Costumbres, tradición, gastronomía, trabajos rurales, vida vaqueira, saber popular

La cadena

En tus brazos me dormí
en una noche serena;
quizá aplacaste mi pena,
pues nunca me arrepentí,
y seguí durmiendo así,
amarrado a tu cadena.

Dulce cadena fue esa,
que cuando más apretaba,
ahogándome, me salvaba,
haciendo de mí su presa.
Siendo pesada, no pesa;
siendo fría, me quemaba.

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