Costumbres, tradición, gastronomía, trabajos rurales, vida vaqueira, saber popular

"Malveo, malvado,
corraón de ganado,
muncha cencerra,
y poco ganado"
(dicho popular)

MALVEO.

Publicado en el libro
Por los pueblos de Lena
(pp. 114 ss).
Xulio Concepción Suárez.
HiFer., Oviedo, 2014.

Lugar de la parroquia de Casorvía (Lena). Dista 10,2 kms. de la capital municipal, y se sitúa a unos 550 ms. de altitud. Su población es de 48 habitantes.

El poblado de Malveo (castellanizado en Malvedo) se levantó en un terreno arrimado a la pendiente con el criterio más estratégico: lo bueno y productivo, para los sembrados; lo menos bueno, o incluso el terreno malo, para las viviendas y sus anexos. Llegó a tener 205 personas en los años veinte.

Etimología, lat. malva, malvetum: lugar de malvas, en terreno tan soleyero y calizo, como toda la vertiente del Picu Corros; planta muy usada como remedio casero (calmante, digestiva...).

Los distintos barrios del poblado son más bien pendientes: Entelailesia, Techones, El Cuedru, La Pandiecha, haciendo bueno el dicho: "hacienda lo que pudieres; casa, onde cupieres".


Foto: escudo en el caserón de La Pandietsa

El poblamiento de Malveo parece, así, en continuidad con El Castiichu: picacho saliente sobre Campomanes y Corneyana, documentado como castro por J. M. González: se da la circunstancia de que al mismo promontorio acantilado, el resto del concejo sigue llamando El Picu Corros (quedan entre las zarzas abundantes murias y cercos del antiguo recinto castreño).

Destaca en el conjunto de Malveo la casa solariega de La Tahona: sólido edificio en piedra de Los Muñiz, recientemente reconstruida su rústica estructura. La Tahona tenía rabil de mano, forno d'amasar, horro, bregaera... Fue panadería hasta hace unos 80 años, según cálculos de los mayores.


(cuadro de Rosi)

El conjunto del caserón familiar debió tener su importancia tiempo atrás, de donde habría surgido la pequeña leyenda (realidad o no) de que La Tahona había dado posada al mismo ingeniero francés Eiffel, cuando construyó (o hizo los planos) del Puente Arroyo de Parana, para salvar la depresión del río bajo Villar y tender las vías del tren.

Adornada hoy con la leyenda, el caserón debe el nombre a la palabra tahona, usada en asturiano como 'panadería': voz de origen árabe tahûna ('molino'), tal como se conoce todavía entre algunos mayores lenenses.

Hoy el soleyeru pueblu de Malveo está mejorado con algunas viviendas poco a poco reconstruidas para la residencia habitual, fin de semana o de temporada.

Para más información, ver
Diccionario Geográfico de Asturias.
Ciudades, villas y pueblos.

Editorial Prensa Asturiana.
Colaboración de Julio Concepción Suárez..

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