Costumbres, tradición, gastronomía, trabajos rurales, vida vaqueira, saber popular

"A mi cabecera tengo
dos cuadrinos nada más:
¡La Virgen de Covadonga
y el Santo Cristo de Candás!"
.

Candás en canciones
Luis Alberto Prieto
Ayuntamiento de Carreño
2003

La historia de Candás, de los candasinos y candasinas, a la voz y al oído de sus cantores y cantoras: las canciones, las coplas populares..., que se oyen (o se oían) en la cocina, en los chigres, en el puertu, o sobre las barcas y las mismas olas del mar, a la espera de la pesca.

Son los temas del mar, el Cristu de Candás, la Salve Marinera, las danzas, los corros... la vida marinera recordada por sus propios protagonistas al oído y a la pluma del autor del libru: Luis Alberto Prieto. Un cancioneru candasín de unas 980 canciones. 245 páginas de textos y notas explicativas. 62 páginas de partituras musicales. Todo un exhaustivo documento oral para la historia popular de Candás. Sirvan unos cuantos ejemplos del libro.
***

A) Capítulo Primero
Canciones específicas de Candás

1. Ay, Candás
José (Pipo) Prendes

¡Ay, Candás!
no ha ganado el olvido;
mira bien, son tus barcos:
van llorando, se han ido.

¡Ay, Candás!
que es salitre tu sangre,
que te embriaga; no hay nadie
que se atreva a olvidarte.

Mi Candás marinero:
no podrán derrotarte.
¡Dios, qué orgullosa está Asturias
de haber parido en su tierra
a este Candás, tierra buena!
¡Yo, a cantarte; fuera penas
!

Que se oiga en todas partes,
que sepan que tú estás
más vivo que la vida:
¡Despierta, Candás!
Que quiero estar contigo,
y mi amiga la mar,
y a solas inventarnos
el día que abre ya.

Ay, Candás,
que has guiado al perdido,
haz lo mismo conmigo,
si perdiera el sentido.
Ay, Candás,
que hasta un Cristo ha venido
a quedar aquí contigo,
a llamarte: "Amigo".
***

2. Salve, Estrella de los Mares

¡Salve, estrella de los mares!
Iris de eterna ventura.
Salve, Fénix de hermosura,
Madre del divino amor.

Salve, estrella de los mares.
Iris de eternal ventura;
Salve, Fénix de hermosura,
Madre del divino amor.

Salve, estrella de los mares,
Salve, estrella de los mares.
Sí, fervoroso llegue al cielo,
y hasta ti, nuestro clamor. BIS.

De tu pueblo a los pesares,
tu clemencia dé consuelo;
fervoroso llegue al cielo,
y hasta ti, nuestro clamor.

¡Salve, estrella de los mares!
¡Estrella de los mares, salve!
¡Salve, salve; salve, salve!
***

3. Cristo Marinero
Santarrúa / Joaquín Rodríguez

Hay un Cristo, que surgió / de entre las aguas del mar,
porque nació marinero; / sólo se quiso entregar
a unos hombres que supieran / con su pueblo venerar

Esos hombres, los que fueron,
antepasados que hicieron
de su vida sólo el mar,
echando en ella raíces
que jamás se borrarán:
jamás, jamás.

Marineros de entonces,
que navegaban los mares
a golpe de brazo y viento,
que mirando al firmamento
las estrellas les decían
el rumbo y su posición.
Llegaba la luz del día,
cuando entre las redes vieron
a ese Cristo marinero,
al que hicieron su patrón.

Era el mes de setiembre,
al terminarse el estío,
cuando en la mar lo encontraron
entre las aguas perdido.
Aquel fue un día importante
para esa gente que vio:
cómo sus hombres traían
a ese Cristo que surgió
entre las aguas de un día,
que señalado quedó.

Hay un Cristo, que surgió / de entre las aguas del mar,
porque nació marinero; / sólo se quiso entregar
a unos hombres que supieran / con su pueblo venerar

Marineros del entonces,
que navegaban los mares
a golpe de brazo y viento,
que mirando al firmamento
las estrellas les decían
el rumbo y su posición,
en qué aguas pescarían,
qué estrella les guiaría
a esa mar en la que un hombre
al Cristo flotando vio.
***

4. Cancioncilla

Sonreís;
Sonreír es belleza,
belelza de flor,
de fiesta.
La brisa que se enreda y se escapa
entonando cantos enamorados,
va diciendo que la fresca lozanía
de la floresta.
Donde nacen y crecen y perfuman
las flores,
jazmín y clavel.
Y junco
se aquieta en tus ojos la gracia
que regatea en el aire,
zalamera,
el suspiro -como un beso-
de la gracia hecha reina.
Y se me van estos antojos
igual que palomitas aleteando,
-blanco y azul, encanto de mar y cielo-
a decirnos un madrigal
con los versos sueltos,
afanosos, ricos de matices
del Candás brillante, romero y creyente,
y alegre, como las rosas blancas
que se asoman al sol
sobre el quicio bendito de la fiesta.
***

5. Himno al Santísimo Cristo
de Candás
José Ángel Alonso

¡Santo Cristo milagroso de Candás!
faro ardiendo luminoso y redentor;
en el pueblo que te brinda su latir
desde el día en que en el mar te recogió.

¡Santo Cristo, Navegante Capitán!
de las naves pescadoras el Patrón,
en la barca candasina de tu Altar
se desdobla la realeza de tu Amor.

Tu santuario de presentes lleno está
y de exvotos que pregonan tu favor,
mientras vive con creciente fe y afán
en los pechos tu bendita devoción.

¡Santo Cristo milagroso de Candás!
Tú que alumbras con purísimo fulgor
cielo y tierra, llena el mundo de tu Paz
y del fuego esplendoroso de tu Amor.

En las anchuras del mar /
sobre las olas flotando,
a Jesucristo en la Cruz /
los pescadores hallaron.
A su Candás lo trajeron /
con fervorosa alegría;
y desde entonces preside /
el discurrir de la vida
***

6. Vieyu Marineru
Niti Colsa

Vieyu marineru,
que naciste en Candás!
Llegóte el momentu
de decir adiós.
Solu el vieyu barcu
vas tener que tú emprobar
por lo que yé
y yera el tu amor.

Al despedite de los tos collazos,
sangra el to cansáu corazón;
hinchará les veles
el vientu secu del sur,
borrará los suañus
que forxaste tú.

Cuando pises la tierra,
una vez pa siempre ya,
no tendrás a naide
que esperar.
Recordarás cómo aquelles rapaces
te besaben en los labios al zarpar,
y partirás cuando una nunche tranquila
te llegue a buscar
la muerte en su batel,
que nunca tornará;
y arribarás en el puertu
de la eternidad.

Vieyu marineru,
¿dónde vas
en sin brúxula,
redes nin timón?
¡Vieyu marineru,
va a partir:
to vida ya llegó
a su fin!
***

7. Pescadores asturianos
J. Fernández - J. G. Presi

Soy de costa marinera,
y la mar es mi destino;
sobre una barca pesquera
voy forjando mi camino.
Y al terminar la faena
sobre los barcos pesqueros,
contemplando las estrellas, (bis)
descansan los marineros.

Al regresar a tierra los pescadores
saluden a les neñes con sed de amores;
y con neñes y vino quitan la pena,
y olviden el cansancio de las faenas.

Pescadores asturianos, que al mar dedicáis la vida,
cantando para vosotros, nunca sentiré fatiga:
pescadores de Candás, Tazones o Cudillero,
Llastres, Xixón, Avilés y Tapia de Casariego.

Tan sólo un lobo de mar
soporta la soledad
y el peligro que en los mares
supone una tempestad.
Pescadores de rostros curtidos
por el sol y la brisa del mar;
a la Virgen del Carmen pido (bis)
que os guarde en cielo un lugar.
***

B) Capítulo Segundo
Canciones populares de Candás

8. A la Compaña de "Peraldillo"

La lancha de "Peraldillo"
tiene un motor de primera;
y la lancha de "Crisanto",
la mejor de la ribera

9. Vida de un marinero

Era viejo y muy gastado, por los años y la espera,
con cara de sufrimiento y el cuerpo lleno de quejas;
al alba se levantaba y bajaba a la ribera
recordando aquellos días que su vida consumiera,
pensaba en sus años mozos, cuando le sobraban fuerzas
para navegar remando o con viento a la vela.

Mucha experiencia vivida amontonada en mareas,
entre temporales duros y calmas que te serenan,
mucha experiencia vivida con la mar por compañera
al alba se levantaba y bajaba a la ribera.

Ahora contempla la imagen que da la aurora al nacer,
con el mar y el cielo claro, la noche desvanecer;
las lanchas con rumbo al norte navegan con tiempo fiel,
cumpliendo su singladura mecidas en el vaivén
como recordaba ahora el tiempo que le tocó a él
navegar por esos mares igual que este amanecer.
***

10. Lloran en Candás

El pueblo asturiano,
que ve la desgracia,
un socorro pide
para el infeliz
que ve a su padre
luchar con las olas,
¡bravos pescadores,
vais a sucumbir...!

Por eso os pide
la alegre comparsa
deis una limosna
que pueda aliviar
al niño inocente
y a la triste viuda,
que a su desventura,
lloran en Candás
***

11. ¡Ay!, un Galán de esta Villa

Ay! Un galán de esta villa // Ay! Un galán de esta casa
Ay! él por ahí venía // Ay! él por ahí llegaba
Ay! diga lo que él quería // Ay! diga lo que él buscaba
Ay! busco la blanca niña // Ay! busco la niña blanca
Ay! que su amante la espera // Ay! que su amante la aguarda
Ay! su buen amor venía // Ay! su buen amor llegaba

Y celos la despedía. // Y celos la demandaba

Al pie de una fuente fría // al pie de una fuente clara
Donde canta la culebra // donde la culebra canta

Por arriba de una peña // por arriba de una mata
No busques la blanca niña // no busques la niña blanca

Ay! que no l'hay n'esa villa // Ay! que no l'hay n'esa casa
sino que era una prima mía // sino que era una mi hermana.
***

Romances

12. Me Casó mi Madre

Me casó mi madre. / Me casó mi madre,
chiquita y bonita: / ¡Ay, ay, ay!
chiquita y bonita.

Con un enanito / Con un enanito
que yo no quería / ¡Ay, ay, ay!
que yo no quería.

A la media noche, / el pícaro se iba...
Le seguí los pasos, / por ver dónde iba...
Yo le vi marchar / por la calle arriba...

Me volví a casa, / triste y afligida...
Me puse a coser: / coser no podía...
Me puse al balcón, / por ver si venía...
Yo le vi venir / por la calle arriba...

Venía diciendo: / "Ábreme, María...
Que vengo cansado, / que vengo cansado
de ganar la vida: / ¡Ay, ay, ay!
¡de ganar la vida"!
.
***

13. La Viudita del Conde Laurel
o Yo soy la viudita.

Estando la blanca niña // estando la blanca flor
estando la blanca niña // bordando en su bastidor
pasó por allí un buen mozo // hijo del Corregidor.

- ¿Quién pudiera, blanca niña / Quién pudiera, blanca flor,
¿Quién pudiera , blanca niña // bordar en tu bastudor?

- Pase, caballero, pase // por una noche o por dos
mi marido fue de caza // a los montes de Aragón.

Entre estas palabras y otras // él a la puerta llamó:

- Ábreme la puerta, rosa // ábreme la puerta, flor
que aquí te traigo un conejo // de los montes de Aragón.

- ¡Maldito sea el conejo // y maldito seas tú,
maldita sea la hora // en que has nacido tú!

- ¿De quiés es ese sombrero // que aquí veo yo?
- Es tuyo, marido mío // que el Emperador dejó.
(que te he comprado yo)

- ¿De quién es aquella capa /7 que allá veo yo?
- Es tuya, marido mío // que el Emperador dejó.
(que te he comprado yo)

- ¿De quién es aquella sombra // que allí veo yo?
- Es el gato de la vecina // que las sardinas comió.
***

C) Capítulo Tercero
Canciones populares del "Candás Alegre"

14. Danza Prima
del Coro Parroquia
l

Trilla el campo, trilla el campo
alrededor de la Capilla;
entre los álamos verdes
no se puede ver la villa.

San Antonio está durmiendo
debaxo un tamborete,
despierta, santo bendito,
vamos a cerrar juanetes.

De lo más alto del cielo
cayeron nueve claveles:
tres pepes y tres antonios,
y tres queridos manueles.

Hay un pescado en el mar
que lo llaman el bonito;
con un letrero que dice:
"Péscame, marinerito".

A mi cabecera tengo
dos cuadrinos nada más:
la Virgen de Covadonga
y el Santo Cristo de Candás.

En la foguera del Cristo
robaron una casada:
va diciendo el que la lleva:
"Adiós, que no llevo nada".

¿Santo Cristo de Candás,
para quién estás mirando?
Miro para los mis romeros,
cómo vienen caminando.
***

15. Danza Obligada:
San Antonio

Hoy se celabra la fiesta
de mi San Antonio, madre;
los "cuetes" y voladores
suben al cielo a adorarle.

¿Qué tienes con San Antonio
que tanto te acuerdas de él?
San Antonio está en los cielos,
¡quién pudiera estar con él!

San Antonio está durmiendo
debaxo un barril de raba;
despierta, santo bendito,
vamos a tirarte al agua.

La danza prima, en Candás,
nunca se debe acabar;
que el día de San Antonio
sirva para continuar.

Viva el pueblo de Candás.
"Viva" las peñas formadas.
Viva, viva San Antonio.
Viva la "Peña Furada".

Va a terminar esta danza.
A San Antonio pedimos
que bendiga los hogares
de Candás y sus vecinos.
***

D). Capítulo Cuarto
Canciones Habaneras

16. El murmullo de las tórtolas

Ven a mí que la noche es serena,
y verás las estrellas brillar;
te pondrás encima de una peña
para ver las olas en el mar.

Ven al mar que la noche es serena,
y oirás las sirenas cantar;
te pondrás encima de una peña
y las olas oirás bramar.

Al amanecer verás
los rayos del sol salir,
y las estrellas brillar,
y en mis ojos relucir.

Yo ya no siento
el murmullo de la tórtola,
ni el cantar de los pájaros,
ni el rugir de las olas.

Yo lo que siento
es vida de mi amor,
Consuelo de mi alma;
¡Ya no quiero sufrir más:
muero de amor!

Ven, niña, ven;
que la vida sin ti
es triste y melancólica
¡Yo no puedo vivir más:
muero de amor!

Al amanecer verás
los rayos del sol salir,
y la brisa acariciar,
y tu pelo esparcir.

Ya no me asustan
los murmullos de las tórtolas,
ni el vaivén de los barcos,
ni el batir de las olas.

Ven, niña, ven...
***

17. Era una flor

I

Era una flor / en el libro escondida,
viejo jazmín / de una antigua ilusión.
Más que una flor, / era un alma de amante,
que allí fragante, / dejó constante
prueba de amor.

Encerrada en el libro quedó / como un suspiro
de una niña cubana / por un novio español.
Desde el barco le dijo su adiós: / "Me voy a España",
prometiéndole un día / volver a Cuba,
guardó la flor.

Y al alejarse, / un mar de olvido / les separó...

II

La antigua flor, / en aquel libro olvidada,
años después, / una niña la halló.
Y al preguntar / al abuelo asombrada,
llorando el viejo / dijo a su nieta
con emoción:

Esa flor es un alma que fue / mi amor de un día,
y ahí está todavía, como yo la dejé.
Junto a su palmeral le juré / que volvería,
pero luego el destino / torció el camino
de mi deber.

Como un testigo / de aquel cariño / la flor guardé.

Final

De aquel amor, / quedó esta flor.
***

E). Capítulo Quinto
Canciones de Corro, de juegos...

18. Al pasar la Barca

Al pasar la barca
me dijo el barquero:
"Las niñas bonitas
no pagan dinero"

Yo no soy bonita,
ni lo quiero ser,
¡Arriba la comba,
una, dos y tres!

Yo no soy bonita,
ni lo quiero ser;
yo pago dinero
como otra mujer.

La volví a pasar, / me volvió a decir:
"Las niñas bonitas / no pagan aquí"

Yo no soy bonita,
ni lo quiero ser,
porque las bonitas
se echan a perder.

Yo no soy bonita,
ni lo quiero ser;
pero mi dinero
no lo verá usted.

Yo no soy bonita, / ni lo quiero ser;
ánimas benditas, / me arrodillaré.
***

19. En la Estación de Veriña

Ena'stación de Veriña
tan faciendo una paré;
¡paré, paré!
po la paré va la vía,
po la vía pasa el tren;
¡el tren, el tren!

Éntrala y non temas,
soldadito veterano;
éntrala y non temas,
que yo te daré la mano.
La mano non te la doy,
ni tan poco la palabra:
tú me dirás el porqué,
y yo te diré la causa..
.
***

20. Duerme, Niñín del Alma

Duerme, niñín del alma,
duerme sin pena;
que a los pies de tu cama
tu madre vela.
Duerme, niño del alma,
duerme otro poco,
que a los niños que lloran
los lleva el coco.
***

F) Canciones de Chigre

21. Atardecer
Sergio Domingo

Dulce es vivir en mi aldea querida,
dulce es vivir las horas vespertinas
Prados floridos solos quedáis. (bis)
Fuentes risueñas amor brindáis. (bis)
Campos en flor de mi aldea:

¡de mi aldea campos en flor!
¡Campos en flor, campos en flor!

Dónde preciosas niñas
su encanto arrullan
con sus amores;
aspirando las auras
de un divino atardecer. BIS

Bosques y arroyos, murmuradores;
guardáis, secretos, tiernos amores:
tiernos amores, dulce querer,
tiernos amores de atardecer;
de atardecer, de atardecer,
de atardecer..., de atardecer.
***

22. Caminito de Avilés

Caminito de Avilés,
un carretero cantaba
al son de los esquilones
que tu pareja llevaba:

"Marinerito, arrría la vela;
que está la noche
tranquila y serena"

Noche tranquila y serena,
no es buena para rondar:
para los enamorados
es mejor la oscuridad.

Noche tranquila y serena
no es buena para rondar:
que a los enamorados
les gusta la oscuridad.

"Marinerito, arrría la vela;
que está la noche
tranquila y serena"

Al marinero en el mar
nunca le falta una pena;
cuando se apega el farol,
cuando se apega la vela.

"Marinerito, arrría la vela;
que está la noche
tranquila y serena"
.
***

23. Pescadores

Aun no ha salido el sol,
el suelo brilla;
tiene un suave orbayar
la mi tierrina;
pisada recia en la madrugada
la barca espera;
llegó la hora de navegar:

¡Pescadores, de la costa verde y bella!
¡Pescadores, aunque todo el mundo duerma,
en la mar está tu vida; / ahí tienes tu faena!
Ay, lala, ralalalá... / Ay, la, lara, lalá..
***
.

24. Tengo de Subir al Puerto
o "Si en la nieve resbala"

Tengo de subir al puerto, / al puerto y a la montaña.
Tengo de subir, subir: / allí está la que me ama.

Si la yegua resbala
por el sendero, (bis)
ya no veré a la niña
que yo más quiero.
¡Ay, amor!
Si la nieve resbala,
¿qué haré yo?

Tengo de subir, subir; / aunque me cubra la nieve;
tengo de subir, subir: / ¡allí está la que me quiere!

Si la yegua resbala
por el sendero, (bis)
ya no veré a la niña
que yo más quiero.
¡Ay, amor!
Si la nieve resbala,
¿qué haré yo?

Si en la nieve resbala, / ¿qué harán las rosas?
Ya se van deshojando / las más hermosas.
¡Ay, amor!
Si en la nieve resbala, ¿qué heré yo?
***

25. La Romería de San Andrés

Si quiés que baile contigto
en la romería de San Andrés,
has de dame, neña,
lo que yo te pida:
"Un besu pequeñu,
que valga por tres"

Después que baile contigo,
morena mía, yo te daré
otru besu míu,
pequeñu, pequeñu,
otru besu míu,
que valga por diez.
***

26. El Tranvía de Xixón

El tranvía de Xixón
nin tien trole nin tien nada:
que con el trole-trole-trole,
que con el trole del tranvía;
que con el trole-trole-trole,
que ya me tienes aburrida, Soledad.

El tranvía de Xixón / nin tien mules nin tien machos:
que con la lletrecidá / atropella a los borrachos.

El tranvía de Xixón / non ye tranvía ni nada:
porque enriba del teyao / tien una vara espetada
.
***

27. Canteros de Covadonga

Canteros de Covadonga,
los que baxáis a La Riera. (bis)
Si queréis beber buen vino,
cortexáy la tabernera. (bis)

Tengo de ir a Covaedonga,
y subir hasta La Cueva,
y decir a La Santina
que se casa la mio morena.

Tengo de ir a Covadonga,
con la mio neña en Setiembre
y lleváy a La Santina
un ramín de palma verde:
que se casa la mio neña
.

Que day al bombón, / al bombón,
al bombón de la bombonera, (bis)
"Que se casa la mio nena"

Al llegar a Covadonga, / non bebas agua, morena,
si como dixiste ayer, / prefieres vivir soltera.

La Virgen de Covadonga / tien una fuente muy clara:
La neña que de ella bebe, / dentro del año se casa.

Tengo de ir a Covadonga,
con la mio neña en Setiembre
y lleváy a La Santina
un ramín de palma verde:
que se casa la mio neña
***

G). Capítulo Séptimo
Canciones de Religiosas

28. A pesar de mi Pobreza

A pesar de mi pobreza,
hoy me viene a ver mi Dios;
Oh qué dicha, cuando estemos
en íntima unión los dos.
Oh qué dicha, cuando estemos
en íntima unión los dos.

Oh Dios mío, a mi morada,
cuánto tardas en llegar;
yo languidezco por verte,
si Ti no puedo vivir (bis)

¡Callad!, que a lo lejos sigo,
de sus pasos el rumor.
Ya se acerca, no me engaño:
es mi amado, el Señor (bis).

Señor, yo no soy digno
de que en la vil morada
de mi angustiado pecho
te llegues a hospedar.
En tu presencia santa
soy pobre y desgraciada;
soy átomo impalpable,
soy menos que la nada;
ignoro cómo puedo
llegarme hasta tu altar.
***

Más recopilaciones asturianas
por Xulio Concepción Suárez

ÍNDICE de contenidos de la páxina

Ver la Esquisa literaria