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Pintar las palabras...

Dibujar un poema (II):
por alumnos/as 1º Bachillerato

Dibujar un poema (I):
por alumnos/as 2º Bachillerato

Como se dijo en otro lugar, en la lectura dibujada del poema deben aparecer los detalles del texto: el ciego sol, las lágrimas de la niña, la dureza de la estepa castellana... Incluso, cada lector/a puede fijarse en unos detalles más que en otros: siempre será la lectura a la medida de cada uno y cada una. Por lo tanto, mismo poema, distintos dibujos, claro.

poema Castilla

de Manuel Machado


(Dibujo de Armin Fernández Rodríguez,
1º Bachillerato)

El ciego sol se estrella
en las duras aristas de las armas,
llaga de luz los petos y espaldares
y flamea en las puntas de las lanzas.

El ciego sol, la sed y la fatiga.
Por la terrible estepa castellana,
al destierro, con doce de los suyos,
—polvo, sudor y hierro— el Cid cabalga.

Cerrado está el mesón a piedra y lodo...
Nadie responde. Al pomo de la espada
y al cuento de las picas, el postigo
va a ceder... ¡Quema el sol, el aire abrasa!

(Dibujo de Laura Álvarez,
1º Bachillerato)

A los terribles golpes,
de eco ronco, una voz pura, de plata
y de cristal, responde... Hay una niña
muy débil y muy blanca,
en el umbral. Es toda
ojos azules; y en los ojos, lágrimas.
Oro pálido nimba
su carita curiosa y asustada.

«¡Buen Cid! Pasad... El rey nos dará muerte,
arruinará la casa
y sembrará de sal el pobre campo
que mi padre trabaja...
Idos. El Cielo os colme de venturas...
En nuestro mal, ¡oh Cid!, no ganáis nada».


(Dibujo de Daniel Sousa,
1º Bachillerato)

Calla la niña y llora sin gemido...
Un sollozo infantil cruza la escuadra
de feroces guerreros,
y una voz inflexible grita: «¡En marcha!»

El ciego sol, la sed y la fatiga.
Por la terrible estepa castellana,
al destierro, con doce de los suyos
—polvo, sudor y hierro—, el Cid cabalga.

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