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Etiquetas, palabras clave, tags: la cueva, tesoro escondido, Cuayos. Joaquín Barrero

 

"Él podía conseguirlo dado su espíritu sufrido
y sus ganas de reivindicarse.
Buscaría el tesoro que tan necesario era,
lo encontraría y se lo entregaría [a su padre]
para que le regresara la felicidad perdida,
el amor hacia su madre y la sonrisa hacia sus hijos.
Ese impulso fue tomando forma y desarrollado
desde meses atrás, cuando los días fríos
dejaban muchas horas para pensar"
(
Detrás de la lluvia, p. 44)

Un paseo por los altos de La Vachota,
camín de la Cueva Viguinatsarga (ahora, Viguinacharga):
la cueva de la braña, escenario del tesoro
en la novela, Detrás de la lluvia,
del escritor Joaquín M. Barrero

 

Foto-composición de Pablo Yagüe: Juaquín, a la entrada de su cueva en la novela, con el libro en las manos (también lo habría disfrutado el autor)

Detrás de la lluvia
Joaquín M. Barrero
Ediciones B, S. A.
Barcelona, 2012

A) La Cueva Viguinacharga: una larga historia ayalguera, una obra literaria y un proyecto educativo en marcha

Por las sendas de La Vachota, camín de Viguinatsarga

La Cueva Viguinatsarga (Viguinacharga, ya para la mayoría) es la oquedad abierta en la peña justo al final de las camperas del Puerto Cuayos, en la senda que asciende de L'Ablanea, Los Cuadros, Los Corralones, El Pedroso, El Fasgar, La Chamargona... Es el límite con El Puerto la Vachota sobre La Campa los Anxeles y El Puzu. Cabaña y corrales bien conservados, justo bajo la entrada a la cueva.

Foto: La entrada a La Vega Cuayos, por la cueva y la cabana

Localizando la entrada por los tonos más bien ocres, bermeyos, de la gruta

Todo un impresionante conjunto de praderas muy apacibles en su mayoría, cabañas habitadas y ganados en verano, que contrastan con las pendientes colaterales de La Caviera, Pena Negra, Pena Cabrera, El Cabril..., muy adecuadas antes para las cabras (como las palabras dicen), y hoy para los robezos.

Foto de lugareños en la historia de la cueva:
Grupo de Montaña Gulmont, Córdoba,

Fotografía de Jesús García Álvarez.

"[José Manuel] Supo desde siempre que, posiblemente como compensación a su ineptitud, tenía más imaginación e inteligencia que sus hermanos, que trabajaban en la huerta y con el ganado sin hacer preguntas... El hambre y el temor al padre deshacían cualquier iniciativa que no fuera el trabajo" (Detrás de la lluvia, p. 43).

Con la seronda a rebosar entre peñas, regueros y camperas...

Si la andadura se hace en tiempu otoñal, con día soleado, y con dos expertos profesionales, como Pablo y Alejandro, en la docencia diaria de actividades físico-deportivas en el medio natural, la xornada resulta doblemente placentera: multióptica, pluridimensional, práctica, completa.

Una andadura etimológica, que ya anuncia la palabra ecología (oikos: lugar habitado; -logia: estudio): el estudio del lugar habitado por vaqueros y vaqueras, sin más -ismos ni matices añadidos con el tiempo.

Unas brañas pobladas desde tiempo inmemorial, con tantas leyendas que resuenan todavía en las cabañas, a poco que escuchemos a los nativos mayores de los pueblos circundantes. Las leyendas de los tesoros escondidos, las gazetas, la ilusión por escudriñarlos hasta en las mismas entrañas de las peñas.

Foto de la expedición de los espeleólogos con vecinos de la zona, a La Cueva Viguinacharga. Fotografía de Jesús García Álvarez.
Grupo de Montaña, Gulmont de Córdoba

Y caminando, de paso, por las mismas páginas de la novela, Detrás de la lluvia, del escritor asturiano Joaquín M. Barrero

Porque, al par de los senderos, una lectura literaria resulta doblemente placentera, cuando uno se encuentra con un texto tejido de ideas, palabras, sentimientos, que trasmiten costumbres, preocupaciones milenarias. Pero, al mismo tiempo, ese texto se refuerza, si dibuja uno de nuestros entrañables paisajes lenenses y asturianos.

En este caso, El Puerto Cuayos, la braña y La Cueva de Viguinatsarga; ese paisaje de cumbres a medias entre el bosque de Valgrande y las inmensas praderas siempre tan bucólicas de La Vachota, presididas por La Tesa, La Mesa, y siempre a medias con la proximidad del cielo.

Con el honor de una cueva lenense en las páginas de una novela universal

Es, por ello, un honor para los lectores lenenses y asturianos, que un autor madrileño (aunque cangués de nacimiento), de reconocido prestigio internacional, Juaquín M. Barrero, haya situado una braña de Lena como atalaya literaria de una acción novelada, desde la que se contempla todo un paisaje social europeo del s. XX.

Piñera, Carraluz, Teyeo, Los Pontones, Oviedo, Llanera, Villaviciosa, Trubia, Langreo, Madrid, Vallecas, Sevilla, Murcia, Melilla, norte de África, Francia, Alemania, Moscú..., son otros tantos paisajes geográficos y sociales que el lector va reconstruyendo bajo el cristal interior con el que José Manuel contempla el mundo desde los altos del Puerto Cuayos.

En palabras del autor, Juaquín Barrero:

"El tesoro. Un asunto del que [José Manuel] llevaba oyendo desde que tuvo uso de razón. Había sido testigo de discusiones entre sus padres, tíos y vecinos cuando se agrupaban durante los inviernos ante el llar, rodeando al fuego instalado en el suelo de piedra, entre vaharadas de humo y vino" (p. 40)

Pero comenzando la andadura bucólica por L'Alto'l Palo (el mal-llamado hoy Alto la Cubilla), y siguiendo por las esponjosas camperas de La Vachota (La Vatsota, antes, pa los vaqueros del puerto): una amena andadura por los senderos del ganao hacia el vecino Puerto Cuayos, con la Cueva Viguinacharga.


Foto: por El Siirru la Chispa, el peñascu aisláu en la pradera: el lugar que puede atraer una chispa en días de tormenta; no por casualidá, está justo baxo La Magrera (del magre, el almagre, el mineral de fierro que se explotó allí hasta hace unas décadas; lugar de rayos y chispas en las tormentas también)

Y así trazamos este paseo otoñal inolvidable desde L'Alto'l Palo (nunca antes entre los vaqueros, La Cubilla) con Pablo y Alejandro: dos expertos profesores del Ciclo de Grado Medio, Guía en el Medio Natural, y de Tiempo Libre -antiguamente denominado Grado Medio en Conducción de Actividades Físico-deportivas en el Medio Natural (TECO). Dos expertos montañeros muy prácticos, camino de esta actividad añadida: la investigación espeleológica -y multidisciplinar- sobre una cueva, tan sugestiva y estudiada, no sólo por espeleólogos peninsulares, sino por el escritor Juaquín Barrero, con unas cuantas obras ya publicadas (ver ficheros en esta páxina).


Foto: contemplando las llagunas del valle entre los altos

Todo un placer la xornada soleada, un día de seronda con estas brañas de tonos, luces, silencios y palabras compartidas por estas esponjosas praderas a la falda de Penatolóbriga, La Magrera y La Mesa: un placer por las cosas aprendidas de los expertos montañeros con las lecturas a su modo del paisaje; y un placer por la ocasión de recorrer, una vez más, las preciosas, precisas, bucólicas, mágicas..., páginas del escritor Juaquín Barrero, que nos brindó el honor de llevar a la creación literaria universal los misterios legendarios en boca de tantos brañeros y brañeras en las cabañas del puerto: el tesoro escondido en La Cueva Viguinatsarga. Con unas cuantas fotos, que asgaya traducen estas palabras...

  1. A la falda de La Mesa, que dibuja el nombre


    Foto: las sombras de la andadura, también en el fondo del lago

  2. Sobre los regatos que dan al Puzu las Chobas: con los ecos tan tristes de los "desaparecidos" del 36 y compañía: el eufemismo en nada disimula tantas tragedias y tan desgraciadas para tantos fusilados, y para tantas familias lenenses.


    Foto: el abismo que guarda los ecos y silencios de las imborrables tragedias del 36

  3. Las aguas del Puzu, con La Mesa al fondo



  4. Columbrando los altos divisorios de La Vatsota y Cuayos


    Foto: al filo de la cumbre

  5. La Cueva del tesoro escondido: la que tantos años investigaron Jesús y José Manuel, protagonistas de la novela. Y otros muchos entusiastas de los misteriosos tesoros después



  6. La placa a la entrada de la cueva: A JOSÉ SUÁREZ,
    QUE DURANTE 20 AÑOS TRABAJÓ EN ESTA CUEVA.
    1914-1934. JULMONT DE CÓRDOBA


    .

  7. La entrada y el espeleólogo dispuesto



  8. La roca pa entrar con cuidado



    "Y se enteró [José Manuel] de que su padre y el de Jesús habían vuelto a buscar en la cueva del tesoro todos los domingos del año, pero ya con dinamita... Aquella tarde en el rezo pidió para que su padre encontrara el tesoro. Con él podría curarse, yendo a un buen hospital. Y quizás habría tiempo para obtener de él el cariño siempre deseado" (p. 134)


    Ya en el interior: las galerías verticales de la cripta







    "Se olía la lluvia que llegó a ellos de golpe y acompañada de relámpagos. Corrieron hacia el teito, la cabaña más cercana... No hicieron fogata a pesar de que hacía algo de frío por las alturas y la lluvia. Se refugiaron en la paciencia esperando a que escampara. Horas después la nube seguía aposentada en el lugar. Lo más aconsejable era esperar al día siguiente para continuar la explotación" (Detrás de la lluvia, p. 22). "






  9. La cabana bajo la cueva



  10. Sosteniendo el mundo



  11. Reposando en la luz de nuevo



    La leyenda de La Cueva estuvo muy arraigada entre los vaqueros y vaqueras de los pueblos citados (Carraluz, Piñera, Yanos...), como demuestran los ecos que llegaron hasta los relativamente más jóvenes de hoy: los ganaderos de media edad (50, 60 años...) nos cuentan que siempre oyeron a sus güelos que algunos entusiastas hasta gastaban ilusionados algunos cuartos en gacetas y ferramienta para buscar el tesoro.

  12. Retomando el camino de vuelta por los altos

    Foto: el placer de las alturas

  13. Sobre la peña fortificada en la altura: Pena Tolóbriga (Pena Tolondra, hoy)


  14. De roca en roca



  15. Ya con la tarde otoñal encima


    Foto: al filo de la tarde dibujada ya en la cumbre

  16. De nuevo nel Alto'l Palo (prerr. *pal-, 'palustre, zona con lagunas'): no por casualidá, baxo Pena Tolóbriga (Pena Tolondra, ahora); la peña, la altura fortificada, que dice el nombre (prerr, *tul-, 'altura'; más celta, -briga, 'fortaleza'). El origen prerromano de los poblamientos en los altos de Tuíza. Lo del Alto la Cubilla está fuera del lugar: será La Cubiecha, a un km más abajo por el Puerto Pinos; en el Mayéu La Cubiecha, con sus cabañas y su capilla en parte conservada hoy mismo. Un error comercial, turístico..., entre tantos...

En fin, todo un paisaje exterior y un paisaje interior, contemplados desde La Cueva Viguinatsarga en los altos de Valgrande

Caminando al tiempo sobre las preciosas páginas de Juaquín Barrero, se diría que, desde el comienzo de la acción novelada en los altos de Pradoluz (Carraluz) y Piñera, se van diseñando dos paisajes paralelos, complementarios:

  • un paisaje exterior: el que aparece a la vista de los dos primos caminantes en busca de la cueva (un paisaje con pequeños pueblos colgados por ambas laderas de la montaña, montaraz, muy agreste, con abundantes arbolados que contrastan con las praderas, con brañas y cabañas en los altos para el verano, con picos altos y escarpados flanqueando las llanura cimeras)

  • un paisaje interior: el que empieza a proyectar (planificar) José Manuel para encontrar el tesoro legendario tantas veces escuchado en casa desde que era pequeño (una forma de contemplar la vida como lucha diaria con un medio tan precario y miserable; en una vida familiar llena de frustraciones y violencias; con una ilusionada idea de dar por fin con un tesoro que terminara con la infelicidad y la miseria; un tesoro que devolviera a todos la alegría en los rostros y terminara con las injusticias que producía el terreno en las personas).

B) Documentación sobre La Cueva en El Puerto Cuayos: entre los pueblos de Piñera, La Cortina, Carraluz..., y Yanos de Somerón, San Miguel del Río...

  1. La Cueva de Veguina Llarga: Grupo de Montaña Gulmont, Córdoba, 1966-1967, Fotografías de Jesús García Álvarez, en https://operacionasturias.blogspot.com/

  2. Libro Tesoros, ayalgas y Chalgueiros, de Jesús Suárez López. La Cueva Viguinacharga (en PDF).

  3. Operación Asturias de Espeleología, por el Grupo de la Universidad Laboral de Córdoba (artículo de La Nueva España, 09/05/1966.)

  4. La Cueva Veguina Llarga: fragmento de la novela de Joaquín Barrero, Detrás del a lluvia (Ediciones B), en PDF..

  5. Gultmon, Grupo de Montaña de Córdoba, http://diariosdecordoba.blogspot.com/

 

C) Algunas fotografías, planos, artículos de prensa..., conservados:

  1. "¿Es de Carraluz el primer espeleólogo del Concejo? Veine años buscando un tesoro": artículo de Fray Jesús García, en la revista Lena.

  2. Planos de La Cueva Viguinacharga: Grupo de Montaña, Gulmont de Córdoba

  3. Foto de lugareños en la historia de la cueva: Grupo de Montaña, Gulmont de Córdoba

  4. Foto de la expedición de los espeleólogos con vecinos de la zona, a La Cueva Viguinacharga., Grupo de Montaña, Gulmont de Córdoba


Foto de asturnatura.com: cabana, veyares, Cueva Viguinacharga

D) Páxinas de interés sobre la zona en torno a los puertos de Cuayos

Foto: entre el suelo y el cielo...

"Realmente ye el Centro Cívico y propiedad de la comunidad. Luego los homes jugamos cartas y dominó y las muyeres al parchís. Jesús vien tos los sábados y juega con el presidente de la Asociación de vecinos, el pedáneo y un médico ya jubilao que anda por acá. Jesús siempre pone una ayuda económica para los proyectos que mejoran el pueblo" (Detrás de la lluvia, p. 440).