Palabras clave, etiquetas, tags: Pola Allande, Pozu las Muyeres Muertas, pastores, Rubén, cabras
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El pastor nos va informando, al paso lento del ganado hacia sus pastos |
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Como de día no acecha tanto el tsobu, recibimos todo tipo de detalles: sobre el ganado cabrizo, sus costumbres alimentarias, los peligros del monte, los trabajos tan duros y tan poco pagados, las perspectivas del sector para jóvenes y mayortes ... |
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Una antigua braña en medio del boscaje: el monte avanza, a medida que desciende el pastoreo Y donde no llegan las cabras, aumenta hoy (tristemente) el fantasma del fuego, En el paisaje, todo hace falta en su medida.... |
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El buen ganado
vacuno que completa la cabaña del cabrío: selección, cuidados, las vacas asturianas de siempre en los meses del verano. |
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El toro de la mayada: otra selección del ganadero, a su modo también programada. |
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El detalle del cencerru: sirve de unión para el rebaño, y de localización para el pastor en días de nublina ciega |
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Los tonos de la raza roxa asturiana: de más claros a oscuros intensos, casi negros en la misma res. La genética vacuna mejorada con los tiempos. |
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Nos los va explicando el joven pastor que cada día estudia sus animales sobre el paisaje, ya desde bien temprano: siempre entre la escuela, las vacaciones y los trabajos de la casa. Aprendizaje también duro en el campo . |
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El rebaño al mediodía: el sesteo, la hora sexta que dice la palabra, en el cómpto de los romanos (las 12 del día, contando desde el amanecer, las 6 de la mañana) |
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La hora del recuento: por si faltara alguna res, y hubiera que ir a buscarla. |
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Poco más arriba, el ganado menor: la cabra bermeya, de raza autóctona, que se prestigia en estos tiempos |
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Y la hora del bocata: llevamos unas horas de camino y de palabras. Como somos de otras zonas asturianas, admiramos los contrastes, matizamos algunas expresiones... Cuestión de simples matices, para añadir al palabreru. La riqueza del asturiano en boca de pastores, en este caso. Es mucho más lo que nos une. |
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Sin parar de explicarnos: |
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También hay que alimentarse, en cualquier parte: xamón, chorizu, cecina, de casa, claro... (dan un poco la sede, pero se aguanta...). No todo puede ser (de momento) vida online, producto dixital. |
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Todo un privilegio saborear el paisaje en compañía de pastores: impagable la jornada. Como saboreamos el agua cristalina que brota entre aquellas cuarcitas. Como saboreamos las palabras compartidas sobre yerbas, plantas, tupidos matorrales...; o sobre los tipos de insectos que acechan al ganado... . |
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Seguimos con la tortietsa, la tortilla fecha por la madre, por la güela... Para recordar el resto del año, vamos (por eso llevamos la semeya) ... De la tortiella, nin rastros... |
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Y mientras pastores y zagales por un día saboreamos los bocatas, los mastines no quitan güeyu del paisaje, aún con pleno sol: los tsobos ni tienen reló, ni avisan, claro... |
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Hasta la recietsa, los cabritos más nuevos, saben que el llobu no tiene horarios conocidos tampoco: puede salir del boscaje en pleno día -nos comenta el pastor con toda tranquilidad, sin asustase migaya.. -. |
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El mastín no se separa de las cabras mientras pastan. Ni quita el ojo del que intenta acercarse: entendemos sus miradas, y nos mantenemos a distancia... |
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La cabra madre: la del cencerru, la que va conduciendo el rebaño según la hora del día, según los rigores del sol, o las sombras de la nublina en las alturas. El sonido comunica, une... |
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Desde cualquier perspectiva hay que controlar la distribución del ganado. Bien lo sabe la perraza, con cara de buena y todo... |
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Y lo saben los más jóvenes, cuando se distancian distraídos, inocentes, del rebaño. En cuatro pasos, allí se planta el mastín. |
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Ni una sola res, queda desprotegida en el pastizal. Uno de los perros siempre espera a que pasen todos y todas, incluso aparece rezagado detrás del propio pastor. |
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Y vigila cuando el ganado se va juntando a ciertas horas para cambiar de loma o de ladera (de sestu -nos precisa el pastor): si quedara alguna res despistada, nunca sobreviviría a la noche -afirma seguro también el joven-. Por eso, él siempre va el último, escuchando el paisaje que va quedando atrás. |
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Hasta siete, entre perros y perras, se van distribuyendo el trabajo de vigilancia: por el medio del rebaño, delante de la vanguardia, detrás de los despistados, por ambos flancos de la reciella a sua anchas |
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Los espesos pastizales, ya dicen la calidad de las cabras: yerbas duras, frescas, entre la piedra de la altura; reverdecidas con frecuencia por el orbayu y la nublina frecuentes al atardecer . |
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Las cabritas no se venden: es la recría para el siguiente año: los cabritos, en cambio, van pasando al mercao para ir tirando por el año arriba . |
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En un momento de despiste, la cabrita lanza su voz de alerta: pero está bien controlada... |
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Los detalles del ganado: colores de toda una gama entre el tono rubio intenso, un matiz castaño más suave, algunas líneas casi negras, el color bermeyu, el bermeyón, la cabra bermeya, en fin. |
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Pero en contraste con este entrañable sistema rural de supervivencia en el milenium dixital, sigue el llobu merodeando entre el ganado: de cuando en cuando, amanece el pastor con unas cuantas cabras muertas; nueve, en la última redada; de las que los tsobos sólo comieron media cabra. |
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...grandes, muy grandes |
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y con el detalle de esas dos uñas afiladas inequívocas en las agarraderas del lobo (a diferencia del perru), nos explica el pastor . |
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Porque, como lamentan los pastores- la supervivencia será de todos: menos de los propios ganaderos. Un problema sin resolver, aunque el quesu, y la caldereta de cabritu, no la comen precisamente quienes más la producen. Una larga historia de peripecias con los tsobos por los cordales nos cuentan preocupado Rubén. |
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Por eso, el joven pastor
ya entiende sin titubeos desde bien temprano (en la otra gran escuela de la naturaleza y de la vida) a 1.500 m de altura, en la soledad de unos montes (sin más compañía que el ganado y sus inseparables perros y perras) qué significa aquello del estudio del medio, las Ciencias Naturales, la ecología..., la economía, el mercado, los mercaos... Simplemente, la observación de lo que tiene alrededor, su aprovechamiento posible durante el año, para sobrevivir cada día dentro y fuera de las aulas (pérdidas, impuestos, gastos... incluidos). Todo un ejemplo de aprendizaje práctico. |
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Con esa larga historia de vida ganadera en los altos de los pueblos, simbolizada en esas precisosa cabañas talladas a mano por hábiles vaqueros: en piedra caliza desde los cimientos a la techumbre incluida: piedra tallada sin un reborde discordante; sin una gota de arena ni cemento en el ensamblaje. Grisáceas paredes impecables: todo un arte. |
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Este es el duro, muy duro oficio de pastor, del cabreru, en este caso: caminar todo el día vigilar huellas, atisbar aullidos... (a menudo con la muleta al llombu, para relajar mente y cuerpo) , y para sólo encontrar tantas veces los restos del festín nocturno. Y para que le responda el gendarme de guardia que tendría que "demostrar que ha sido el lobo". |
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Ya con las asombras de la tarde en la ladera,
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