Costumbres, tradición, gastronomía, trabajos rurales, vida vaqueira, saber popular

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Castiello:
Castietso

Publicado en el libro,
Por los pueblos de Lena ,
la voz de los mayores,
los oficios artesanos,
los cambios de los tiempos

(2ª edición, pp. 123-124),
Lena, 2014

Castiello (ya más generalizado, antes Castietso, Castietsu...) es el caserío sobre La Cueva y El Casetón, encima de L’Armentera, en una explanada de terreno yano y productivo tiempo atrás.  Vivieron.

Hoy es un conjunto de establos junto a la fuente de piedra, al lado del camino al monte. El despoblado actual (sólo cuadras) parece el símbolo muy significativo de todo un entorno de nombres enlazados sobre distintas lomas y picachos de este valle sobre La Vega’l Ciegu.

Una iglesia y una imagen muy didáctica: La Virgen de la O

Debajo, está La Iglesia de Castiecho, sobre El Curuchu, en un rellano saliente que divisa todo el cauce del Lena y los montes vecinos sobre Columbiecho y Felgueras. La iglesia conserva como imagen tan didáctica como curiosa La Virgen de la O: una talla en madera con el niño en el centro redondeado del vientre; nos explica Luisa la de Ronzón que era la forma que tenían los curas de explicar a los mozacos y mozacas más pequenos la concepción de Jesús.

Los Castiechos y El Curuchu circundantes

Encima de Castiecho, pasado el río y El Preu Reguiru, entre el valle de La Felguera y el de Gume, están Los Castiechos: serie de praos en sucesivos rellanos en pando, al cobijo de cada saliente rocoso, sobre la misma cresta del Rañaúriu, que separa las vaguadas colaterales.

En una línea inferior, más al noroeste, bajo Cochafiesta (de infiesta, ‘cuesta’), en otro saliente por encima de Biscayana, hay otro lugar llamado El Curuchu, en Cochá; este picacho forma  una coincidencia triangular con El Curuchu que está bajo La Iglesia de Castiecho, sobre Senderrey y el río.

Desde estos vistosos pandos cimeros de Los Castiechos (unos 900 m), en días sin nublina, se columbra una buena parte del concejo entre Ujo y Parana: toda una cadena de cordales cimeros que unen los altos de Carabanzo con La Vía de la Carisa y El Portichín de Escuenas, bajo La Paradiecha, El Ceyón...

Por las laderas noroeste y sudeste de Los Castiechos, hay algunas calzadas paralelas que rodean transversalmente las fincas, y quedan algunas pozas circulares muy desdibujadas en la pradera. Algunos vaqueros dicen que nunca tuvieron función alguna, pero que las creen nacidas de los corrimientos del propio suelo. No es terreno argaxaízo, en cambio.

El origen del nombre.

Aunque algunos lugares pueden tener sólo un sentido metafórico (lugares en alto inaccesibles, como castillos de verdá), se da una circunstancia en la mayoría de lugares observados con estos nombres: casi todos tienen restos más o menos conservados de corras, calzadas laterales, canalones, están en relación visual con otros en la propia ladera y en la vecina, etc.

No se puede pensar, ciertamente, que todos hayan sido núcleos de poblamiento primitivo en las alturas, verdaderos castros, que dieron luego origen a los poblados en las laderas o en los valles.

No obstante, su abundancia en el concejo, y su distribución correlativa en el mismo valle, hacen sospechar de una primitiva forma de vida en los altos (lat. castellum < castrum, ‘campo fortificado, refugio, poblado de montaña’).

ANEXO: Etimología de la voz "castro"

Por Acebo Virgilio, Fernández (2010). “El término ‘castro’ en la península ibérica y expresiones afines europeas". En Castros y castra en Cantabria. Fortificaciones desde los orígenes de la Edad del Hierro a las guerras con Roma. Catálogo, revisión y puesta al día. ACANTO. Federación de Asociaciones en Defensa del Patrimonio Cultural y Natural de Cantabria: pp: 43-59).

"Roberts, E.A., Pastor, B. (1996: 84) “kes-. Cortar. [sánscr. ´sástrá-: ‘cuchillo’, alb. thadrë ‘hacha de dos filos’, esl. ant. ecl. kosa: ‘hoz’]. Variante *kas-. Con sufijo *Kas-tro-: a) Lat. castro: cortar, castrar... castrar colmenas. b) Lat. Castro: recinto fortificado (deriv.: castrense, alcázar, castillo, castellano)…

Planteamientos etimológicos y significados. Se ha transcrito más arriba el étimo indoeuropeo *kes- en su variante *kas- con el sentido de ‘cortar’. La generalidad de los indoeuropeistas sitúan esta antigua raíz en el origen del apelativo ‘castro’ al sufijar -tro. En turco se convierte en hisar, y en árabe -por caminos aún desconocidos, quizás a través de las culturas indoeuropeas asiáticas- en qsar, étimo que ha aportado al castellano ‘alcázar’ y algunas otras palabras referidas al concepto ‘fortificación’.

*Kes- sería también responsable –con sentidos hoy muy alejados- de la formación de palabras como castrar (lat. castrare: ‘podar’, ‘catar las colmenas’, ‘castrar = capar’, sentidos que se transmiten al castellano); también del término latino casa y sus derivados, que se ha transmitido intacto a algunas lenguas europeas, como el castellano, italiano, etc. pero no todas (francés ‘maison’, alemán ‘haus’ que pasa al inglés ‘house’ etc.). En sánscrito ´sástrá-, ‘cuchillo’, tendría el mismo origen indoeuropeo y en algunos otros idiomas aparecen raíces emparentadas en palabras que designan instrumentos de corte variados.

Con este complejo semántico, cabría retrotraer al origen del término “castro” a usos antiguos que el curso de los tiempos convertirían en práctica habitual de los ejércitos: la limpieza del espacio, la ocultación de la visión periférica y la preparación y fortificación defensiva para acampada. En esta línea de pensamiento resulta cómodo, por ejemplo, relacionar con el plural latino castra (=‘campamento’) el hecho de que los ejércitos romanos en movimiento realizaban diariamente las podas o cortas, alisando y reforzando el terreno para defenderlo y acampar.”

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Xulio Concepción Suárez

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