, tan oportuno no tempo...

Y cierra Álvaro la estructura discursiva de la carta autobiográfica con otra nota de ilusión, que muy a punto llegó para hacer brillar de nuevo la retina del abuelo, al modo de aquella "rama verdecida" que Antonio Machado hacía brotar en el tronco de su árbol más poético. Llegó muy oportuno "el hijo de mi hija", que dice tan pletórico como discreto su "avó", rodeado de la familia hoy a su lado.

En fin, la carta de Álvaro por algo fue premiada. Y, aunque no lo hubiera sido, seguiría mereciendo el premio a la capacidad ejemplar de inteligencia emocional ante los cambios que la biología va dosificando a cada uno y cada una con los años. Y un premio bien merecido a la solidaridad: al valor por compartir una circunstancia personal, pero demasiado común.

Cuando "escribir" también se convierte en "vivir", como decía José Luis Sampedro

Porque, en definitiva, uno de los mejores premios que alguien puede recibir sería el que José Luis Sampedro hizo famoso en su frase a modo de recurso como terapia universal, para escritores consagrados o aficionados, lo mismo da. Pues, como dejó escrito un autor tan solidario también con su tiempo:

    "Escribir es vivir... Escritura y vida... El acto de creación de una obra está imbricado en la vida de un escritor como la raíz de un árbol en la tierra de donde nace... Y cuando digo que la vida y la obra están entremezcladas es porque hacer y hacerse son las dos caras de una misma moneda. Hacer y hacerse. Vida y obra".

F) Un estilo gráfico, tipográfico, envidiable en estos mismos tiempos hasta para tantos periodistas, escritores..., que leemos a diario

Pues, Álvaro, hasta encontramos en tu carta ese estilo gráfico, tipográfico -tan modélico como escaso en estos mismos tiempos-, que bien podrías seguir aplicando a otros textos en su retina: los seguiríamos leyendo, y aprendido a escribir un poco mejor en facebook, twiter, guasap..., y similares.

A unos y unas cuantas les vendría muy a punto... O, simplemente, las animaría a escribir en ratos de ocio también. Y a curarse en lo posible de alguna dolencia del cuerpo o del alma parecida...

Destaca esa nota más a calificar en la carta: aún en estos mismos días de milenium, con tantas facilidades, con tanta redacción digital, correctores automáticos y similares, resulta admirable la precisión minuciosa de Álvaro con los signos gráficos del texto: comas, puntos, comillas, paréntesis, guiones, admiraciones, exclamaciones...

Y, no digamos ya, esa presentación visual del mismo texto que hace tan fuida y atractiva a cualquiera su lectura: separación de las ideas por párrafos bien enlazados, frases cortas, ideas conectadas en forma siempre progresiva... Redacción que podría servir de dictado al estilo aquel antiguo que nos ponían en la escuela de los textos de la enciclopedia Álvarez y similares... Redacción impecable.

G) Como las otras cartas premiadas o no premiadas, lo mismo da: ejemplares, positivas, resilientes.., todas ellas

Resulta admirable la lectura de las cartas premiadas, y publicadas, por la Asociación galega del Párkinson: la carta de Coral, de Ángel, de Ricardo, de Susana, de Higinio, de Jaime, de Manuela Matos, de Manuela Barbanaz.

Como seguro que resultaría igualmente grata la lectura de las otras que participaron en la idea de escribir sin más; sólo el valor de compartir su problema en forma tan literaria y creativa ya es un premio: el que uno o una se da a sí mismo al poner a disposición de otros u otras posibles en la misma circunstancia.

Porque en estas cartas cuenta cada escritor y escritora su problema, pero lo hace de tal forma que puede servir a otros para detectar a tiempo la dolencia y buscar la solución inteligente a la hora de empezar a darle solución en lo posible.

Todas ellas coinciden en esa actitud positiva de seguir conviviendo con sus problemas físicos, a pesar de las dificultades personales y familiares diarias. Y con su testimonio de solución por el medio, como el que propone Ricardo al final de su carta:

"Os animo a que os expreséis escribiendo vuestras experiencias, os garantizo que os vais a quedar, no sé, más aliviados, ¿quizás? Cada uno a su manera, seguro que todos lo vamos a entender".

Todo un ejemplo de realización y crecimiento personal.

Pues ¿qué hicieron sino tantos escritores clásicos más consagrados hoy con más renombre...?

Impresiona la capacidad resolutiva, positiva, de adaptación, de resiliencia..., en estas cartas autobiográficas. Y muy oportuna la idea de la Asociación de establecer unos premios a la escritura terapéutica: en realidad, una buena mayoría de escritores clásicos no hicieron otra cosa que escribir para curarse a sí mismos de alguna forma también en lo posible. Ese realismo mágico que llegó a nuestros días transformado, pero ya desde tiempos medievales.

Pues, en realidad, qué hicieron si no, Berceo, Jorge Manrique, Cervantes, Lope, Rubén Darío, Bécquer, Pardo Bazán, Rosalía de Castro, Juan Ramón Jiménez, Machado, Baroja, Unamuno, Carmen Laforet, Blas de Otero, Delibes, Saramago, Juan Rulfo, García Márquez, Anouk Aimée, Carmen Martín Gaite, Gloria Fuertes...

La lista sería interminable. La literatura como creación mágica mediante la palabra, individual y social, salvadora a su modo y en cada caso, para menores, medianos o mayores, lo mismo da... Una técnica, por tanto, tan antigua como novedosa: la creación por palabra.

H) Con esta páxina asturiana, Álvaro, abierta a tus cartas, relatos, ensayos, aficiones..., como quieras llamarlos: pues tamén podemos facela en parte galega, galaica..., o mesmo da...; porque, como ben se sabe e se dice.., "galegos e asturianos..."

Álvaro, te van algunas fotos de momentos detenidos en el papel y en la retina; de aquellos que compartíamos tantas veces a la hora do caldo e do pote que facía Lola. Tantos y tantas a la mesa de la una y la otra parte bajo aquel casetón de madera inolvidable, armado -cómo no...- tamén coas mans de Lola e Manolo, por suposto...

Por lo que veo, mucho nos podrías seguir recordando de aquellos tiempos con aquella chispa y humor galego, con el que tantas sobremesas y veladas nos animabas y deixabas cavilando con tus ingenios y malabares de palabras.

Nunca olvidaremos tus ocurrencias con aquellas escenas irrepetibles, como la de aquel que fue a Francia por los años sesenta, y venía convencido de que el idioma galego era universal. A la pregunta de qué le parecía la lengua francesa, cómo se entendía con los franceses, si esa lengua era muy distinta a la galega, él respondía tan serio y convencido:

- "Alí falan moito raro: ó queixo, chaman fromaxe; pero é igual: alí todo o mundo sabe ben que o fromaxe é o queixo..."

O algo parecido, ¿no? Te van algunas fotos, por si te sirvieran para recrearnos con tu sintaxis, tonos y palabras tan cuidadas, rítmicas, sonoras, ejemplares..., entre tantos adjetivos posibles. Entrañables, sin más.

En mi páxina web te queda este espacio abierto para lo que quieras compartir: verás en el NOTICIERU una larga lista de escritores y escritoras -consagrados o aficionados, eso es lo de menos-, que comparten sus escritos de naturalezas muy diversas. Como en las estaferias, los conceyos, las esquisas más solidarias de antaño.

I) Al calor y en el apoyo compartido tantos veranos en la aldea Nois

En fin, Álvaro, unas cuantas imágenes en la retina y en el papel, por si te sirvieran para seguir con tus relatos adaptados a los tiempos. Nosotros las tenemos bien grabadas en la memoria.

Pues, seguimos en contacto

Álvaro, Loly, Lola, Faty, Álvaro (dos...): un fuerte abrazu asturianu de los tiempos, de toda esta familia: Julio, Marisa, Lucía, Olaya, Iyán, que siempre os sigue teniendo cada día también en la retina.

Y, como dirá Lola: "e se cadra" (sólo se cadra...), xa nos veremos por Nois cando sexa posible e nos deixen, ou sexa convenente e a xeito... Forte abrazo, ya mais bicos dos tempos...