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"Por el camino
entre tilos esbeltos
luces y sombras"

María Jesús Arias Vega

El haiku:
la poesía coloquial en la vida cotidiana

por César Sánchez
https://www.tallerdeescritores.com/que-es-un-haiku

  • “El rasgo más distintivo de un haiku es su forma: los haikus se escriben en tres versos sin rima, de 5, 7 y 5 sílabas, respectivamente. Esta métrica es flexible: nada nos impide escribir haikus que tengan un número de sílabas ligeramente distinto, que no por ello dejarán de ser haikus.

  • Por lo general, los haikus muestran escenas de la naturaleza (animales, plantas, paisajes, fenómenos meteorológicos) o de la vida cotidiana, en los pueblos, en las ciudades y en los caminos.

  • En un haiku, el "yo" queda al margen: el poeta no nos habla tanto de lo que le sucede a él como de lo que sucede enfrente de él. Se convierte así en un mero observador de la realidad que le rodea. En un haiku, el poeta puede referirse a sí mismo o expresar una inquietud, pero, si lo hace, lo supeditará en cualquier caso a la escena mostrada

  • El poeta transmite la emoción que ha sentido al contemplar algo. Es aquí donde el haiku deja de ser un texto meramente descriptivo para convertirse en poesía. La impresión transmitida puede ser una de belleza, de armonía, de serenidad, de fugacidad, de melancolía... A menudo, la escena mostrada remitirá a un significado universal.

  • La impresión la ha de transmitir, más que el poeta, la propia escena mostrada. El lector deberá ser capaz de contemplar lo mismo que ha contemplado el poeta y, con ello, sentir la misma emoción que ha sentido él.

  • Los haikus se escriben con un estilo coloquial, que evite que el lector se nos distraiga de lo realmente importante en el poema: la escena mostrada y la impresión que ha causado su contemplación. “Un haiku es un dedo que apunta a la luna, pero si el dedo está ensortijado, el lector se fijará en el dedo, y no en la luna”.

  • Si recargamos el poema con metáforas, personificaciones, aliteraciones, un vocabulario culto, etc., forzamos la colocación de los adjetivos a la izquierda del nombre o alteramos el orden natural de los elementos de la frase de cualquier otra manera, estaremos llevando el poema a un terreno que no es del haiku. Las palabras, en un haiku, no han de llamar la atención por sí mismas.

  • Nada nos impide, de todas maneras, usar, por ejemplo, una metáfora, siempre que su función sea la de ayudar en la descripción de la escena o en la transmisión de la impresión poética.

"De madrugada,
en la ciudad desierta,
los barrenderos".

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Ruhumorologías

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